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El marino de los puños de oro

Comedia Pedro Montero, que abandonó España siendo muy joven, llegó a alcanzar cierto renombre como boxeador en Brasil e Italia. Cuando regresa a su país, ingresa en el cuerpo de Infantería de Marina y continúa con su carrera deportiva. En vísperas de disputar el Campeonato de Europa, los apoderados de su rival le envían a una peligrosa mujer, una antigua amiga que tuvo en Roma, para dificultar su preparación física. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
18 de julio de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película protagonizada por el campeón español, Pedro Carrasco. La vida del protagonista de la película y la de Pedro Carrasco tienen ciertas similitudes, lo que añade interés a la cinta, ya que, la convierte en un documento semibiográfico excepcional de un Pedro Carrasco que todavía no era campeón del mundo aunque sí de europa.
La pelicula tiene sus momentos divertidos, lo que la diferencia de la tónica dramática que usualmente acompaña al tema del boxeo en el cine, con una buena actuación de Andrés Pajares.
La recomiendo en especial a los aficionados del boxeo y, en general, a todos aquellos que tengan curiosidad por saber quien fue Pedro Carrasco a parte del personaje de las revistas del corazón.
canduterio
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13 de mayo de 2023
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En la década de los 60 coincidieron en nuestro país una serie de boxeadores que, además de éxito social, tuvieron su reflejo en el mundo del cine: José Legrá, campeón de España de peso pluma, era uno de los protagonistas de Cuadrilátero, de Eloy de la Iglesia (1969); del levantador de piedras vasco y posterior boxeador Urtain se contó su vida en el documental de Manuel Summers, Urtain, rey de la selva... o así (1969); y Pedro Carrasco, campeón de España de los pesos ligeros, tuvo su correspondiente film en El marino de los puños de oro, una especie de biografía que contaba su paso por la Marina.

La película nos muestra un pésimo actor, Pedro Carrasco, que sin embargo, en las escenas de boxeo lo hace realmente bien, y aquí apra nada coincido con alguna opinión al respecto, también nos muestra esos entresijos del mundo del boxeo, con las triquiñuelas de apoderados, apostadores y amañadores, aunque de una forma somera y bastante relajada. En todo caso, viéndola en 2023, lo que más te viene a la cabeza es lo mediático que ha sido el actor, ya fallecido, en todo su entorno familiar. Yo la película, teniendo en cuenta el año y lo que se hacía entonces, la apruebo. Un 5.
Mag61
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14 de agosto de 2023
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No es una de las mejores películas de Sonia Bruno, la actriz con más poder de sugestión que ha tenido el cine español en general. La película es un producto cien por cien comercial y en nada de esta obra se reconocen las virtudes que convirtieron a Rafael Gil es un cineasta respetado especialmente durante los años 40. Se limitó a darle una oportunidad de lucimiento al desaparecido Pedro Carrasco, pero dentro de un anodino estilo de realización. Hay una breve aparición de María Martín, la vampiresa por excelencia del cine español añejo que acabó participando en films alejados del decoro de los primeros tiempos. Patricia Nigel tuvo una carrera breve en la pantalla, y resulta simpática en el papel. Supuso "El marino de los puños de oro" el verdadero comienzo de la decadencia artística de Rafael Gil puesto que la estética de la película no puede ser más simple, y la parte romántica es tópica y vulgar, sosteniéndose todo a base de anécdotas que no reservan ninguna sorpresa. En fin que resulta inútil intentar analizar algo de un film tan plano. Obra apta sólo para espectadores muy poco exigentes. La experiencia adquirida anteriormente por Rafael Gil no le sirvió de mucho para esta obra impropia de un cineasta veterano entonces y capacitado además como era él.
Cromatico
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11 de enero de 2023
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Sin hablar del guión, escenas cargadas de sin sentidos, y caspa abundante solo puedo decir y debo decir una cosa : una película protagonizada por un boxeador profesional, campeón de Europa y del mundo que va de boxeo y donde hay escenas de boxeo las cuales te hacen creer que tu mismo podrías darle una somanta de palos al campeón.
Tal es su calidad.
Osado_Lenguaraz
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26 de enero de 2021
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cierto crítico de los años 70 decía que aunque el adagio afirma que "cada público tiene el cine que se merece", prefería más bien invertir el planteamiento, y afirmar su preferencia por un cine (español) de mejor calidad, y en consecuencia, un público más acostumbrado a la exigencia (mínima al menos) que a su vez incidiera en unas producciones más satisfactorias. Pero cuando uno ve, con evidente disgusto ciertas cosas, no pude evitar pensar, dado el éxito que tenían, que el refrán (absolutamente inventado) dio, no obstante, en la diana. Y es que, por más que resulte frustrante reconocerlo, el cine español (biográfico o no) de la época, no escarmentaba ni a palos.

Otra vez el inserto de las mismas comicidades plagadas de idiotez que no vienen a cuento (de nuevo, sí, Andrés Pajares con el acompañamiento de otros actores, enquistados por gloriosa tradición en los más inexorables discursos del astracán español. Otra vez el humor situacional más vergonzante, y el desprecio hacia la inteligencia más elemental, para una pseudo-biografía, que no puede ser tal, porque nadie es tan idiota, ni se ve en su vida en situaciones tan ridículas, ni se relaciona con tanto cretino, aunque la mayor parte de la vida se haya pasado en un asilo mental. Y otra vez la realización cutre-tópica en su línea más habitual. Si se puede hacer una referencia literaria de este "pestiño", cabe, si acaso, la del inmortal Lope de vega, que afirmaba, por desgracia con razón, que: "el público es necio, y pues lo paga es justo"

De paso, algún avispado del equipo de producción ¿? podría haber aleccionado a Pedro Carrasco, para decirle sin paliativos, que a cambio de un jugoso "cachet", y puesto que es un "actor" que de nulo deviene en inexistente, podría, al menos, haberse molestado en coreografiar las escenas de boxeo, como profesional que era, para evitar que éstas se convirtieran en una lamentable parodia de este deporte, de tan mal realizadas, chorrosas y pobres como son.

Completan el "fiasco", actores como Angel de Andrés o Antonio Garisa, procedentes del palmarés habitual del más cutre-idiota cine español sesentero (por abundar en lo dicho) Así nos iba..y así nos va...

Resulta ya cansino y aburrido ahondar más en este tipo de películas, tanto más cuanto que el hacerlo, no supone ni siquiera el más mínimo reto. Así que, parafraseando a cierto crítico de "Fotogramas" que a su vez parafraseaba a Fernán Gómez: ¡A la mierda ya..hombre..!
el feroz
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