Cowboy de asfalto

*Planteamiento

Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) es una película que funciona en diferentes niveles. En una primera instancia es un drama social sobre la pobreza y marginalidad en los suburbios estadounidenses. Zonas urbanas económicamente deprimidas, donde el desempleo y la pobreza es rampante.

Estas zonas urbanas a su vez, se caracterizan por estar muy racializadas y pobladas por personas afroamericanas. Por lo que la situación de marginalidad resulta mucho más acuciante al tener en cuenta el baremo de la discriminación racial sumado a la económica.

El segundo nivel en el que Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) funciona es en el de una relación padre e hijo que, en un principio, es bastante desarraigada y disfuncional. Y el tercer eje en el que la película se articula es el de la vida en comunidad, el amor por los caballos y el tener una afición sana como método de evasión de la realidad y para apartarse del camino de la delincuencia.

*Conflictos familiares

Este primer apartado de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) versa entre la relación paternofilial anteriormente descrita. El choque generacional y cultural entre padre e hijo son evidentes. Harp, el personaje de Idris Elba, es un enamorado del Western que vive, viste y habla como si fuera un Cowboy. Su hijo Cole (Caleb McLaughlin) es un adolescente problemático, separado de su madre por la mala conducta que ha tenido en el instituto y una actitud que roza la criminalidad.

A lo largo de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) ambos personajes irán construyendo su relación, plagada de conflictos. Para Harp, Caleb resulta un vago irremediable y sus malas compañías lo van a condenar. Además, para Caleb, Harp hace de padre para todo el vecindario, enseñándoles a montar a caballo y a cuidar a los animales mientras los conflictos entre ambos crecen.

Esta situación de conflicto, desentendimiento y comprensión mutua será el eje principal sobre el que la película se desarrolla.

*Pobreza y marginalidad

De forma transversal esta situación se ve encarada por todos los personajes de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) de una forma u otra. Algunos lo aceptan con cierta frivolidad dedicándose a beber cerveza y a languidecer al sol en las zonas marginales de Philadelphia. Otros critican esta pobreza y tratan de buscar un trabajo honrado con el que salir del agujero. Los que tienen menos suerte y menos recursos, intentan con sus caballos mejorar la vida del barrio mostrando un aspecto positivo que permita a la gente estar alejada del crimen y la marginalidad.

Por último están quienes optan por la vía del dinero fácil, el crimen y los trapicheos de droga. Caleb se debate entre este último punto y el factor de comunidad de ayudar a su padre. Cabe decir que en medio de toda esta situación, los poderes públicos se muestran con una indiferencia pasmosa y una institucionalidad lejana que no humaniza la letra de la ley, perpetuando el ciclo de pobreza.

*Conclusiones

A pesar de todo esto, Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) resulta una obra optimista. Si se le puede achacar ciertas carencias de ritmo y de dirección. A título personal, la música urbana actual con el aire western que pretende darle a la película no me terminan de casar. En otros aspectos recurren al montaje videoclipero de alternar cámara lenta y cámara rápida para mostrarnos fiestas y diversión.

Para mí, este es un recurso pobre con el que no termino de empatizar. No obstante, el conjunto de la cinta funciona bien y cuenta una historia bastante bonita y agradable, aunque a veces se haga pesada por su ritmo inconstante.

Es de agradecer que muchos de los cowboys urbanos que aparecen en Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) son personas reales y que con su labor para con la comunidad, alejan a muchas personas de las drogas y los problemas de delincuencia y es un detalle que en sus créditos finales se entrevisten a estas personas contando sus experiencias.

Escrito por Juan Carandell Rojo

Hay un dato que se comenta en esta película que yo había leído en un libro, hace unos años, la mayoría de los cowboy que se dedicaban a criar y domar caballos y también a conducir ganado, eran negros, un trabajo duro y no siempre bien pagado, una realidad que la historia oficial ha ocultado. Por otro lado la historia del hijo marginal que se ha criado en los suburbios de un gran ciudad, sometido a las tentaciones del tráfico de drogas y el dinero fácil, que tiene la oportunidad de retomar su vida con unos valores y una forma de vida algo obsoleta hoy en día, pero que le sirve para reivindicarse y para recuperar a su padre, un Idris Elba que derrocha carisma, un hombre que aprende a ser padre otra vez.

Meritorio primer largometraje dirigido por Ricky Staub que, tal y como pronosticaron en el último Festival de cine internacional de Palm Springs, es uno de los realizadores cuyos trabajos habrá que seguir en el futuro.
Reconozco que me ha gustado bastante la película, pero he tardado un poco en entrar en ella. Esa forma nerviosa de mover la cámara en su primer tercio no me gusta, soy amante del cine clásico donde esto no existía, pero poco a poco y debido a la indudable emotividad del relato, he sucumbido a esta historia que narra las vicisitudes cotidianas de los vaqueros de la calle Fletcher de Filadelfia.
El guión, del propio director y de Dan Walser adapta la novela de Greg Neri de forma honesta y muy digna, resaltando la idiosincrasia de unas gentes y sus modos de vida actuales, que tienen irremisiblemente a desaparecer debido al "progreso". Los caballos, poco a poco dejaron de necesitarse para vivir y trabajar y ello hace de los cowboys modernos seres a extinguir ante la indiferencia de la sociedad.
El argumento mezcla de forma entretenida y muy interesante, aunque también previsible, el intimismo, solidaridad y amistad de los cowboys entre ellos, así como la relación entre padre e hijo, distantes en un principio pero que poco a poco se van acercando. Asimismo, las andanzas "ciriminales" del chaval protagonista, con su amigo, tienen fuerza y credibilidad aunque también se vea venir cuanto acontece.
Tiene momentos muy bellos, llenos de poesía urbana y su parte final es entrañable, aunque dejo aparte el epílogo, muy complaciente para con el espectador, aunque quizás sea el de la novela. Si es así me callo, si no, resulta prescindible.
Un film "bonito", bastante duro en el fondo, pero con muy positivas enseñanzas acerca de las decisiones que se toman en la vida y cómo afrontarlas.

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Para nada me ha parecido una película aburrida, mala ni desentonada, es más, creo que no está nada mal. El problema es que no me llenan las historias que tengan un final con resultado para el espectador. Es un drama familiar típico, un hijo al que le obligan a pasar tiempo con su padre al que hace años que no ve, al principio se hace el duro y cree poder vivir sin él, pero todos los caminos llevan a Roma.

Aún así, la historia de trasfondo con los cowboys de asfaltos, los ghetto cowboys o como lo quieras llamar es lo más interesante de la película. Realmente son los caballos los que le dan un verdadero alma a la película, a parte de que gracias a ellos hay momentos donde la fotografía es magistral.

Por otro lado me alegro mucho de que McLaughin tenga un papel más allá de su personaje en "Stranger Things" donde hace lo que le piden. Pero en esta película muestra que tiene grandes dotes actorales y tiene un gran futuro por delante. Y por otro lado, Elba como siempre, siendo un maldito máquina.

Una película donde se mestizan partes de cierta trascendencia con otras que la empobrecen. Banda sonora con reminiscencias de blues, algunas notas de jazz, y narración de acontecimientos que no terminan de lograr su objetivo.

El resultado es un lánguido espectáculo de afroamericanos desarraigados, de difícil digestión. Yo la calificaría como relleno Netflix. También entiendo que resulta complicado conseguir de manera continuada proyectos estimulantes
para ser devorados sin tregua por los consumidores de la plataforma.

Difícil para recomendar.