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El empleo

Drama Una gran empresa hace una convocatoria pública para cubrir varios puestos de trabajo. Al llamamiento acuden muchos jóvenes, entre ellos Domenico, un muchacho de provincias que se queda prendado de Antonietta, otra aspirante. Los dos se despiden con la esperanza de encontrarse de nuevo como empleados de la empresa. Ambos son seleccionados, pero a Domenico le asignan el puesto de ayudante de conserje, y los diferentes turnos y tareas les ... [+]
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
23 de abril de 2010
39 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una felicísima recuperación de las mejores tradiciones del neorrealismo italiano se dan cita en "El empleo", obra de Olmi ("El árbol de los zuecos"). Obra de apabullante sencillez, a ésta se fusiona toda una notable profundidad sobre un problema concreto (aquí, la precariedad laboral, como en "Ladrón de bicicletas") y a su vez, una historia de amor preciosa, díficil y simple a la vez.
Interpretada por actores desconocidos, parte de un desarrollo preñado de enorme sensatez cinematográfica y argumental, con una puesta en escena espléndida, que logra una primera parte de película verdaderamente magistral.
Es la historia de un joven que va en busca de su primer empleo. Allí conoce a una chica, y ambos parecen gustarse, pero una vez son admitidos al empleo, se dan cuenta que no coincidirán ni siquiera para comer.
"El empleo" plantea, pues, el aburrimiento de la vida cotidiana y lo hace desde un punto de vista dramático, pero sin caer en tremendismos y con algunos logros humorísticos. Una magnífica película.
kafka
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14 de enero de 2007
33 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contiene un primerísimo primer plano del protagonista donde su rostro refleja todas las miserias de la sociedad italiana durante la posguerra que se puede extrapolar a la pura y dura cotidianidad de estos dias. La cara del actor, que no es profesional, explica toda la película a la hora de buscar el título de la misma.Me parece una película excelente sin pretensiones de ninguna índole, sólo mostrando la auténtica realidad
aficcione
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12 de enero de 2015
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente Il Posto (El Empleo, 1961) es la obra maestra del cineasta italiano Ermanno Olmi. Con guión conjunto del propio Olmi y Ettore Lombardo la historia a se ubica en la Italia de los años sesenta, nación que ha iniciado un proceso de modernización e industrialización después de pasar los duros años de la posguerra. El Empleo ganó el premio al mejor director en los premios de David de Donatello en el 1961 y la Espiga de Oro en el festival de Seminci de 1962 celebrado en Vallalodid.

A pesar de que ya han transcurrido más de cincuenta años desde que se estrenara el filme, la película sigue totalmente vigente e incluso ha cobrado con el tiempo una nueva pátina que aún le da más valor por anticipar uno de los males contemporáneos como es el de la Búsqueda de una vida estable. La película puede adscribirse al nuevo Cine italiano, una corriente profundamente renovadora dentro del cine mundial (y sobre todo en el contexto europeo) que quedó enturbiada por la importancia que el neorrealismo había tenido en el país de la bota (de hecho para algunos historiadores el Neorrealismo ya puede considerarse una corriente de los Nuevos Cines).

La película nos presenta la historia de un joven llamado Domenico e interpretado por Sandro Panzeri (que realiza una grandísima interpretación). Pertenece a una familia humilde y necesitada de una nueva vía de ingresos, por lo que el joven muchacho se ve abocado a la búsqueda de un trabajo. Esta circunstancia forma el eje de la película, y todo alrededor del filme girará en torno a esta búsqueda. La película se ambienta en Milán como otras películas del cineasta, como podrían ser Un certo giorno (Un cierto día, 1969) o La Circonstanza (La Circunstancia, 1971). De hecho el filme presenta una gran carga autobiográfica[1] pues como nuestro protagonista principal, Olmi trabajó en una compañía de Milán durante diez años.

Nuestro protagonista encuentra un trabajo, pero antes deberá pasar por multitud de pruebas de selección, junto con otros compañeros. El Empleo se dedica a realizar una radiografía abrumadora sobre estos infinitos procesos que degradan totalmente a los trabajadores que se presentan para la selección. El filme nos deja múltiples secuencias en las que Olmi se explaya. Por ejemplo, con los planos en los que vemos a los trabajadores agrupados en una misma sala, esperando ansiosos a que les avisen para ir a realizar las pruebas, una imagen que no está demasiado lejos de la de un matadero. Pero sobre todo, donde se retrata mejor la absurdez de todo el proceso es en la entrevista delirante que le realizan a nuestro protagonista, y en la que este ni siquiera puede aguantar la risa ante la ristra de absurdas preguntas que le hacen.

