Crossworlds: Entre dos mundos

Me acuerdo cuando la estrenaron en Madrid. Vi el anuncio en los diarios. "Otra serie B cutre más de Rutger Hauer", pensé y me olvidé de ella. He tardado 27 años en verla. Una pena. Porque la película no está nada mal. Una de aventuras, intrascendente, sin aspiraciones, pero tremendamente entretenida. De esas para ver en una tarde de verano y que te deje un buen regusto en la boca. Al tal Rao no le conocía y parece ser que es un cámara bastante respetado en esto de la acción y no dirige nada mal.

Obviamente, este filme no tiene el estatus de clásico de culto. En esta página solo tiene dos críticas, de 2011, y la mía, 12 años después. Interés, lo que es interés, no levanta mucho.

El film parte de un argumento de lo más trillado en cientos de filmes: un chico, sin saber porqué, se ve inmerso en una persecución por extrañas personas con poderes, siendo ayudado por una chica guapa de la que se enamorará y por una especie de mentor. Descubrirá un secreto familiar y que estaba predestinado a salvar mundos. ¿No lo han visto mil veces? Por ejemplo, citando algunos filmes, Percy Jackson, La Torre oscura, Soy el nº 4, Ciudad de Hueso, Jupiter ascending, Jumper y así hasta el infinito. La gracia está en la narración fílmica, que este caso, es bastante apañada. Una buena producción, con bastantes exteriores geológicamente peculiares, para explotar su rareza.

En cuanto a los personajes, completamente arquetípicos y estereotipados, tienen una cierta química entre ellos, y el malo, también muy visto, resulta lo suficientemente desagradable, de la mano de un Stuart Wilson que siempre se le han dado bien los malos histriónicos. Entre los secundarios tendremos a un joven Jack Black haciendo, como siempre, el único papel que sabe interpretar, de si mismo.

Una curiosidad es la BSO, con aires, en especial al final, a la serie setentera de "Galáctica".

El filme, sin ser nada del otro mundo, se deja ver. Entretiene como cualquiera de aquellos telefilmes ochenteros de fantaciencia tan amenos, como "La fuga de Logan". Aventurillas para toda la familia.

"Crossworlds" es uno de esos largometrajes de ciencia-ficción / fantasía de bajo presupuesto que no conoce apenas nadie y que no están muy bien conceptuados por la crítica. Dicho esto, me podéis fustigar, porque Crossworlds me parece una buena película.


Todo esto a pesar de lo típico que es su argumento: un joven desorientado que mediante una misteriosa mujer se embarca en una aventura en la que toma un papel semi-mesiánico y acaba viajando a otras realidades tras encontrar a una figura masculina que ejerce de maestro (tan típico que fue desarrollado posteriormente casi al pie de la letra en "Matrix"). La trama es fresca y simpática, con alguna dosis de humor. La película se resiente con un final atropellado, dando más bien la sensación de ser una especie de prólogo para una serie de TV, o que la falta de tiempo de metraje impidió al director adaptar la historia de manera óptima. Tiene algunos momentos realmente buenos que dan más sentido a la película al hacer una revisión tal como la entrada al garaje de A.T. (Rutger Hauer). Esto puede ser visto más bien como un punto positivo, al no dejar las reglas del juego tan evidentes y mascaditas como pudiera ser un caso más reciente como "Inception".

A pesar de lo baratitos que son los CGI de la película, éstos no entorpecen la acción. Destacar el cameo que realiza Jack Black como amigo del protagonista.

En definitiva, esta película esta indicada para los aficionados a la ciencia ficción y a la fantasía, que no se echen para atrás por un tufillo a serie B importante.

Palabras clave: aventuras, viaje entre dimensiones.

Ex Nihilo.

Continúo con algunos detalles concretos de la película que pueden considerarse spoiler:

Idea manida cristaliza en película tontorrona. Adolescente heredero de la clave para viajar entre mundos paralelos es abordado por bella desconocida que le descubre su misión, por supuesto salvar al mundo de los poderes del perversísimo de turno ¿Les suena?
Efectos especiales pretenciosos que no logrados, guión infantiloide y poco sexo que encandile al espectador adolescente son los ingredientes de esta sosería que, con razón, pasó sin pena ni gloria. Quien aprecie su tiempo que se abstenga, otros lo sacrificamos ya por él.