Tormenta en el lago

Simplemente no hay nada que destacar de este film, al cual hago mi crítica entre otras razones por su corta lista de opiniones. Se puede decir que cuenta con una baja calidad cinematográfica e incluso muy baja, ya que no es más que la típica historia que programan en antena tres una tarde de sabado. Sin embargo, curiosamente, se dá la casualidad de que és mucho mejor que más de un film de estos que salen en cartelera, siendo un éxito de taquilla. Tambien, muy a su pesar, es mucho peor que otros entretenimientos. Cuenta con actores complétamente desconocidos, al menos dentro de mi conocimiento cinematográfico, La historia se basa en la típica pareja que se enamora pero finalmente la mujer acaba siendo aterrorizada por la actitud cambiante de este. Pocos personajes puestos en escenas, y poca cosa más. Un ambiente al más puro estilo telefilm.
Nada, ni mucho ni poco, para una tarde cualquiera podría ser recomendable, aún con un 3,9 de media.
Calificación: 5,5/10.
PD: Es muy probable que algunos votante-críticos, de esta muy estimable página, puntuen con menos nota el cómputo global de tal película, más que nada por el desconocimiento de esta, y por la crítica hacia determinados telefilms. Nos suele pasar.

Una grata sorpresa, no quiero decir que sea una maravilla, pero proporciona lo que se espera de ella, una película de suspense, agobiante, con rostros algo conocidos y con una trama sencilla pero tensa. Tara Reid, ademas de ser una de las actrices sexys y talentosas realiza uno de sus mejores papeles el de una recien casada en un lago de luna de miel que descubre que su marido no es tan bueno como ella pensaba. Lo dicho interesante y no aburre, el final lo considero bastante bueno.

Tengo que admitir que me esperaba algo mejor al leer los encabezamientos de las dos críticas hoy día existentes antes del visionado, pero creo que no se podría haber rodado algo peor en un escenario tan bonito y cautivador. La pareja de actores de por sí es muy mala, el guión y los diálogos son en toda su integridad otro horror igual de tamaño y la dirección ¡oh, cielo santo! supone ya la puntilla a todo atisbo de tolerancia. Menos mal que mi televisor no es muy grande, pensaba yo, porque como tuviera que aguantar la hora y media esa dirección tan repulsivamente televisiva, con constantes enfoques demasiado cercanos y con la gran mayoría de los planos de una duración menor a los cinco segundos, la experiencia se me habría hecho aún mucho más insufrible.

Nada bueno que destacar, puro horror de metraje. Mala noticia he de dar también a los salidos manifestando que Tara Reid no enseña nada.