En Medio de este proceso de selección, nuestro protagonista se enamora de una de sus compañeras que también se presenta para la selección, y que interpreta Loredana Detto. Entre ambos surgen una bonita amistad que Olmi rueda con inocencia, aunque sin que acabe fructificando en una relación.

La gestualidad es ciertamente importante en El Empleo. Nuestro protagonista interpretado por Panzeri encarna un personaje tímido e introvertido que expresa más sentimientos con sus contenidos gestos que no con sus diálogos. Olmi también nos muestra este mutismo en la familia del protagonista, y en diversas secuencias vemos como se establece una curiosa conversación hecha exclusivamente con mímica.

El mutismo también llega a las formas del filme. Olmi no recurre en exceso a la música, que aparece en pocas ocasiones a lo largo de la película. Por el contrario, El Empleo recurre a largos silencios que tienen un trasfondo importante en el filme. Por ejemplo, gracias a ellos Olmi denuncia con más intensidad la alienación que sufren los protagonistas o el aislamiento del trabajador (en este segundo sentido, son más que significativos los planos que nos muestran a nuestro personaje, una figura empequeñecida, divagar por el pasillo de la oficina).

Sin duda alguna, la secuencia final es la parábola perfecta de lo que el filme ha ido desarrollando a lo largo del metraje. Uno de los trabajadores en la oficina fallece, y es el desencadenante para que surge el arribismo y los propios trabajadores se despedacen entre ellos con tal de conseguir el puesto vacante (nuestro protagonista será un testigo de excepción en este proceso). Es decir, el filme nos muestra como la clase trabajadora está totalmente alienada por los valores burgueses de prestigio y ascenso social, y no es capaz de asumir las degradantes condiciones económicas en las que el propio trabajo le sume.

[1] Bert Cardullo, European directors and Their Families, Ed. Scarecrow Press, Maryland 2012, pp. 76

https://neokunst.wordpress.com/2015/01/12/el-empleo-1961/
Kyrios
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7 de junio de 2012
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del director Olmi, un Lombardo que cae en el cine italiano como espécimen extraño gestado en el documental:

Cine marginal heredado del neorrealismo en el abatimiento de la posguerra. Como si estuviéramos convalecientes de una pesada enfermedad. En un ambiente triste y deprimente. Los personajes y sus patéticas vidas se mueven en la burocracia mas aburrida y tediosa que se pueda imaginar.

Como un entomólogo, Olmi nos lleva al interior del ser humano ara ver a través de los ojos de mosca a punto de ser aplastada, de un joven todo ese sórdido basurero que anida el alma humana desde la depresión de una guerra recién terminada. Los personajes claramente Kafkianos nos hacen sentir una pesadez de enfermedad que casi nos asfixia. Y que la única ventana podría ser ese atisbo de un amor en la mas tierna adolescencia en medio de ese lúgubre mundo del Milán de los 50`s

Monotonía en la vida diaria, lo cotidiano en el trabajo: las mismas caras, los mismos clientes, los mismos problemas familiares. Vida maquinal sin aspiraciones de superación. Rutina que mata.

Parece que el único camino a la salida del túnel es el cine sin censuras, sin limitaciones, que parece salir por la válvula a presión del espíritu libre de seres como Olmi. espíritus que son encerrados por el sistema y la presión económica de la necesidad de tener un empleo como medio único e inefable de sobrevivencia y que a la misma vez es la tumba.
RAMON ROCEL
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2 de agosto de 2008
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Olmi vuelve a realizar un perfecto retrato cinematográfico de la realidad de la vida como ya consiguiera con El árbol de los zuecos, en aquella ocasión de la dura vida en el campo, y ahora de la vida cotidiana en una ciudad industrial como Milán en los años 50.
La historia principal de la película relata el acceso a un empleo en una importante empresa de Doménico, un joven tímido que vive modestamente con su familia a las afueras de la gran ciudad. Sin embargo, yo lo que más recuerdo de esta entrañable película es el amor que siente este chaval por una atractiva jovencita que conoce en las pruebas de acceso al empleo. La vida es así en muchas ocasiones e identificarse con lo que le ocurre al protagonista no es nada difícil. Por todo ello, me parece un film inolvidable y altamente recomendable que me produjo una profunda impresión y que no he parado de buscar hasta conseguirlo, aunque sea en versión original subtitulada.
Por último, darle las gracias a Garci por permitirme descubrirla en su programa "Qué grande es el cine".
jano
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