The Dark Planet

Auténtica tomadura de pelo de Corben, el dibujante, y sus amigos de la editorial. Un horror. Zapatero a tus zapatos. Aprovechó una película casera que llevaba rodando 10 años para pergeñar este disparate en forma de pretenciosa película a medio camino entre el cine experimental - con playmates de grandes pechos y peleas de karatecas - el de ciencia-ficción adulta y qué-se-yo. Ni él lo sabe.

En forma de dos capítulos asimétricos - "Tower of Blood" y "Relief station", emplea técnicas obsoletas ya en la época del cine mudo - el filme no tiene diálogos, y va acompañado de una música horrible - con una animación stop-motion de plastilina extremadamente cutre y efectos casposos de video en su primer capítulo y un empleo de maquetas de naves tan espantoso, en su segundo capítulo, que parece de cualquier serie barata setentera producida en Pakistán. Y es que este filme se empezó a rodar años antes, lo que se aprecia en el vestuario y el corte de pelo.

Las historias apenas se entienden. Es como metiesen escenas inconexas para rellenar. Vemos un mundo con una babosa lovecraftiana que se come a extraños humanoides y pasamos a un remedo de "El prisionero" correteando con traje por un bosque y peleándose con patadas de pseudo-kárate. En la segunda historia una especie de piloto se beneficia a varias señoras - ¿o es la misma? - pero no se entiende nada más. El summum bizarro se alcanza cuando a la chica que abraza le quita la peluca y aparece otra completamente distinta, rubia, y se ponen a corretear por el campo. Obviamente, no hay intérpretes, son el mismo y sus amiguetes.

Y todo ello con presuntuosos encuadres y luces rarunas, empleando distintos formatos - super 8, video, película -para formar un engrudo que haría llorar de pánico hasta a Lars Von Trier.

¡Y fueron capaces de venderla en VHS y DVD! ¡ El regalo perfecto para romper con alguien!

Aviso: NO LA VEÁIS.