El luchador

Walter Hill. el mejor heredero del cine de Sam Peckinpah, está prácticamente semiolvidado en nuestros días. Lo cuál me parece injusto. Si hacemos una retrospectiva de su cine encontramos películas más que apreciables ¿acaso alguién puede considerar "El último hombre" un mal film aunque sea un remake? ¿Y que decir de "Forajidos de leyenda" que supueso un broche al western que no sería superado hasta los "Bailando con lobos" de Costner o el "Sin perdón" de Eastwood. Sin olvidar a "La compañía Bravo", "The Warriors", "Calles de fuego"...
Creo que hay material de sobra en Hill para ver un ciclo con el que sacar conclusiones y enseñanzas positivas.
"El luchador" fue su primera película y creo que hace un trabajo magnífico para ser un primerizo. La combinación de la acción y el drama, tan poco habitual, encaja de manera perfecta y el tono sombrío y de tristeza del film está presente en todo momento en esta historia de eternos perdedores.
Es verdad que el guión es flojo, articulado en torno a tres combates, pero eso no hace que lo mejor de la película decaiga mucho, como es la forma de rodar de Hill, las estupendas interpretaciones y la magnífica fotografía de Philip H. Lathrop.
Charles Bronson, gran actor de sí mismo, demuestra que con 45 años se puede estar en forma para acudir a los juegos olímpicos.
La belleza de Jill Ireland, mujer en la realidad de Chales Bronson (no tenía mal gusto ¿eh?) es incomparable en esa inolvidable escena en el bar donde se conocen y le pide un café.
Y que decir del más grande, James Coburn, a mi juicio uno de los mejores actores de todos los tiempos del cine norteamericano, que encarna a un manager pícaro, bebedor y ludópata pero buen hombre al fin y al cabo.
Una buena cinta también de lucha, con combates bastante logrados, que tuvo su influencia posteriormente como la pelea en la jaula donde la veremos con posterioridad en "Rambo" o "Mad Max 3".
En definitiva una película que se acerca a esos años de la Gran Depresión de la década de los 30 que tuvieron que soportar muchos estadounidenses y que hacía que cada día la gente tuviera que buscarse la vida para subsistir literalmente hablando.
Altamente recomendable.

Sensacional película que nos muestra el lado oscuro y duro de la vida, todo un ejemplo de lucha por la supervivencia en una época donde la ley del más fuerte impera sobre todo lo demás.

Excelente Charlie Bronson en el papel de rudo luchador callejero, un hombre marcado por una existencia desafortunada y que únicamente encuentra refugio en lo que verdaderamente cree y sabe utilizar, sus puños, puños que a modo de martillos implacables destrozarán a todo aquel que se interponga en su humilde y sencillo camino, puños que jamás lo traicionan y con los que conseguirá sobrevivir a aquellos "Hard Times" de principios de los años treinta.

Grande entre los grandes encontramos a un James Coburn, fantástico en el rol de manager, vividor y estafador aportando ese toque de maestría en el arte de la interpretación tan en desuso en los tiempos que corren.

En definitiva un notable film que nos sumerge en un viaje por el tiempo, por la ciudad de Nueva Orleans en época de la Gran Depresión, con toda una caterva de personajes de los bajos fondos, que únicamente tienen por esperanza vivir día a día sin pensar en lo que la vida les deparará.

Película recomendable, sin ningún tipo de duda.
Notable.

Esto para mí es cine en estado puro, sin artificio, sin artilugios, sin retóricas baratas, apoyándose sólo en el mero placer de una historia bien contada, que en sí no es deslumbrante, pero que deslumbra y agrada en su sencillez. Los personajes están conseguidos con muy pocas pinceladas, sin apenas hablar Bronson dice más que muchos actores en películas de 3 horas.
Diré, para terminar, que esta es una película de narrativa simple y de una historia poco impactante, pero de personajes fuertes y logrados en apenas unas pocas pinceladas, y a la que su justa duración te queda con ganas de que el metraje se hubiera alargado otros 30 minutos más.

Memorable y, en algunos aspectos autobiográfica película de acción/drama, donde Charles Bronson en la recta final de su carrera, (en cuanto a éxitos se refiere), interpreta a un rudo hombre al que la vida ha puesto en más de un apuro. Sólo su constancia y tenacidad le harán sobrevivir en un mundo despiadado y cruel, un mundo que no acepta a los débiles y sí a los luchadores.
Junto a Bronson, el desaparecido James Coburn y la también desaparecida Jill Ireland, quien fuera mujer del intérprete, conforman el elenco de una impactante y triste película.

No se podía debutar con mejor pie. Walter Hill escribe y dirige una estupenda película rebosante de calidad con un fantástico trio protagonista. Una magnífica historia sobre un tipo duro (soberbio Charles Bronson), que se gana la vida haciendo un poco de todo en los tiempos de la Gran Depresión. Un buen día conoce a James Coburn, un jeta que malvive de las apuestas que realiza organizando peleas clandestinas. Una vez de que Coburn comprueba las aptitudes de Bronson peleando, organiza una serie de combates que le hacen ganar mucho dinero a costa de un ricachón que ve como, uno tras otro, sus hombres caen derribados a manos de Bronson. Sin embargo, esta vez tendrá que enfrentarse a un contrincante más fuerte y mejor preparado por una desorbitada suma de dinero.