Quiero ver

Curioso filme a medias entre el documental y el guión improvisado, realizado por dos de los grandes talentos cinematográficos del Líbano (aunque afincados en París). Este tour por entre las ruinas de la guerra del Líbano, tiene como principal protagonista la mirada limpia de Catherine Deneuve. Esta actriz fetiche junto con una actor de la tierra Rabih Mroueh, recorren en coche los desangelados paisajes, grandes cicatrices de esta tierra, pues como bien dice el título, la actriz francesa "quiere ver". El uso de cortes entre planos roba frescura a un supuesto documental; algunas escenas en las que se insinua que peligraba la integridad de los actores queda al descubierto. Ello no roba de buenas intenciones al filme, el cual solo quiere mostrar la realidad del actual Libano a través de sus paisajes desolados, sin más pretensiones políticas. Deneuve muestra valentía al participar en la cinta, más cuando los directores no ocultan la necesidad que tuvieron de tenerla en el encuadre para así poder filmar algunas cosas que sin ella serían prohibidas. El rostro de Deneuve quiere reflejar lo que ve. Una pena que esta imagen en otra época tan bien usada ahora está estirada por las operaciones y así quede un poco muda. Filme crudo y curioso.

El principal problema del documental de los realizadores libaneses Joana Hadjithomas y Khalil Joreige es que únicamente muestra cómo han quedado las cosas tras la guerra de Líbano, sin explicar las razones. Es como visitar unas ruinas en una montaña: sí, vale, pasó "algo", ¿pero qué?.

"Quiero ver" simplemente consiste en coger al actor fetiche de los directores, Rabih Mroueh, y convertirle en el compañero/chofer de Catherine Deneuve durante 75 minutos en los que vemos la situación actual de Beirut tras la citada guerra. Con un enfoque que muchas veces no consigue anclarse en un estilo definido, siendo difícil discernir si se trata de documental o ficción, la cinta fracasa en cierto sentido al carecer de "veracidad", entre comillas por que se supone que lo que vemos en pantalla es cierto, si bien por momentos es bastante dudoso. Lo único verdaderamente real es, a mi juicio, que han cogido a Catherine y la han llevado por ahí para meterle sustos y grabar sus reacciones, como si así todo lo que se muestra fuera atener más crédito.

Sí, soy un mal pensado, pero las reacciones del resto de personas del film son tan anti-naturales que es difícil de creer lo que quieren mostrar o transmitir. Y "Quiero ver" es únicamente eso, una documentación visual de cómo han quedado las cosas, pero que descuida completamente los aspectos informativos que, siendo un documental, debería tener presentes en todo momento. Un film bastante desaprovechado, si bien por su ajustada duración y algunas secuencias bastante cuidadas puede ser interesante de ver.

No suelo salirme de una sala de cine. Ayer lo hice.
Con la vaga excusa de retratar las nefastas consecuencias de la guerra en el Líbano, Catherine Deneuve y Rabih Mroure se marcan un eterno paseo hacia el tedio, el nihilismo y el vacío.
Hubiera comprendido el rodaje de un documental con este tema, pero una película tan carente de emoción, vida e interés, sinceramente no.
Ni siquiera las referencias a Hezbolá, a los israelíes o los campos minados provocan el más mínimo interés en una película ambientada en una zona bélica que, a buen seguro, está llena de buenas historias.
La lentitud de sus escenas, la eterna contemplación de unas piedras por parte del protagonista y los eternos silencios entre los protagonistas marcan una tremenda separación entre el filme y el espectador.
Comparar este despropósito con aquella maravillosa "Alemania, año cero" de Rossellini, ejemplo de película que transcurre en otro esqueleto de ciudad, resulta casi innecesario.
No perdería 75 minutos de vida en ver este descomunal bodrio.