Aracnofobia

El gran error es incluir esta película en el género de terror. Más que de eso se trata de una mezcla entre cine catastrofista y de aventuras. En realidad no hay muchos sustos, sino más bien suspense, pues en su mayor parte sigue las "recomendaciones" del maestro Hitchcock de ofrecer más información al espectador de la que tienen los personajes. Por lo tanto, basa su limitada efectividad en mostrarnos dónde se encuentra en cada momento alguna de esas arañitas, metáforas inequívocas de la muerte, y cómo los inconscientes humanos la bordean una y otra vez.

Como a todo buen aracnofóbico, me fascina el mundo de estos artrópodos. Hace unos años, un compañero de estudios y yo hicimos una aplicación multimedia educativa sobre ellos. Me quedé con las ganas de incluir en ella algún montaje acompañado por la banda sonora que Trevor Jones compuso para esta película.

He visto películas mucho peores. Sin ir más lejos, la mayoría de películas de catástrofes, como por ejemplo "El enjambre", "Piraña", "Volcano"...

Lo mejor: el buen hacer de Jeff Daniels y John Goodman; la arañas (a pesar de basarse libremente en una sociedad de arañas selváticas de "reciente" descubrimiento, nunca fue intención de nadie hacer una película científicamente correcta, como tampoco se hizo en Tiburón, por eso se lo perdono); la música.
Lo peor: la ridícula lucha final contra la "araña reina".

Esta es una de esas películas que sabes que no condicionará ningún cambio en tu forma de ver la vida; una película que no te marcará, una película que quizá ni recuerdes en unos años, pero eso ya se ve de lejos.

No pretende serlo. Y por eso mismo se puede mirar desde la perspectiva del entretenimiento; de los telefilms del fin de semana tras la comida. Es la película perfecta para devorar palomitas (mirando bien lo que tragas), y entretenerte en poner cara de asco cada vez que sale una arañita.

Sinceramente, entretiene

Se vuelve a una película por instinto (cinéfilo en este caso) y uno se encuentra con una joya que sigue estremeciendo y acudiendo a nuestro lado más sensible. El objeto de nuestra fobia intensifica nuestro miedo, lo encontramos y tratamos de huir de él y aunque esté presente en una inofensiva pantalla, el recuerdo nos invita a revivir nuestro más profundo temor...

Las actuaciones, las locaciones, los FX están a la altura, incluso se añade un poco de comedia ligera para darnos un respiro, pero en el granero están creciendo los arácnidos, están fabricando su seda y seguro alguién caerá sobre ella y quedará atrapado en esta sensación extraña y kitsch, del miedo irracional por las arañas que inundan el pueblo y uno no puede ni quiere imaginar siquiera estar allí...

Desde que un gran sabio director de cine hiciera temblar al mundo con su fobia submarina, allá por el año 1975 con 'Tiburón', muchos directorcillos han intentado plagiar su éxito siempre de mala manera o en algún caso llegando a ser vergonzante. Debido a películas como 'Pirañas', 'Orca, la ballena asesina', 'El territorio de la bestia', 'Anaconda', etc... que aún hoy se siguen produciendo, siempre con ínfima calidad, se creó un nuevo sub-género de horror: el terror animal. 'Aracnofobia' se apunta a la lista de los filmes que intentaron plagiar el éxito de 'Tiburón' en este caso de la mano de Frank Marshall, con Spielberg de productor, lo cual ya es cuanto menos curioso (por primera vez se intercambiaron sus funciones de director a productor). Así pues, obtenemos un filme con un toque de Serie B, sin demasiada calidad que se contenta solo con entretener a un público ávido de escenas asquerosas protagonizadas por los arácnidos y con gente que busca pasar el rato con un entretenimiento con no demasiada calidad pero sí eficaz en su cometido de distraer al personal durante su duración. El ritmo es algo pausado, mostrándonos con delicadeza los sucesos que acontecen en el metraje en un principio, con algún toque suelto de comedia para pasar después a una segunda parte anclada más en el terror y en la acción debido a la súbita aparición de las peligrosas arañas que devorarán todo lo que encuentren a su paso.

En lo referente a las interpretaciones, Jeff Daniels se aleja un poco de su faceta más conocida como actor de comedias y pasa a un papel algo más serio (lo cual no le impide hacer los típicos momentos supuestamente divertidos) y lo efectúa de manera aceptable, sin brillar pero resultando efectivo. Dignos de mención son también los secundarios Julian Sands y John Goodman, este último con un personaje bastante divertido.

En resumen, una interesante cinta de terror animal que hace el intento de aprovecharse del tirón que siempre han tenido estas cintas por parte de la mayoría del público pero que no es más que un entretenimiento de baja intensidad y calidad, que no obstante cumple con creces su función de entretener sin muchas pretensiones que la de ser un producto más para el consumo comercial.

·LO MEJOR: es bastante entretenida.

·LO PEOR: la rídicula escena de la lucha contra la araña 'reina'. El argumento es absurdo.

Imposible que mientras ves el film no te pique todo el cuerpo; imposible que cuando termine la película no te transformes en un maniático que comprueba dos veces que no haya arañas debajo de las sábanas, atrás del inodoro, dentro de los guantes y hasta en los pliegues calzones. Psicológicamente funciona porque estos bichos son casi que como de un film de Hitchcock, no son pájaros, son arañas, pero meten miedo igual.

Lo bueno es que no necesita mostrar una manada de arácnidos para causar terror, le basta con una, hasta el final donde ahí se desacata. Tampoco necesita muchas víctimas porque los amagues son peores que los ataques.

Tiene su cuota de humor y también funciona: "terapia". Y como "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960) también posee su escena de la ducha, pero en vez del pelucón asesino tenemos a una araña maleva. El personaje de John Goodman en si mismo es también un chiste.

Los habitantes de este peculiar pueblo parecen sacados de alguna peli de Von Trier porque son menos hospitalarios que las arañas. Una mala onda imponente para con Daniels.

La pena es que el final sea tan pasado de rosca que pasa de dar gracia a dar náuseas. Muy inverosímil esa batalla entre Daniels y la araña reina, y encima le quita el protagonismo al "rock n' roll" de Goodman.

Pese a todo, la gran actuación de Jeff Daniels levanta un poco en nivel. El film supera con creces las pruebas, divierte y aterra a partes iguales.

Lo mejor: las escenas de suspenso.
Lo peor: el final.