El capitán de Castilla

Película realizada por Henry King. El guión de Lamar Trotti adapta la novela "Captain from Castile" (1946), de Samuel Schellabarger. Se rueda en exteriores de Méjico (Acapulco, Guadalajara, Morelia y Uruapan) y en los platós de Fox Studios. Es nominada a un Oscar (música). Producida por Lamar Trotti, se estrena en "première" el 25-XII-1947 (NYC y LA).

La acción tiene lugar en Jaén (España), Cuba y Méjico, a lo largo del bienio 1518-19. El joven Pedro de Vargas (Power), tras una disputa con Diego de Silva (Sutton) y para adquirir fortuna, viaja a las Indias (América) en compañía de su amigo Juan García (Cobb) y de la joven Catana (Peters). En Cuba conoce a Hernán Cortés (Romero).

El film mezcla los géneros de aventuras, acción, drama, romance y crimen, a los que añade elementos de familia y guerra. Adapta solamente el primer libro de la novela de Schellabarger, especialista en narraciones de ficción histórica. Guionista y productor cuidan la fidelidad a los detalles históricos gracias a un trabajo amplio de información y documentación. El realizador crea pasajes de acción trepidante, extrae de los actores buenas interpretaciones y consigue una ambientación eficiente y sobria. Es la séptima película en la que colaboran Tyron Power y Henry King.

El realizador, como es habitual en él, se interesa por la dimensión humana de los personajes, en especial por sus ambiciones, frustraciones, deseos, pasiones y debilidades. Envuelve el relato en un aire trágico, muy característico de su estilo personal. Tras la apariencia de un simple relato de aventuras sitúa un subtexto rico en propuestas y sugerencias. Condena la Inquisición y la arbitrariedad y crueldad de los inquisidores. Se posiciona contra el autoritarismo, el despotismo y el fanatismo. Lamenta la utilización de la religión con fines espúreos. Deplora la intransigencia religiosa (odio a los herejes). Aborrece el colonialismo y sus manifestaciones de dominación y explotación. Crea una obra entretenida y mucho más sugerente de lo que parece a primera vista.

La música, de Alfred Newman, que incluye 25 cortes, refuerza el sentido de la acción con melodías intensas y apasionadas. Los temas "De Vargas' Terrace" y "Pedro y Luisa" recrean la música española del s. XVI. Sobresalen "Catana", "Catana's Love", "Catana's Dance" y, sobre todo, la marcha final "Combat". La fotografía, de Arthur E. Arling y Charles G. Clarke, cuida mucho la imagen, a la que da un tratamiento casi pictórico. En varios planos finales aparece en erupción el volcán Paricutín (Uaracan), que emergió en 1943.

Me he visto gratamente sorprendido por esta película. No esperaba un film de aventuras estrenado en 1947 con tan buen ritmo. Cuando advertí que la película duraba más de dos horas, me preparé para las habituales lagunas que las películas de aventuras de más de 60 años tienen por lo general. Sin embargo, en ningún momento me aburrí ni miré el reloj. Me gustó mucho el tratamiento respetuoso que se da a temas bastante polémicos como lo son "la leyenda negra" sobre la colonización española de América. Siendo católico me pareció que la crítica a la Inquisición se hace con altura y respeto sin dejar de ser contundentes en su rechazo. De las actuaciones me pareció muy correcto el desempeño de Powell, Lorre y Peters y me impresionó la presencia de Cesar Romero como Hernán Cortés. Me gustó mucho como se muestra la precariedad de la llegada de los españoles a América y cómo en cada decisión que se toma se juegan la gloria o la muerte. En fin, un muy recomendable film de aventuras al cual no lo afectó para nada el paso del tiempo.

Inconcluso largometraje sobre un personaje polémico en su peregrinaje tras el oro de Montezuma II, primera película del conquistador ladrón, asesino, pagano, diestro, soberbio, estratega Hernán Cortes, traería consigo la mortal Viruela al nuevo mundo, erradicada en la década de los 70, historia de los últimos emperadores aztecas Cuitláhuac y Cuauhtémoc, un hombre que se alzaba en armas contra sus propios compatriotas, marqués y gobernador.

Primera parte, aventura en la España de 1518, el filme trata en realidad sobre la vivencia de uno de sus futuros lugartenientes, Pedro de Vargas, un Don Juan con múltiples amoríos se verá envuelto en otro lío de faldas, bajo el dedo indicé del inquisidor Diego de Silva, cargos de herejía serán dados contra él y su familia, se enrola a la expedición de Cortes a México.

Segunda parte, en reconocimiento es nombrado Capitán Castilla, otro enemigo se les suma el gobernador cubano Diego Velázquez que ansia los mismos réditos de Cortes y el regreso de su antiguo enemigo del Capitán Castilla, el señor inquisidor ahora con más poder sobre las tierras nuevas, enviado del Rey.

