American Hardcore
2006
623
Documental
Documental que recorre la historia del punk rock americano desde 1980 a 1986. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2007
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Testimonios de los padres del hardcore, con unos cuantos años de más. La mayoría fuera de la onda en la que nacieron como músicos. Jóvenes con necesidad de sacar toda la rabia de su interior ante una sociedad autómata que votaba a Reagan, símbolo del nuevo orden neoliberal. Sale a la luz un nuevo movimiento de las raíces del punk, una música rápida, letras directas y mucha rabia expresada en los conciertos. Nace la música extrema, sin melodía, sin principio ni fin, sin ni idea de tocar, el caos se apodera entre un grupo de jóvenes que sin ayuda alguna, ponen una bomba en la cultura americana.
Acompañado de imágenes de video y fotos, uno retrocede a principios de los 80 y como uno más. El director consigue no solo documentar sobre aquel moviendo surgido de la expontanidad sino da la sensación de estar dentro de aquella época. Las imágenes muchas veces de baja calidad ayudan a entender el ambiente que se bebía en cada concierto. La violencia, el ruido, la confusión de no saber muy donde esta uno. Un retrato sin tapujos.
Es tal el caos del momento, que no se sabe quien fue el grupo pionero, hay grupo referentes y como una epidemia se contagia por todo el país. Llegando asociar cada ciudad con un grupo. La historia lo cuenta por zonas y centrándose en los grupos que más repercusión tuvieron en el movimiento (Bad Brains, Minor Threat, Black Flag). Muy diferentes entre si, unos hacían un discurso antidroga, otros lo contrario pero todos tenían una relación, el Hardcore.
Es curioso como todo terminó, igual que como apareció. Aunque dejo unas semillas que luego crecieron y enriquecieron la música, algo que el director se olvida y deja esa influencia futura en dos testimonios anecdóticos de Phil Anselmo (puestísimo de heroína) y Duff McKagan. Una completa aproximación para conocer el hardcore desde su nacimiento hasta su "muerte".
Acompañado de imágenes de video y fotos, uno retrocede a principios de los 80 y como uno más. El director consigue no solo documentar sobre aquel moviendo surgido de la expontanidad sino da la sensación de estar dentro de aquella época. Las imágenes muchas veces de baja calidad ayudan a entender el ambiente que se bebía en cada concierto. La violencia, el ruido, la confusión de no saber muy donde esta uno. Un retrato sin tapujos.
Es tal el caos del momento, que no se sabe quien fue el grupo pionero, hay grupo referentes y como una epidemia se contagia por todo el país. Llegando asociar cada ciudad con un grupo. La historia lo cuenta por zonas y centrándose en los grupos que más repercusión tuvieron en el movimiento (Bad Brains, Minor Threat, Black Flag). Muy diferentes entre si, unos hacían un discurso antidroga, otros lo contrario pero todos tenían una relación, el Hardcore.
Es curioso como todo terminó, igual que como apareció. Aunque dejo unas semillas que luego crecieron y enriquecieron la música, algo que el director se olvida y deja esa influencia futura en dos testimonios anecdóticos de Phil Anselmo (puestísimo de heroína) y Duff McKagan. Una completa aproximación para conocer el hardcore desde su nacimiento hasta su "muerte".
20 de septiembre de 2009
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
American Hardcore es un documental tremendamente entusiasta y, por ello, tiene grandes virtudes y grandes defectos. Por un lado, ese entusiasmo guía una impresionante labor de documentación, vídeos de todas calidades, grabaciones imposibles.... Dibuja perfectamente el panorama del momento y le da un ámbito, un momento y un lugar.
Por otro lado, ese entusiasmo hace derivar el documental hacia la excepción, y se convierte en algo parcial, naturalista, una especie de pastiche idealizado a lo Michael Moore. Obvia la raíces y cualquier tipo de antecedente; en lo musical deja a un lado cualquier posible influencia, y esto en ningún momento parece intencionado, parece simplemente que no está muy informado. Esa carencia de contextualización, se muestra también en la nula importancia que le da a la influencia posterior, que no ha sido precisamente poca ni marginal.
