Morena Clara

Resulta interesante la historieta de la gitana Trini y su hermano graciosillo -ya los había hace ochenta años, parece- Regalito haciendo trastadas en la Sevilla del 36. Risas, baile y fiesta y amoríos con el fiscal de por medio, para una comedia justo en un momento peliagudo de nuestra Historia: la Guerra Civil estaba a meses de iniciarse. Aquí no aparece porque CIFESA, la productora principal en la época, centraba sus éxitos en comedias costumbristas, cuasi provincianas, con la gran protagonista y estrella indiscutible del momento Imperio Argentina.
Vista hoy día la trama resulta pueril y no demasiado interesante, pero hay detalles que sí lo son, y mucho: para empezar la filmación, muy digna respecto de otras producciones de la época -se nota que estamos ante una "superproducción"-; la posibilidad de observar ciertas costumbres de ese tiempo y resaltar la participación de una abogada (!) en el juicio a la pareja de bonachones golfos. Algunos meandros argumentales también sorprenden si pensamos que la película ya es octogenaria -hijos fuera del matrimonio, relación interracial -.
En fin, fue un rotundo éxito y sirvió para encumbrar todavía más a la protagonista. Se puede ver con ojos curiosos y mente abierta ante una comedia ligera perpetrada por nuestros antepasados justo antes de pasarse tres largos años pegándose tiros.

Me resulta muy loable, el sentido didáctico que el canal público de TVE, La 2, lleva realizando con la proyección de muchas películas españolas, casi desconocidas para los jóvenes aficionados al cine en este país. Es la reivindicación de nuestro cine, con sus miserias y con sus virtudes, nuestra cultura y folclore, es el ADN de nuestra identidad como pueblo. Ahora que nacen como setas, tanto independentista indocumentado, que te llama fascista si cuelgas la bandera constitucional de España en tu balcón, mientras que él presume de su pendón ilegal e inventado. Un buen momento de mostrar mucho más lo que nos une que lo que nos separa.

“Morena Clara” es una genuina comedia musical española de 1936, producida por CIFESA, dirigida por Florián Rey y protagonizada por la simpatía, el gracejo, el desparpajo y el salero de la gran Imperio Argentina como la “Trini” y el inefable Miguel Ligero como el “Regalito”. Dos hermanos gitanos que vivirán unas delirantes peripecias dentro de una cierta clase social que les persigue y desprecia por robar unos jamones. Está basada en la obra de teatro homónima de Antonio Quintero y Pascual Guillén. En 1954 se realizó una segunda versión, protagonizada por Lola Flores y Fernando Fernán Gómez. Miguel Ligero repetiría el papel que había realizado en esta primera adaptación, pero reconvertido debido a su edad de hermano de la protagonista a su tío.

Una obra amable y bienintencionada que revela, el racismo, la pobreza social y material pero también la miseria moral y la hipocresía de los privilegiados. Aderezada con canciones populares que canta la gran estrella de los años 30, como “Échale guindas al pavo”, “El día que nací yo” y “La falsa moneda”, del músico Juan Mostazo y el letrista Ramón Perelló, melodías que se han heredado a través de generaciones con innumerables versiones. Unos actores secundarios en los que destaca Manolo Luna como el arribista e intolerante fiscal que desprecia la sabiduría de los humildes. Una muestra más del cine anterior a la Guerra Civil, que gustaba por igual a ambos bandos de la contienda.

Una historia que tiene un interesante desarrollo y desenlace, y que es muy resultona. Vamos, que lo que no hice antañazo, lo he hecho ahora, admirar nuestro casticismo y nuestro folklore en esta comedia musical que fue todo un éxito en su momento y para la que voy a tener algunas y muy buenas palabras.

Así que en lo artístico y técnico, Florián Rey, director y guionista merece para mí toda la consideración del mundo al haber llevado con sabia mano este sainete popular a la pantalla con arte y gracia. La música es de Juan Mostazo y Rafael Martínez, y las letras de Ramón Perelló y Ródenas, autores de todos los temas de la película. Célebres canciones, y acompaña esta cinta la espléndida fotografía en blanco y negro de Heinrich Gärtner, que desprende una nitidez y unas tonalidades excelentes.

El reparto es predominantemente la gran Imperio Argentina con todo su arte y su amplio abanico como actriz y sobre todo como cantante universal de copla. Acompañan actores de gran valía de la época como Miguel Ligero, Manuel Luna o José Calle.

En fin, comedia interesante la que narra el cuento de la gitana Trini y su gracioso hermano haciendo barrabasadas en aquella Sevilla de pre-guerra. Hay risas, baile, juerga y los insospechados y por ello llamativos amoríos del fiscal con la gitana.

Creo que si alguien siente un poco de curiosidad y gusto por conocer otros momentos en España, otras costumbres y a artistas de primera fila del momento, esta comedia ligera construida por nuestros casi inmediatos antepasados, es muy interesante.

Primorosa película de rico costumbrismo social, de fecundo folclore vivo y de elegantes requiebros de copla llenos de desenfado y de admirable naturalidad.
Florián Rey combina el ingenio con la diversión, la frescura narrativa con la profundidad conceptual y el elemento emotivo con la seriedad que la razón impone hasta conseguir que las tramas se ensamblen con soltura.
La presencia deslumbrante de Imperio Argentina aborda el desafío interpretativo y musical con la fuerza que sólo ella poseía y confiere al largometraje todos los factores para convertirlo en inolvidable.
Rinde las defensas del espectador y le deja a merced de las sugestiones de un impresionante espectáculo cinematográfico.

Película que cuando se estrenó ya con el ambiente caliente de la Guerra Civil Española. Aún así se estrenó y fue un estreno simultaneo en todas las provincias, excepto en Cádiz que se estrenó en Algeciras por petición de Imperio, siendo un éxito en taquilla. Sólo lo recaudado en Madrid ya se recuperó la inversión. La guerra civil no impidió que se siguiera proyectando e incluso después de la postguerra.

Fue una época difícil para el cine español... con la llegada del cine sonoro, y gracias a la república, se invirtió en la radio comercial y de la industria discográfica. El cine español despegó con zarzuelas y musicales típicos regionales. Y esta película ingresó 10 veces más que cualquier superproducción americana.

Lo interesante de esta película es el humor que le han puesto al personaje de Imperio Argentina, un humor muy fresco y divertido, que seguro que para la época fue lo más.

Vista ahora, pues es una buena comedia, pero a ratos pierde fuelle. También me he fijado que la fotografía es muy buena, hay secuencias que se nota que han trabajado bastante en captar la mejor fotografía para ese momento.