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Sesión salvaje

6,9
1.493
Documental Documental que recorre la época dorada del cine exploitation español, desde la década de los 60 a los 80, un cine de bajo presupuesto pero de gran aceptación popular que explotaba modas cinematográficas, desde el western al cine de terror, pasando por el cine quinqui o incluso las comedias eróticas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
6 de octubre de 2019
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amenábar argumentaba a colación de Mientras dure la guerra que la sociedad española tiene un conflicto con sus símbolos nacionales. Si el cine, además de ser una industria, ostenta el estatus de símbolo, por representar la idiosincrasia y las evoluciones de un país, documentos como Sesión salvaje bien merecen figurar en la lista de visionados obligatorios en institutos, escuelas de cine y alrededores. En apenas 80 minutos, Paco Limón y Julio César Sánchez condensan una ingente cantidad de películas que dicen mucho, o muy poco, de lo que somos y fuimos. Se reivindica, en síntesis, el western, el terror, la ola quinqui, las obras del Destape y la mal llamada "españolada", todo con las dosis justas de nostalgia y crítica. El metraje avanza frenético: hay mucho que contar y sus artífices hacen gala de un entusiasmo superlativo, siempre contagioso. El resultado es un viaje de fotogramas, entrevistas y efemérides desde la censura franquista hasta la Transición, un gozo absoluto que el espectador puede y debe completar visionando todos los títulos que se citan (algunos, míticos; otros, sumamente desconocidos). Nos sumamos al sentido comentario de Ángel Sala en la proyección en el Auditori del Festival de Sitges: nuestra ficción y sus gentes se merecen muchos más filmes como Sesión salvaje. También nuestros símbolos: por eso Sesión salvaje sabe a reconciliación, a justicia poética, a estudio de un pretérito que debemos preservar.

@CinoscaRarities
Xavier Vidal
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7 de abril de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sesión Salvaje te enseña, te recuerda lo que significa el cine español y su evolución en esas décadas y que iba parejo a la transformación social y política. En resumen, es historia de nuestros padres y abuelos, y, en parte, nuestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CosmoVersus
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9 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conclusiones

Los documentales sobre la historia del cine suelen ser demasiado pretenciosos, tratar solo lo que está considerado como el cine que mola, cine de escuela, el que si eres un cinéfilo de verdad es el que tienes consumir, las que tienen que ser tus pelis de cabecera, pero eso ya huele de lejos, son legión los cinéfilos que han mamado y adoran otro cine el cine de serie B de sesión doble, de barrio, cine barato, el cine mal tratado por la crítica pero adorado por el público, por un público en concreto pero amplio, que supo reconocer en esos géneros la calidad que no querían que conocieses, pero que existe y Sesión Salvaje nos llega de la mano de Limón y Sánchez para contarnos como se fraguo y desenvolvió esa industria, y nos lo cuentan de la mano de algunos y algunas de los que vivieron esa historia de nuestro cine, impagables los documentos de Directores de la época, Actores y Actrices de la industria del cine nacional de entonces y que lo vieron con sus ojos, así como otras caras del cine actual que han sido influenciados por este cine de doble sesión o de video club, que sin duda fue el momento de mayor gloria de nuestro cine, y no solo eso sino que es el germen de nuestra industria actual, y eso es lo que nos cuenta este excelente documental, que sin duda es de obligado visionado para cualquier fan del cine en general y el nacional en particular, porque es la historia del grueso de nuestro cine al completo, como fue y como será, contado a golpe de amor al cine, tanto por sus directores como por los protagonistas, la técnica y desarrollo no es nada novedosa manteniendo el clásico entrevista escena, pero el montaje, lo que cuenta, y como lo cuentan hacen a estos dos directores unos narradores que sin pretenderlo son parte importante de las entrevistas dejando no sus palabras pero si su amor al cine de ese o esos momentos. Un 10 en efecto, y por supuesto destacar que no caen en lo pretencioso tan presente en los documentales de este tipo donde se da por sentado que el espectador en todo momento conoce a todos los personajes y todas las escenas de las películas mostradas, en este apartado hacen lo correcto y poco frecuente, con algo tan sencillo como rotular las cintas comentadas, y a los entrevistados incluso con la gracia de a estos últimos acompañados del título de la película más representativa del género tratado en ese momento, porque eso tan en desuso no solo hace que refrescar la memoria al más entrado en la materia sino que al tiempo capta la atención y facilita la búsqueda a nuevos interesados que siempre los habrá. Frases lapidarias como las que pronuncias los directores entrevistados dan buen cuenta para entender como lo que unos pocos amaos de nuestro cine, fuera de nuestras fronteras son legión los que lo adoran y entienden nuestra industria no como una parte de la historia de nuestro cine, si no historia del cine universal pues su importancia y peso no ha influenciado a creadores actuales solo nacionales sino en cualquier rincón del mundo.