En definitiva, un documental muy interesante, sobre un tema tan marginal que parecía imposible que existiera. Pero que no deja de parecer una entusiasta respuesta yanquísima a los documentales de Julien Temple. Parece tratar de aislar tanto el asunto para evitar cualquier contacto con el punk inglés, el neoyorkino de Ramones y Television, y parece saber tan poco de gente anterior como The Who o los grupos de Garage, que la visión del movimiento Hardcore queda absolutamente deformada. Es como si Paul Rachman quisiera (sí, quisiera) verlo como un movimiento privado, surgido por generación expontánea y que vino y se fue. Algo pequeño y precioso... pero falso. Al final, por preservar su vaca sagrada, termina privando al Hardcore Americano de esa época de un justo reconocimiento, restándole importancia, como si hubiese sido una broma efímera. No profundiza ni se sale de esa línea estrechísima. Y en algún momento parece un simple fondo para los discos que le gustaron, un poco a lo Caroline Coon cuando habla del 77 y parece que sólo fueron importantes sus colegas y aquellos a quienes se tiró.
En cualquier caso, muy recomendable, y creo que en muchos momentos sí llega a captar el espíritu de esa música y de esa época.
Por otro lado, ese entusiasmo hace derivar el documental hacia la excepción, y se convierte en algo parcial, naturalista, una especie de pastiche idealizado a lo Michael Moore. Obvia la raíces y cualquier tipo de antecedente; en lo musical deja a un lado cualquier posible influencia, y esto en ningún momento parece intencionado, parece simplemente que no está muy informado. Esa carencia de contextualización, se muestra también en la nula importancia que le da a la influencia posterior, que no ha sido precisamente poca ni marginal.
En definitiva, un documental muy interesante, sobre un tema tan marginal que parecía imposible que existiera. Pero que no deja de parecer una entusiasta respuesta yanquísima a los documentales de Julien Temple. Parece tratar de aislar tanto el asunto para evitar cualquier contacto con el punk inglés, el neoyorkino de Ramones y Television, y parece saber tan poco de gente anterior como The Who o los grupos de Garage, que la visión del movimiento Hardcore queda absolutamente deformada. Es como si Paul Rachman quisiera (sí, quisiera) verlo como un movimiento privado, surgido por generación expontánea y que vino y se fue. Algo pequeño y precioso... pero falso. Al final, por preservar su vaca sagrada, termina privando al Hardcore Americano de esa época de un justo reconocimiento, restándole importancia, como si hubiese sido una broma efímera. No profundiza ni se sale de esa línea estrechísima. Y en algún momento parece un simple fondo para los discos que le gustaron, un poco a lo Caroline Coon cuando habla del 77 y parece que sólo fueron importantes sus colegas y aquellos a quienes se tiró.
En cualquier caso, muy recomendable, y creo que en muchos momentos sí llega a captar el espíritu de esa música y de esa época.
8 de diciembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
LLego a esta pieza teniendo que documentarme sobre el baile del pogo, hablo personas afines al punk, old school, new school,sin tener yo mucha idea de la historia del fenómeno... me pongo a ver un montón de docus sobre punk, y este: horror! os digo que este no aprueba , imposible, las bandas: estupendísimas,pero el autor falta a la responsabilidad de referenciar el punk en el espacio tiempo , la visión etnocéntrica americana que expresa el autor habla por sí misma, parece que hiciera el docu para sí y sus amiguitos americanos, despreocupándose de contar los hechos como fueron,entiendo que quiere hablar del punk americano en una franja de tiempo , pero aún así debería referenciar bien sus raíces y contextualizar también sus orígenes europeos, mal que le pese.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here