Juegos de palabras

Esta comedia es divertida e irreverente. Jason Bateman hace bien su papel de enfadado con el mundo, haciendo juego sucio para ganar a los niños del concurso. Esa parte debió explotarse más, porque es la más divertida. El trato con desdén a la periodista, que se va enamorando de él, también es divertido.

Durante el desarrollo, la película cada vez se va acercando más a la clásica comedia familiar, pese a los exabruptos del protagonista.

Es más divertida de lo que esperaba.

¡Huy, qué miedito dan las películas dirigidas por los actores! No sé, parece que no se van a conformar con contar y van a optar por la diferencia insufrible, por darse aires, marcar paquete con pedantería y vacuidad.
Nada, prejuicios, tontos además. Uno más para quitar de la lista. Me guardaré algunos, sin ellos no somos nada; un saco vacío, perdido y encogiéndose.
Al grano. Brillantísima película. Ingeniosa, elegante y divertida. Culta, feroz (blandamente) y muy indie.
Redonda en su modestia inteligente. Artefacto esmerado y preciosista, como desmontar una pieza perfectamente construida y recomponerla con una broma.
En el fondo es muy poca cosa, detrás del juego de palabras, de los diálogos acerados y del cinismo constante, está lo de siempre, cierta moralina, un camino que lleva inevitablemente a algo conocido, banal, obviamente convencional. Pero el recorrido merece la pena, se disfruta, no sobra nada, son 85 minutos densos y ligeros, impecables.
¿Y qué es? ¿Qué cuenta? ¿Cuenta algo? Pues sí. Se podría decir, sin exagerar ni resumir demasiado, que es una carta de "odio" a los padres y, muy relacionado, una sátira sobre los concursos de deletreo, parece ser que muy importantes en los "USA".
Escarnio y rabia. Miserables padres que obligan a sus hijos a convertirse prematuramente en monos de feria. Explotación infantil transformada en espectáculo de masas. Pero bueno, exagero, tampoco hay para tanto, está eso pero muy limado, muy de fondo; en realidad es una comedia amable y facilona; tras el sarcasmo se esconde dulzura comercial; tras el indie, ganas de agradar.

¿Por qué nos gustan los anti héroes? esa galería de personajes apáticos, antisociales, solitarios y que siempre gozan de tener la última palabra. A propósito de esto último Jason Bateman deja de lado sus caracterizaciones sosas y bien intencionadas para hacer su aporte a esta suerte de subgénero.

No sólo protagonizándola sino que en el rol principal, Bateman logra plasmar una ácidez que aunque previsible, es al menos un refresco no sólo para su carrera si no para que el espectador se sienta a sus anchas viendo la impunidad del mal portado, de lo opuesto al protocolo, y se deleite viendo convertidos en hechos lo que con suerte llegan a ser pensamientos fugaces de despotismo.

"Bad words" (2013) resulta atractiva desde el segmento adolescente hacia arriba sorprendiendo por lo inadvertida que pasó en las carteleras del orbe, que no le tuvieron fe a que los "concursos de deletreo" sean tan universales y con expectativa como lo son en Estados Unidos.

Es interesante al menos que el concepto de "venganza mal concebida" (Hollywood reporter) se una de modo aceptable con la introducción a la historia de Bateman, obviando las presentaciones tradicionales y apelando al buen entendimiento del público sobre el carácter de la historia. En este punto, La medida es justa para atraer y no confundir.

Tampoco se puede dejar de mencionar que estamos ante ese lugar algo común que pese a remar contra la corriente, ser lo opuesto a la bondad (a ratos sin mayor explicación ni motivación) siempre hay un fin que genera empatía a la hora del saldo.

El gancho de conocer a dónde diablos irá a parar este desaguisado es una fortaleza del anti héroe de turno. Ayuda también su duración de menos de hora y media, lo que la hace pasajera y con mayores probabilidades de ser mejor digerida. Bateman con ello no se sobrexplota más de lo debido, ya que es quien lleva el peso total, y aunque juega con estereotipos, condescendencia y hace guiños a otras cintas, sale bastante bien parado de esta experiencia en la dirección.

Recomendación:
Aprobado. Una película disfrutable con humor negro para deleitarse.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Esta película con humor ácido y despreocupado, nos engancha bajo la falsa expectativa de estar frente a las cansinas comedias necias que abundan hoy en día las salas de cine y nos reta a descubrir hasta qué punto podemos aguantar. Con un toque de parco misterio que nos hace preguntar cuán patética resulta ser la vida del personaje de Bateman y con una trama demasiado trivial, ligera pero osada dentro de lo que cabe, nos presenta unos personajes que funcionan muy bien en conjunto, algunos gag nos mantienen aún a la expectativa y poco a poco nos roba una que otra sonrisa; para cuando nos damos cuenta que nos ha enganchado y que ya es suficiente, se acaba. No recomendable para toda la familia, por su elevado tono de blasfemias que seguramente terminará por herir algunas susceptibilidades, pero si nos hará pasar un rato agradable. No está mal para ser su primer trabajo como director, sabe lo que nos quiere mostrar y lo hace muy bien, Malas palabras no será una película ambiciosa pero si es una buena película.

Es curioso que cuando vi el cartel de la cinta me llamó la atención pero apenas sabía de que iba así que al ver que la doblaron al castellano me dispuse a verla y me encontré con un híbrido entre un capítulo del deletro de Los Simpson y la película Mal ejemplo. Siendo más bestia que la cinta de Paul Rudd, nos encontramos con una sorpresa inesperada sin llegar a la brillantez de otras cintas del género, logra ser una comedia solvente y divertida por momentos, muy negra y oscura en sus chistes más desagradables relacionados con los niños y la juventud. Jason Bateman como protagonista y director logra una comedia sorprendente y desternillante en algunos planos, en especial cuando hace de las suyas. Es previsible y algunas subtramas sobran, no es una historia original pero sí curiosa y aunque el reparto no llegue a destacar como lo hace Jason si logra cumplir en especial el niño árabe que al principio te saca un poco de quicio.
Está bien dirigida, en especial en las escenas de slow motion y el humor es el perfecto para la cinta, sorprende si vas con expectativas bajas que es a lo que se suele ir con este tipo de cintas pero tampoco es una maravilla pero hay un par de gags bastante memorables como lo de la regla o lo del niño asiático. Interesante.