El tulipán negro

(Crítica dedicada mi amigo Ninfoman, que tiene la paciencia de leer todas y cada una de mis críticas y que después de ello me sigue dirigiendo la palabra. Muchas gracias.)

Cuando a finales de los 70 (¿o era a principios de los 80?) emitieron esta peli en TVE, todos los chavales de mi clase, al dia siguiente, querian ser el Tulipán Negro. Esa mezcla de Robin Hood, Dick Turpin, El Zorro, El Coyote y el Llanero Solitaro hacia arder el ímpetu guerrero de aquellos jóvenes corazones.

Vista hoy, más de 30 años después, parece que hemos ganado en perspectiva cinéfila o que nuestros corazones han perdido ímpetu guerrero, porque la decepción ha sido mayúscula. La trama bebe claramente del folletín dieciochesco (bueno, al fín y al cabo se basa en la novela de Alejandro Dumas Jr.), con sus líos de faldas (que aquí han sido sagazmente recortados; ¿cosa de la censura?) y sus escenas de acción espadachinesca (que aqui se resuelven pobremente, acercándose más a una peli de Bud Spencer y Terence Hill que a Los Tres Mosqueteros).

Además el Sr. Delon no tiene aquí una de sus mejores interpretaciones (y no porque no sea un buen actor, como habia demostrado ya en "Le Samourai" o en "A plein soleil"). Como curiosidad, se buede contemplar el buen hacer de actores patrios como Adolfo Marsillach (interpretando al inspector de policía) o Laura Valenzuela (haciendo de criada).

A comienzo de la revolución francesa de 1789, en medio del desconcierto, un enmascarado ataca y a las autoridades revolucionarias. La policía cree que se trata del conde de Saint Preux [Delon] y en una emboscada le marcan en una mejilla. Por fortuna el conde tiene un hermano gemelo y es éste el que asistirá a la reunión de la nobleza para obtener información sobre un destacamento mercenario contratado por el rey ante el peligro que corre su vida y su familia. Saint Preux, apoyando a un grupo de republicanos desmadrados, vuela un puente con pólvora robada y consigue que los mercenarios no entren en París. A todo esto hay de por medio una hermosa [Virna Lisi] casadera que ha dejado plantado a su novio en el altar y está por todos los huesos de Saint Preux o de su hermano gemelo, que para el caso tanto monta.

Comedia de entretenimiento de ambiente histórico. No se puede ver con ojo crítico porque te cabrea al instante. Nada del otro mundo, simpática con el aliciente de ver juntos a Delon, la Lisi y Adolfo Marsillach, que en su vida se la ha visto más gorda.

Que ojos tiene Alain Delon. Que azul, que azul, en una mirada inolvidable, casi melancólica.

Que rostro más bello tiene Alain Delon. Que barbilla, que nariz, que mandíbula. Que conjunción biológica tan soberbia y tan... francesa.

Que boca tiene Alain Delon. Y la sonrisa, su sonrisa que hace perder la noción del tiempo, del espacio, del mundo entero.

Que atractivo el de Alain Delon. Portentoso carisma, entre lo pasivo y lo sensual, entre la hombría y lo juvenil. Indescriptible.

Estoy enamorada de Alain Delon.

Ah, que había que comentar «El tulipán negro»... Pues que es una simpática payasada con un Alfonso Marsillach pletórico, Cáceres y Trujillo queriendo ser Francia, y espadachines en una exaltada e imaginaria Revolución Francesa.

Y sale Alain Delon por partida doble.

Film de aventuras de capa y espada concebido como una producción entre Francia y España (se rodaron exteriores y cabe destacar las apariciones secundarias de Laura Valenzuela y Adolfo Marsillach interpretando al Prefecto de Policía que quiere dar caza al héroe de la función), aunque parte del presupuesto y reparto artístico proviene del país galo. Alain Delon, muy de moda entonces, interpreta el doble papel del aristócrata Guillaume de Saint Preux que a escondidas se convierte en el temido Tulipán negro que roba a los ricos para dárselo a los pobres. Por otra parte está su hermano gemelo Julien que lo suplantará tras haber recibido una señal por sablazo en una mejilla, como signo delator.

Esta entretenida cinta (con una trepidante banda sonora de Gérard Calvi) basada en la novela de Alexandre Dumas y ambientada en la Francia Pre-Revolucionaria (la acción se desarrolla en 1789) es obra de Christian-Jacque, que ya había dirigido otra película de género, “Fanfán el Invencible” (Fanfán la Tulipe, 1952) con Gerard Philipe.

La más conocida de todas las coproducciones europeas de los años 60 en las que participó la productora del inolvidable José Luis Dibildos, Ágata Films. Se trata de una sugestiva y lograda película de aventuras y amores localizada en el marco de la Revolución Francesa que tiene un prólogo muy acertado y una música que tiene el adecuado tono legendario. Nada menos que el mítico Alain Delon se hizo cargo de interpretar el doble papel protagonista, y lo hizo con decoro y una acusada gracia en los gestos que ayudó a hacer más simpático un relato que admite tonos diversos. Christian-Jaque aprovecha perfectamente la belleza de los exteriores donde transcurre la historia, y en las escenas interiores destacan unos notables decorados que están muy bien planificados. La puesta en escena es correcta y las escenas de acción están filmadas con pericia. Respecto al desdoblamiento de personalidad del héroe se puede decir que no está aprovechado del todo y que podía haber dado más de si. Es una película que conserva un encanto muy particular, y ese encanto es inseparable de una época muy concreta por lo que bien puede afirmarse que "El tulipán negro" es una película para nostálgicos.