Normandía al desnudo

Philippe Le Guay el director veraneaba en su infancia en esta zona de Normandía llena de agricultores y ganaderos, cuando vio una exposición de fotografías del artista norteamericano Spencer Tunick se le ocurrió la idea de que pasaría si un fotógrafo de desnudos llegara a una región como esa, e intentara hacer una fotografía desnudando a toda la población.

De esa idea parte la historia que originó el guión de la película que escribió junto a Olivier Dazat. El fotógrafo Tunick es cambiado por Blake Newman que interpreta el británico Toby Jones. El carismático alcalde es Georges Cluzet (Intocable) quien dota al personaje una personalidad extraordinaria. También aparecen Julie Anne Roth, Vincent Regan y Colin Bates.

Philippe Le Guay con películas interesantes en su haber como "Las chicas de la 5º Planta" o "Moliere en Bicicleta" dirige con aires de "Full Monty" o "Las chicas del calendario" pero sin tanto acierto, porque los personajes son demasiados y poco interesantes o poco relevantes en la historia que cuenta. Eliminando la comedia y sustituyendola por todo tipo de problemas de los lugareños con diálogos bastante pobres y sosos. Eso hace que la película se torne algo pesada y aburrida sin poco o nada de complicidad con los protagonistas.
Destino Arrakis.com

El veterano director francés se quedo en la zona de Nomandia tras acabar su anterior película, aquí ha tenido en cuenta las populares y polémicas fotografías de desnudos colectivos de Spencer Tunick para inspirarse en esta comedia reivindicativa social. Entre los anteriores trabajos del director destacan “Las chicas de la 6 planta”, Moliere en bicicleta” y “Florida”.

Estamos acostumbrados en la historia del cine, en ver muchas películas donde se ha usado el desnudo como forma reivindicativa, a todos nos viene a la memoria, la maravillosa “Full Monty” o “Las chicas del calendario”.
En esta ocasión los habitantes del pueblo de Mêle-sur-Sarthe se han visto afectados muy gravemente por la crisis ganadera y agrícola. Como el gobierno no les hace prácticamente ni caso deciden tomar una decisión que les valga la pena y que hablan de ellos en todos los telediarios.

La película pretender ser un homenaje a todos aquellos que decidieron vivir en los pueblos, abandonando las grandes ciudades y luchando por sus derechos. El alcalde del pueblo en el papel del gran François Cluzet es el encargado de ir convenciendo a todos los vecinos.

El director ha conseguido una gran historia de comedia humana, donde cada desnudo es una lucha de cada vecino, queda reflejado que sabe dirigir tanto una comedia de amor como una historia de corrupción política.

Dentro del elenco de actores aparte de los grandes trabajos de los habitantes del pueblo, destacan los actores Toby Jones y Vincent Regan.

Película recomendada sobre todo para los amantes del cine social y reivindicativo con ciertas dosis de humor.

Lo mejor: La naturalidad con la que se desnudan los vecinos
Lo peor: Le falta entrar un poco más en el conflicto que provoca el desnudo

No nos engañemos: Normandía al desnudo es un cuento de hadas, y no se hable más. La escena inicial, que preludia el advenimiento de los "chalecos amarillos", es la única que respira cierto realismo, pero luego ya nos adentramos en el terreno de la fantasía. Aparece un fotógrafo famoso por plasmar a centenares de personas en cueros (existe: se llama Spencer Tunick y ha trabajado incluso en Barcelona), se enamora de un campo y de su luz al amanecer, y decide desnudar a los habitantes de ese pueblo de la Normandía (muy) profunda. Éstos, que han cortado la carretera en protesta por la competencia agrícola y ganadera que permite la UE, ven la gran oportunidad de publicitar su cruzada. Bueno, no todos, algunos se oponen firmemente a que sus mujeres exhiban sus encantos, pero otros, sobre todo el honrado alcalde (François Cluzet, como siempre lo mejor de la función), lo tienen muy claro. En el curso del tira y afloja se solucionarán, como por arte de magia, centenarias rencillas familiares por un quítame allá ese campo, despertarán amores, la solidaridad irá ganando terreno, Bruno Coulais desgranará bonitas melodías, y los espectadores se mirarán con cara de besugo, como diciendo, "nos la han clavado otra vez".
Nada que objetar. Normandía al desnudo es bonita, cursi y bastante localista, pero dura hora y media y relaja cantidad. Podría haberla suspendido, pero le doy el aprobado y me quedo más ancho que largo. Al fin y al cabo, soy francófilo acérrimo, ¿no? A disfrutar.
P.S.: Se ma acaba de ocurrir una sugerencia para Ventura Pons, cineasta oficial del régimen "procesal": ¿Por qué no ruedas "La Garrotxa al desnudo", o "El Berguedà a pel"? Sólo consiste en cambiar de comarca profunda y sustituir a los agricultores y ganaderos por aguerridos independentistas en lucha por su República soñada. Ya está dicho.

Los primeros minutos de Normandía al desnudo ejemplifican a la perfección sus problemas: una escena inicial desconcertante, confusa, extraña, para luego pasar a un conflicto político-social que pretende algo de seriedad. Ninguna de estas dos ideas logran cuajar. Las historias personales del pueblo, dispares y a la vez poco interesantes las más, también indican un problema ya que no logra que los personajes estén bien definidos, salvo el protagonista y el fotógrafo.

En fin, aún dados estos problemas, algunas situaciones, por ridículas o absurdas, divierten y el mensaje de la primera hora parece sostenerse hasta desinflarse y ya al final terminar olvidado: es más importante la foto del desnudo que la lucha de los campesinos...

Floja comedia de corte costumbrista que nos presenta la historia de un pueblo de Normandía y una peculiar forma de encarar la crisis económica. Las situaciones y personajes son tratados de una manera bastante irregular e inconexa, lo que se nos presenta como una entretenida comedia queda sólo en el intento. En definitiva una película que queda muy lejos del buen nivel francés en comedias de los últimos años.