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Red White & Blue

Thriller. Intriga. Drama Marc Senter interpreta a Frankie, un joven con aspiraciones a convertirse en estrella del rock que cuida de su madre enferma y que lleva largo tiempo separado de su novia. Una noche de borrachera, comparte con sus amigos a la joven Erica para descubrir más tarde que tiene VIH positivo. Para los ojos de Frankie, solo hay una persona a la que culpar. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
6 de junio de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza de forma pausada, con planos que nos dicen mucho y con poco diálogo, pero va cogiendo ritmo y nos va desvelando otra película muy distinta e inesparada. Será una producción de bajo presupuesto, pero eso demuestra que con una buena idea, y poco dinero, se puede hacer una película muy interesante.

Los actores, en general, están bien, pero destaca uno por encima de todos, Noah Taylor -le hemos podido ver en "Charly y la fábrica de chocolate" y "Vanilla Sky"-, borda su personaje sobre todo al final del metraje.

Quizás falta mayor definición en los personajes, algunos están poco trabajados y no se sabe qué motiva sus actos. El director utiliza cada plano y cada escena para sugerir esa información que nos falta, pero creo que se queda algo corto y hay situaciones algo confusas.

Me ha resultado muy interesante ver esta película, porque se sale un poco de lo que nos vende Hollywood. Espero que la disfrutéis como lo hice yo.
Danilovich
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31 de diciembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la misma historia de amor y venganza, de drogas y SIDA, no, Red, white and blue va más allá, quizá por ahí del minuto 30 pueda "aburrir" pero... no deserten.

A pesar de la impresión que siempre está presente de “bajo presupuesto” y “cine amateur” este filme independiente resulta sólido en cuanto a originalidad hablamos, logrando manipular factores como las drogas, alcohol, sexo y SIDA en un escenario texano, viciado y rutinario, de modo que estos elementos jamás son el eje de las motivaciones y el placer como tal… no, en este sitio donde el sexo es el conductor de la violencia los móviles son sumamente personales, un ciclo de venganza en donde sólo hay víctimas, vapuleadas por la vida, trágicas, frágiles, tendientes a la destrucción por salvaguardar su vida tal cual es.

El argumento podemos describirlo como la colisión de tres mundos, por un lado se encuentra Erica, una chica sin nada ni nadie, quien hasta que es despedida se dedica a hacer la limpieza en el lugar donde se hospeda y así paga el alquiler, portadora de una tristeza y un desinterés por la vida pasa las noches en la barra de los bares, bebiendo y fornicando con cualquier hombre, su única regla: jamás repite. Erica se introduce en el mundo de Nate, un despiadado/perturbado/pasivo ex-militar, sin proponérselo llega a tocar sus emociones, haciéndole sentir hacia ella un cariño desinteresado, profundo y protector… formando el vínculo que equilibrará y le dará razón a sus vidas. Y más hacia allá tenemos a Franki, un joven músico, desaliñado, despreocupado, con sed de “poseer el mundo”, hambriento de éxito junto a sus amigos componentes de la banda en que toca, así mismo un buen hijo que se preocupa y sufre con su madre que padece de cáncer y pronto a reconciliarse en su noviazgo… una noche de juerga él y sus amigos conocen a Erica, y es cuando comienza el principio del fin.
Los sueños, la esperanza y más que eso, decae en la vida de Franki, produciendo daños colaterales que le dolerán en el alma y sentirá surgir la ira, la locura… el deseo por confrontar al origen de su desgracia… pero Erica no está sola, a su lado yace con toda su ternura y lealtad, Nate.

Una película que va in crescendo, desde un ángulo surrealista, de imágenes sucesivas de placer cuantioso, omitiendo el dialogo, a cuadros aparentemente confusos que se hilvanan finamente, alternando momentos individuales, que nos arrojan la personalidad y las motivaciones de los personajes, y eso está muy bien, porque sin diálogos ni mayores explicaciones, en un par de imágenes se contiene su ser. Y así, a ratos con una cámara neutra, estática y ajena, y en otros intima, se nos narra este drama, que no puede terminar en otra cosa que no sea tragedia. ¿Pero de qué manera culminará? Eso es lo agradable…

Me pareció… diferente, sincera, de simbolismos que desde el título nos ofrece en los colores (y de paso, abarcando un dejo político afortunadamente minimizado). Interesante, sórdida, agradable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Iván Roldán
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16 de febrero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película trata una historia tranquilamente turbia, la cual empieza lento y acaba tornándose hacia un rápido y frío final. Amargo y sangriento drama de historias cruzadas tratando temas como son la juventud, amistad, sexo y Sida... La música te atrapa lentamente al igual que el propio film. Me sorprendió mucho, la recomiendo!
TXINOTE
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24 de mayo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simon Rumley firma una película totalmente diferente. Su ritmo es tan peculiar y su narrativa tan única que sólo por ello merece la pena. Si imaginamos la película sin esa manera tan personal de mostrarla quedaría bastante más mediocre, aunque puede que igualmente interesante.

Y es que no es, hasta la hora o así, cuando encajamos todas las piezas y entendemos la película por completo. Hasta ese momento se nos presentaran las piezas de una manera especial, y lo único que pensaremos es que estamos ante una película rara que no tiene un objetivo concreto en su historia. Sin embargo, incluso en esos momentos nos sentimos atraídos por una película que se ve interesante en todo momento.

La idea detrás de la película es beber de las típicas historias de venganza que vemos por Asia habitualmente aunque con un componente de violencia muy reducido. Red White & Blue tiene un puntito sádico, pero no se recrea en sangre ni siquiera es clasificable como gore. No sentimos un sufrimiento "divertido" como en otras películas del estilo y simplemente se nos sugiere. Y esa sugerencia se extiende al resto de la película, con continuos cortes en las secuencias que no duran más de veinte segundos por ello. Una de estas películas que muestra todo desde un realismo casi hiriente donde los diálogos se minimizan en favor de las sensaciones.

No sabría catalogar la película, y eso es muchas veces bueno.
NeoJ
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7 de abril de 2014
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aviso a navegantes: si quieren disfrutar de esta cinta NO LEAN LA SINOPSIS, pues en ella se cuentan aspectos que más bien podrían considerarse spoilers.

En cuanto a su contenido:

Lo que pareciera una película con poco que contar, sin alma, monótona y grisácea, se convierte en un demoledor film con escenas tan desgarradoras dramáticamente como difíciles de digerir en el plano meramente contextual.

Si, como he avisado al inicio, no se lee la sinopsis, podremos descubrir con sorpresa la relación que unirá a una serie de personajes hasta su desenlace final.

A destacar varios aspectos, entre ellos, la dirección, la interpretación de los actores principales, sobresaliendo por encima de todos Noah Taylor y la banda sonora, extraña e inquietante pero también armónica y elegante en su parte final.

En definitiva, grata sorpresa muy por encima de las expectativas que suelen generar estas producciones que cuentan con modestos presupuestos.
Javier
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