Perry Mason (Serie de TV)

Hay que ser paciente con esta serie. Puede que importe más o menos si es fiel al antiguo Perry Mason. Pero lo que si que es cierto que es una serie sosegada y que no cuadrará nada a los consumidores sedientos de ritmo, tiros y sangre. Perfectamente ambientada con un ritmo disfrutable, similar al cine de antes. Muy buenos actores y un puzzle enorme que resolver para descubrir al asesino.
En definitiva, es una serie a una velocidad necesaria para estos tiempos y que te traslada a la época gracias a su magnífica ambientación. Si te gustó Boardwalk Empire te gustará, al menos de momento.

Perry Mason tiene un único y gran problema: es increíblemente lenta, se toma tanto tiempo para todo que cuesta mantener la atención en el argumento.

La nueva apuesta de la HBO es una lujosa precuela de Perry Mason, el conocido detective-abogado de varias adaptaciones que aquí ejerce como detective antes de ser quién ocupa la extensa serie de los 50.

Han quitado todo tipo de humor o simpatía y destilado el personaje a alguien tan taciturno, triste, divorciado, alcohólico y gris que cuesta reconocer a Perry Mason y uno se pasa el visionado preguntándose si no hubiera sido mejor llamarle de otra manera ya que no tiene nada en común con las versiones anteriores.

Matthew Rhys es el protagonista de un Perry Mason taciturno, desaliñado, triste y en clave baja. Es un actor fantástico que simplemente cae en cada rol como anillo al dedo y nunca ves al actor sino al personaje. Aquí de nuevo borda el personaje desde el minuto 1 y consigue que creas completamente sus intenciones.

Pero lo mejor de la serie es que es una gozada visualmente.
Es una serie con una ambientación increíble, tranquila y una dirección artística y una banda sonora preciosa. Luce verdaderamente increíble, puede competir visualmente con el mejor Noire de Chinatown o L.A. Confidential, la iluminación, el humo, los juegos de sombras, el vestuario, los tonos azules y amarillos, las las de los sombreros… Es puro Noire perfectamente retratado y cada fotograba es una delicia.

VEREDICTO

Perry Mason no es Perry Mason, es una versión mucho más seria y lenta de un detective en Los Angeles en los años 30, pero la interpretación de Matthew Rhys y sobre todo lo increíblemente bella que luce elevan la serie de detectives a altas cotas aunque cueste entrar en su ritmo que más que pausado muchas veces parece absolutamente parado.

No es el abogado de la mítica serie. La serie se constituye como una especie de spin off, oscuro y sórdido, pero muy realista y magníficamente bien ambientada, abordando el supuesto primer caso de Perry Mason.

La trama se desarrolla lentamente (a veces, quizás demasiado lentamente), y se va desgranando de forma firme y segura a lo largo de los 8 episodios que la componen, a lo largo de los cuales comprendemos cómo llega Perry Mason a ser abogado y cuáles son sus motivaciones.

Nos encontramos con unas grandes interpretaciones, en un paquete de impecable factura, rodada como si fuese cine.

Pero una cosa es cierta, no es el Perry Mason que esperas, no es el brillante abogado que interpretaba Raymond Burr. Es mejor aun. Es un abogado en ciernes, que afronta su primer caso, un hombre que aun no comprende bien su oficio, que duda y se comporta como un ser humano, pero que apunta maneras y tiene detalles que permiten vislumbrar lo que puede llegar a ser.

Perry Mason se enfrenta a un caso lúgubre y tenebroso, uno de esos primeros casos que permiten comprender cómo se forja el personaje, y que te arrastra a una trama compleja, bien trabajada, y con un buen guión.

Pero lo mejor, es la asombrosa adaptación a la época, y la caracterización de los personajes, con unas interpretaciones sobrias y concisas, entre las que destacan unos Matthew Rhys y Juliet Rylance brillantes, que con sus buenas interpretaciones le dan un ritmo pausado y credibilidad a esta buena serie de la HBO.

Estamos ante una serie muy digna, con un guión y ambientación muy trabajados, que busca mezclar temas de candente y rabiosa actualidad, con una trama compleja, algo que se agradece y se saborea, y te deja con ganas de mas.

Rescatar de la memoria a Perry Mason, mítico abogado criminalista que alumbrara para sus novelas Erle Stanley Gardner, no es tarea trivial. En la televisión ha quedado ligado al rostro de Raymond Burr, merced a una serie que se alargó 271 episodios más decenas de telefilmes. Brillante, audaz, siempre comprometido, sus interrogatorios incisivos en busca de la verdad otorgaron a la abogacía un aura de idealismo. El ‘Perry Mason’ que presenta HBO en esta miniserie de 8 episodios es más joven. Lo interpreta Matthew Rhys.

Los Ángeles, años 30, Mason es un detective que se desempeña en trabajillos de escaso lustre, no desdeña una copa y las mujeres le pierden. De aspecto desaliñado, barba de tres días y atormentado por su participación en la Gran Guerra, su caracterización busca despojarlo de cualquier excelencia. Veo un Mason terrenal, que se confunde con esa América post crack del 29. El secuestro y posterior asesinato de un recién nacido, le sitúa ante la oportunidad de lanzar su carrera profesional, y quién sabe si despojarse también de sus propios demonios interiores.

Se perfila un policíaco lóbrego, en una ciudad dónde sus cimientos albergan grietas económicas, éticas, morales, y surgen enfermizas relaciones humanas. Nuestro protagonista, magnífico Matthew Rhys, las gestiona como buenamente puede. De gestualidad austera, es un detective digno para los tiempos que le han tocado vivir. Con una escenografía magnífica, el tributo al cine negro está servido. Maneja los elementos sustantivos del género con elegancia. Hasta la suciedad presente en algunos encuadres parece puesta ahí adrede, dando un toque sombrío que se incorpora a la historia con naturalidad.

Habiendo construido un producto aseado, patina al emplear la figura de Perry Mason sólo como reclamo. No me extrañaría que los fans del abogado más famoso de Estados Unidos salgan decepcionados, y les invada la ingrata sensación de haber contemplado un trampantojo. No reconozco al abogado de encendido verbo capaz de cambiar el destino de un juicio. Al Mason de HBO sólo le queda el nombre.

Lástima.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es

A pesar de que a una gran parte de los usuarios y de la crítica profesional ha denostado la serie simplemente por su escasa similitud con el material original, si dejas todo eso totalmente de lado, estarás sin duda ante otra gran serie del HBO, con una ambientación y dirección espectacular, con unas actuaciones maravillosas, sobre todo la del protagonista, que pide a gritos el Emmy y con un muy buen guión que sabe mantener el ritmo y la intriga hasta el final.