Los aires difíciles

Las razones por las que una película llega a un determinado espectador pueden ser muchas y muy diferentes. No he leído la novela de Almudena Grandes, pero es evidente que a Herrero y a la Sinde se les han tenido que quedar cientos de páginas por el camino, así que no puedo entrar en la habitual, y más bien inútil, polémica al respecto (siempre he pensado que las mejores adaptaciones cinematográficas son las de novelas malas que no ha leído nadie). Pero si hay un motivo por el que recomendaría sin reserva esta película (y que justifica al menos seis de los siete puntos con que la he obsequiado) éste tiene nombre... y apellido también: Cuca Escribano. No la había visto nunca, que recuerde, y esta noche cae "Poniente", que tengo en una cinta de video desde hace años y nunca encontraba el rato. Hacía mucho, mucho tiempo que no me creía un personaje de una película española como lo he hecho con su más bien architópica asistentita. Convertir esa serie de clichés encadenados en una mujer de carne y hueso (¡y qué carne!) sólo está al alcance de fueras de serie. Lo que habría podido hacer Cuca con el papel de Penélope Cruz en "Volver" no es difícil de imaginar.

Gerardo Herrero es un director interesante, aunque con bastante altibajos en su carrera. Almudena Grandes es una interesante escritora pero no tiene la novela perfecta. Nos encontramos que estos ingredientes son la base de una película que podría haber sido mejor. Se queda a medio camino de llegar a mostrar la plenitud de historias que puede albergar. Es verdad que se sigue con interés con respecto al thiller que esconde y su final sorpresa. Los actores sobresalen sobre el relato, sobre todo el estupendo José Luis García Pérez, un actor que le falta dar el gran salto para ser apreciado tanto por la critica como por el gran público (aunque "el pequeño público" lo conoce desde hace tiempo). El personaje de Carmen Elías se nos queda pequeño (aunque ella haga un papel muy contenido en el cual adivinas que detrás hay una gran historia...que según parece tenemos que leer en el libro) y el de Cuca Escribano es un personaje sencillo, amable y buscando lo bueno de la vida, sin más compliaciones (aunque ella la realidad le de de frente). Tal vez pasa por temas complicados por encima, y el giro del guión con flash back constantes hace que el espectador en algunos momentos se pierda en el hilo de la historia, pero no deja de ser una historia pequeña, amable y agradable de ver y con unos paisajes que hace que se plante una marcharse a Cádiz a iniciar una nueva vida en esas bellas playas donde el aire cambia la vida.

Me gusta el cine español y de vez en cuando apetece ver algo hecho en nuestro país. Había oído hablar mucho de la novela de Almudena Grandes, pero no he llegado a leer nada de ella, aunque me lo estoy pensando. Después de ver esta película tengo curiosidad por conocer la novela en la que está basada. Lo que me animó más a ver lo último de Gerardo Herrero es que está ambientada en mi tierra, Cádiz, en el pueblo de Chipiona, aunque resulta que las localizaciones son en Zahara de los Atunes y Barbate. La peli no está mal, aunque tampoco es para tirar cohetes. Descubro en ella a varios actores como es el caso del protagonista principal, Jose Luis García Pérez, que me ha sorprendido gratamente, y la actriz Pilar Castro, que también me ha parecido de lo más atractivo del film en cuanto a interpretación. A Cuca Escribano ya la había visto trabajar en Arrayán, una serie de televisión andaluza y en la película Poniente. Es una buena actriz, pero aquí exagera hasta el ridículo el papel de andaluza de pueblo. Siendo como es actriz andaluza, no le hacía falta exagerar de tal manera nuestro acento, al igual que el niño que interpreta a su hijo. En cuanto a la estupenda Carmen Elías, a mí siempre me ha encantado esta actriz, es elegante, atractiva, con una voz maravillosa, qué pena que no le den más protagonismo aquí. Roberto Enríquez está bastante bien, se va afianzando como uno de nuestros actores más destacados. Aquí le tocó uno de los papeles más desagradables del film. Antonio Dechent está magnífico, una vez más, y creo que el actor que interpreta al hermano retrasado del protagonista se llama Andrés Gertrudix, lo hace realmente bien, sín caer en ningún ridículo. Lo hace creible al 100%.
Merece la pena darle al menos un visionado.

Interesante y adulto drama, con momentos de tensión psicológica con las apariciones de Nicanor en busca de Alfonso y no menos eróticos. Hasta el final mantiene el interés sobre el misterioso suceso pasado del que huye esa familia destrozada.

Lo mejor: los actores adultos, en este orden de mejor a peor, y teniendo también en cuenta cómo están escritos sus correspondientes personajes: Antonio Dechent (9.4), José Luis García Pérez (8.0), Andrés Gertrudis (7.8; os aseguro yo, con experiencia de primera mano, que interpreta creíblemente al retrasado), Cuca Escribano (7.5), Roberto Enríquez (7.5), Pilar Castro (7.3), Carmen Elías (7.3).
Lo peor: los niños, sobre todo el de acento cerrado y escasísimo talento; ciertos artificios en la estructuración.

Gerardo Herrero no destaca, desde luego, por ser un director notable. Su trabajo como realizador no pasa de discreto, y es en su faceta como productor donde su aportación al cine se hace más destacable.

A pesar de no haber hecho ninguna gran película (aunque “El principio de Arquímedes” era un trabajo más que digno), Herrero sigue empeñado en ponerse cada vez con más frecuencias detrás de las cámaras.

En “Los aires difíciles” nos vuelve a dar más de lo mismo. Poco talento, bastante mediocridad, interpretaciones irregulares, algo de buen oficio...

El resultado, una película que se deja ver sin mayores problemas. La típica historia de vidas nuevas, pasados ocultos, soledades que se encuentran, grandes o pequeños amores y desamores....

Todo el desarrollo de la trama está narrado con oficio, y consigue interesarnos las relaciones entres estos seres solitarios, aunque se desaproveche algún personaje como el de Carmen Elías o haya alguno, como el de Cuca Escribano un poco interpretado pasado de rosca.

También está bastante bien contada esa historia de amor en flash-back, con una Pilar Castro, siempre eficiente. Sin embargo, el último giro del guión es bastante pobre, y hace que volvamos a recordar la mediocridad de su director.