Fan Boy y Chum Chum (Serie de TV)

A mí de inicio no me entraba. Personajes alborotados, chillones, y un mundo tan ficticio que los protagonistas ni siquiera tienen padres. Sin embargo poco a poco su surrealismo, el trazo ágil, el movimiento frenético, y esa locura llevada al extremo, me han llevado a pasar muy buenos ratos.

Es un humor absurdo, plagado de protagonistas caricaturizados pero graciosamente ruines: el profesor corrupto, el amigo friki, el matón, incluso hay espacio para un superhéroe que no siempre hace el bien. Además, de tanto en tanto añaden guiños cinéfilos, que tienen su punto de gracia.

Para mí, bastante recomendable.

Esos niños que viven obscesionados con ser superheróes se equivocaron del cuento, y más con una trama rebuscada y torpe para joderle la vida a los demás con sus fastidiosas ingenialiades.
Se dice que esta serie recibió premios, pero aún así, no logra captar a la audiencia con sus movidas banales que provocar cambiar de canal o apagar la tele.
Se nota que está serie y otras, pasan por una grave crisis de ingenio para contar de otro modo sus historias.
Sus hordas espantan a todos, gracias a Dios se canceló por que no aporta nada positivo a la audiencia infantil.

Quizá no soy el más indicado para realizar una crítica sobre esta serie. No obstante, llevo viendo series de dibujos unos 40 años, así que alguna noción debo tener. Fan Boy y Chum Chum es ante todo una serie mediocre, apoyada en unos personajes patéticos y planos, con un lamentable vestuario y que arrastran un cartel de "loosers". Sin duda son poco ejemplarizantes. No pretendo que un divertimento transmita valores muy profundos (siempre me he divertido con las barbaridades de Bugs Bunny y del pato Lucas), pero estos personajes ofenden con su estulticia y estupidez. Donde Bugs Bunny es listo, Fan Boy es un descerebrado, donde el pato Lucas es mezquino pero inteligente, Chum Chum es simplemente tonto, no da para más. Estos personajes son carne de reality, quizá un día los veremos de "tronistas" o entrarán de Gran Hermano 100.

¿Estos son los dibujos animados del siglo XXI? Series como Flapjack, Hora de Aventuras, Chop Socky Chooks, Chowder, Kid Butowsky o Bill y Mandy, están diseñadas para adultos, aunque pretendan venderlas como infantiles. Y eso es lamentable. Coinciden en una estética feista y desagradable, unos perdedores patéticos como protagonistas y secundarios repelentes y enfermos mental y moralmente, referencias continuas a los años 70 y 80, algo que los niños ignoran completamente, evidenciando cual es realmente el público al que va destinado. Sus historias, también plagadas de guiños para adultos, no son para niños, tocan un abanico de temas escabrosos sin importarles las preguntas que pueden suscitar entre los niños. Esto es lo que ofrece el mundo anglosajón para hacer frente a los anime y a Shin Chan, también para adultos. Pues salen perdiendo.

Fan Boy y Chum Chum sigue esta línea, con unos protagonistas ya descritos, unos secundarios irrecuperables para la sociedad y unas historias muy poco originales y limitadas en su creatividad. Es que hasta en eso les falta talento.

No obstante, entre los niños parece triunfar. ¡Cuidado! empiezan con esta serie y luego se ponen a oir discos de Heavy al revés...