Lo que nos Enseña

Un perfecta unificación de datos y momentos de nuestra historia, y no solo del fantástico, como pensaba yo cuando comencé a verlo, sino que trata las épocas más importantes de nuestra industria pasando por el Fantaterror el Western, el Destape, el Quinqui y la posterior muerte de la industria cuando entro en barrena por dejar de darle al público lo que este quería, para darle lo que tenía que querer. El documento es muy completo pero aun así se le puede poner algún pero, en mi opinión necesitaba más metraje, pues no solo se hace corto sino que algunos de los temas que toca como el cine quinqui el tramo sobre Piquer Simón o el brochazo sobre Zuleta saben a poco, la historia pide más de esos temas pues fueron muy importantes, pero por otro lado es entendible que en algún sitio se tiene que poner él limite pues a buen seguro los casi 5 años de investigación no han dado para un documental sino para una enciclopedia visual del tema. Y por último también echo a faltar opiniones de algún cortometrajista, ya que los tenemos muy buenos en nuestro cine y a buen seguro muchos de ellos influenciados por lo aquí relatado, y sus opiniones también hubiesen sido un buen aporte unido a las opiniones seleccionadas de los ya presentes, con todo esto lo que es Sesión Salvaje es un excelente documento que ya pedía y necesitaba nuestro cine, y que del que cabe esperar una edición física con más material y que hará las delicias de todos, ya sean meros fans o profesionales del medio, pero esto lo necesitamos todos los Cinefagos en nuestras estanterías y en nuestras retinas.
https://fantasticoesp.wixsite.com/fantasticoesp
FANTASTICO ESPAÑOL
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9 de junio de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al contrario de lo que ocurre en In Search of Darkness (que dura más de 4 horas y tiene secuela de semejante duración), este documental, aunque necesario, parece que por alguna razón extraña (ya que iba a ser obviamente para público minoritario), tenía que durar muy poco. Tanto es así que hasta hay momentos del montaje nefastos en los que el nombre de la persona que da su testimonio pasa tan rápido en el grafismo que es imposible leerlo o se cambia de un tema a otro al trote. Está terriblemente mal vertebrado en un sentido narrativo.

Eso mismo provoca que la participación de alguien como Álex de la Iglesia esté absolutamente desaprovechada. Desde casi la mitad al final del metraje, pasa de ser una película fascinante a una charla de bar entre cuatro amiguetes fans del cine "de guerrilla" español que tienen prisa por tomarse la última y a casa.

Una decepción que el gran López Lavigne sea uno de sus principales responsables junto con el dueño de los derechos del 80% de TODO el cine español que se ha rodado y se rueda (el señor Cerezo, lo cual es una ventaja enorme a la hora de poder mostrar cortes de muchísimas películas sin problemas porque él tiene los derechos de explotación, es decir: no dura poco por falta de recursos).

Es llamativo lo TIBIOS y "bienquedas" que son con Pilar Miró: la misma mujer que creó una ley hecha 'ad hoc' para destruir la misma industria del cine que propició las películas de las que hablan en el documental y que los partícipes en el mismo tanto aplauden. Es más, la disculpan y achacan el derrumeb de esa industria a una "evolución del mercado", como si el exploitation no fuese el cine más capaz de adaptarse a lo que le venga por delante en ese aspecto: sean gustos del público, políticas culturales o cambios sociales. Algo me dice que Mariano Ozores ni en broma habría opinado lo mismo sobre la Ley Miró o no lo opinó y prefirieron eliminar ese corte en montaje.

En resumen, un documental extráñamente cobarde, que sólo rasca en la superficie y que deja tan insatisfecho al fan de aquel cine como aleja de él a los más jóvenes que desconocen que ese es el cine por el que Tarantino usa en Jackie Brown una canción de una película de Jess Franco, tiene a La Novia Ensangrentada como referencia en Kill Bill o pone en boca de Al Pacino el nombre del director Romero Marchent en Érase Una Vez en Hollywood.

Pero si hasta hablan de Carne Apaleada como si fuera La Guerra de las Galaxias: asumiendo que es un filme que ha visto todo el mundo:

"No, hija, nooo..."
SrCaronte
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13 de diciembre de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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*El fantaterror y Chicho Ibáñez

Otro de los subgéneros del cine de explotación fue el «fantaterror»: hombres lobo, vampiros, violencia, gore… Sesión Salvaje muestra cómo este género en España no tuvo nada que envidiarle al americano. Los hombres lobo no se habían visto en España hasta que Paul Naschy (o Jacinto Molina, a la española) dirigió La Marca del Hombre lobo. Sus películas tuvieron un gran éxito internacionalmente. Eugenio Martín dirigió Pánico en el transiberiano, un fantaterror que se ha considerado como el origen de Alien. La diferencia está en la forma de producir: no se puede comparar el cine explotaition con la producción de Hollywood.