Otra de las novelas compradas por Darryl F. Zanuck, entre ellas Leave Her to Heaven, Forever Amber, Dragonwyck, Anna and the King of Siam. Un Tyrone Power vs John Sutton, la acompañan Jean Peters y Barbara Lawrence, mega producción con 20mil extras, filmada bajo cenizas del el volcán Parícutin, con planos paradisíacos de Acapulco, Michoacán y Veracruz México. Los primeros nominados a interpretarlos fueron Cornel Wilde como Pedro de Vargas, Fredric March como Cortés, José Ferrer como Coatl y Alan Reed o William Bendix para interpretar a Juan Garcia. Una adaptación radiofónica en 1949 con Cornel Wilde como Pedro y Jean Peters por Lux Radio Theatre.

Películas sobre cortes, La otra conquista 1998, Aztec Rex 2007
Series Carlos, rey emperador 2015, Hernán 2019.

Interesante película de género aventuras con el excelente Tyrone Power. Como suele ocurrir con las cintas de Henry King, la trama es interesante y los parajes muy hermosos. Las actuaciones son correctas y la presencia imponente de César Romero le da un toque de distinción a esta correcta película. La historia se sustenta en varios elementos dignos de destacar: nuestro Héroe, la perversidad del Santo Oficio y por último las aventuras del protagonista en tierras aztecas. Lo que encontré en contra si, es la duración que me parece un tanto excesiva.
Recomiendo su vista a los amantes de las películas de Aventuras y los que gustan de una buena cinta.

Obviamente una película no tiene por qué ser fiel a la realidad para ser buena. Pero si pretende mostrar hechos históricos tal y como realmente ocurrieron, al menos ha de documentarse decentemente.

Este no es el caso de esta película ya que varias alusiones históricas han sido deformadas en pro de un mayor dramatismo. Para conseguir este efecto, no hay nada como hacer que el espectador se sienta indignado ante alguna injusticia. En este caso se recurre a un puñado de tópicos extraídos de la "Leyenda Negra" sobre España que fue forjada, sobre todo, en los países de influencia británica y protestante donde, como sabemos, no se cometieron esas atrocidades que adjudicaron a los españoles, no. En la película se nos presenta la crueldad sin límites de la Inquisición representada en su jefe "supremo" Don Diego de Silva (¿qué haría un cargo tan importante en España en la expedición de Cortés?), así como la ambición por el oro (también sin límites) de los conquistadores españoles y se habla de ellos como de un puñado de desarrapados encabezados por el obsesivo Hernán Cortés (erróneamente interpretado por César Romero quien no para de sonreír pase lo que pase). A ellos se les contrapone la nobleza intrínseca de los indígenas que solo es puesta en entredicho por unas sospechosas manchas de sangre mal pintadas en la pirámide y la "filosofía" barata del indígena Coatl diciendo a Pedro: "Nosotros no fuimos a hacerlos esclavos" ante la cual Pedro solo puede reaccionar con una expresión de culpa. Claro, aquellos indígenas nunca vinieron a España, pero ese noble indio debía saber que los mexicas, su gente, construyeron su imperio exterminando a los pueblos de Centroamérica. Pero, además ese indio parece estar al tanto de este sincretismo religioso que ahora está de moda: Cuando Pedro argumenta que solo hay un Dios verdadero, Coatl le responde: "Quizás su Dios y mi Dios son el mismo Dios. Quizás solo los llamamos con nombres distintos" y el asunto queda zanjado así, con esa "profundidad".

Nadie duda de que la Inquisición fuese una institución terrible, pero no fue creada por el emperador Carlos I como se dice en la película, sino un instrumento creado en 1184 para acabar con la herejía cátara en Francia. La Inquisición fue apadrinada por la Corona de Castilla en 1478 a instancias del Papa Sixto IV para descubrir a los "judeoconversos" y los Reyes Católicos instauraron el Tribunal del santo Oficio para controlar la pureza de la fe en todos los territorios conquistados. Repito, aquello fue terrible, pero fue utilizado por los protestantes como "chivo expiatorio" para lavar su mala conciencia, y sus manos de paso. Sobre la Leyenda negra de la Inquisición, consultar: PETERS, Edward (1989). "Inquisition". University of California Press.

Todo lo anterior no es achacable a Henry King, el director, sino a la novela de Samuel Sellabarger y, sobre todo, al guión subsiguiente de Lamar Trotti, autor de "El joven Lincoln" (1939) y "Wilson" (1944) y "Luces de candilejas" (1954).

King saca bastante partido de la ambientación y de las escenas de acción como buen experimentado director con películas como "Tierra de audaces" (1939), también con Tyrone Power además de Henry Fonda. El ritmo de la película está bastante conseguido salvo en algunos "frenazos" impuestos por el desarrollo de la acción paralela que es la venganza de Pedro y sus amoríos, etc. Se agradece las presencias de Lee J. Cobb y de Stella Inda ("Los olvidados", de Buñuel, 1949) en el papel de La Malinche, aunque sus personajes son tan simples como todos los demás, cosa habitual en este tipo de películas.

Sin esa pretensión de historicidad, "El capitán de Castilla" podía haber sido un western correctamente realizado y entretenido con solo cambiar a Cortés por el general Custer al frente del 5º de caballería y antes de su derrota.