Sin embargo, hay una personalidad del fantaterror que no se ha apreciado los suficiente en la historia del cine español. Sesión Salvaje no pierde la oportunidad y resalta a Chicho Ibáñez como uno de los mejores directores de su tiempo. Esta afirmación no es una exageración. Incluso el propio Tarantino se ha mostrado como un fanático del cine de Chicho en varias ocasiones. Todos aquellos actores y directores que colaboran en Sesión Salvaje coinciden en que Chicho se quedaba lejos de las pretensiones por ser un gran director. Chicho era el desapego por la autoría. Le interesaba mucho más lo artesanal más que lo industrial y, por eso, su terror es tan peculiar a la vez que magnífico.

¿Quién puede matar a un niño? es una película muy adelantada a su tiempo. La trama pone en tela de juicio si podría matarse a un niño aunque éste fuera un asesino. La crudeza de esta idea indica ya la originalidad y el ingenio de Chicho. Además, el uso de la luz en lugar de la oscuridad para crear mucho más miedo supera incluso a El Resplandor. Y qué decir de las series Historias para no dormir o Mis terrores favoritos, que marcaron un antes y un después en el terror televisivo.

*Drogas y quinquis ochenteros

En los 80, la realidad social de España había cambiado por completo y era mucho más incómoda: aparecían la heroína y otras drogas, España seguía siendo un país en transición y en el País Vasco la situación se volvía muy descarnada. El cine quinqui, cine negro o “black explotaition” incluía nuevos personajes de la realidad social. La figura del navajero o el quinqui estaba de moda y con él, la violencia. Por eso los temas del cine de explotación giraban hacia estas situaciones más reales.

Sesión Salvaje descubre el cine quinqui del mítico Eloy de la Iglesia. El director conocía muy bien a los quinquilleros y la vida de las calles. Por eso, las películas de Eloy eran mucho más reales que las de otros directores como De la Loma. Eloy de la Iglesia estuvo conectado con su momento y en sus películas mostraba la sociedad de la época a la perfección: El Diputado, El Sacerdote, La Estanquera de Vallecas… todos sus títulos parecían haber salido directamente de las noticias de un día normal de los 80.

*Comedias de explotación

Mariano Ozores es el nombre de dirección que resuena en Sesión Salvaje cuando se habla de comedias de serie B. Mariano Ozores se divertía y hacía cómodo el trabajo para todo el equipo: actores, realizadores, cámaras… Hacía explotación de la sociedad contemporánea. Llevaba a la gran pantalla lo que se veía en el telediario y eso acarreaba que las salas siempre estuvieran llenas cuando se estrenaban sus películas.

Entre los actores, los inseparables Fernando Esteso y Andrés Pajares. Los bingueros se convirtió en una comedia llena de gags divertidos y que hacía reír a diferentes generaciones con los mismos chistes, algo imposible en la comedia actual. Quizás pudiera deberse a que los personajes no eran muy complejos y los chistes se entendían con facilidad.

*¿Por qué caducó el cine de explotación?

Aunque muchos atribuyen el final del cine de serie B español o de explotación a la Ley Miró, Sesión Salvaje desengrana un poco más las causas de su desaparición más allá de esta ley. Según la actriz Carmen Carrión, al bloque intelectual les jorobaba la parte industrial por su vulgaridad. Sin embargo, este cine no solo murió por culpa de las corrientes de opinión de la época sino porque todo producto tiene una fecha de caducidad. «La españolada» muere porque todo tiene un fin.

Por un lado, la coproducción había muerto y la producción española ya andaba sin ruedines; la sociedad había superado los tabúes: el sexo y el desnudo en pantalla se había normalizado; el fantaterror quedó atrás para dar paso a otros tipos de terror; la sociedad ya no era quinqui ni navajera, sino que se había transformado y el país se había democratizado.

Sin embargo, el cambio fue poco a poco y no de golpe: el movimiento comercial entró en la industria del cine, que se convirtió en un producto más gourmet y costoso. La explotación y su forma de hacer quedaba muy atrás. Además, el objetivo del cine de explotación era no tener objetivos. Tan solo el director mostraba una historia. Por contra, el cine en la actualidad es muy difícil porque tienes que entender al espectador, pero el espectador no entiende al director.

*Conclusión

Sesión Salvaje es un homenaje a aquel prolífico cine de serie B que parece haber desaparecido de la memoria de la sociedad española. El documental más allá de mostrar todas estas películas y sus características (lo que cumple con creces), se dedica también a intentar explicar de dónde viene el cine actual y establece muchas relaciones de forma indirecta. Así, el espectador va enlazando unos hechos con otros y unas preferencias con otras. Además, los participantes en el documental no podrían estar mejor escogidos: profesionales del cine de explotación, directores del cine actual…

Escrito por Lucia Blazquez
Cinemagavia
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