Phantoms

El 'Stephen King de la Costa Oeste de los Estados Unidos'. Así es llamado el escritor Dean R. Koontz, quien comparte con King afinidad por el género de terror y ser responsable de algunos exitosos bestsellers. No ha tenido la misma suerte Koontz en las adaptaciones cinematográficas, siendo solo unas cuantas las que han llegado a los cines. Las desapercibidas Engendro Mecánico (1977), Proyecto Terror (1988), Asesino del Más Allá (1995) y Phantoms (1998) -cuya novela se llamó en España, Fantasmas-. Con esta última Koontz aportó la novela, la escritura del guión e incluso co-produjo -con Harvey y Bob Weinstein de Miramax y... Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid-.

La dirección fue a parar a manos de Joe Chappelle, mejor productor (Fringe, The Wire) que director (la sexta parte de Halloween) quien contó para protagonizarlo con Ben Affleck -este mejor director que actor-, Peter O'Toole, Joanna Going, Rose McGowan y Liev Schreiber. Su paso por el Box Office, terrible, debutando en novena posición la misma semana que se estrenó otra cinta de terror algo más efectiva, Spice World: La Película.

Dos hermanas (Going y McGowan) llegan a un pueblo en el que todos los habitantes se hayan muertos en sus casas en extrañas circunstancias -calcinados-. Con la ayuda de unos policías (Affleck y Schreiber), los únicos supervivientes que andan por allí, tratan de averiguar qué ha pasado y quién -o mejor dicho, qué- es responsable de la masacre. Decir que lo averiguan por el minuto cincuenta de metraje, cuando el ejército -que no podía faltar- llama a un periodista (O'Toole) experto en casos paranormales que decide ir al pueblo a ayudar.

Cuando Phantoms se estrenó en cine en España fui de los ilusos que pagaron la entrada de cine para verla en pantalla grande. Y es que una copia de Fantasmas rondaba siempre por mi casa tras ser comprada por suscripción a Círculo de Lectores. Mentiría si dijera que pasé de las cuarenta primeras páginas, pero aún así dejó una semillita en mí que decía, 'si hacen la peli, la veo'-.

El resultado, una mala película de terror, con pésimas personajes/interpretaciones, pobres efectos especiales -en especial los digitales-, y un guión del mismo escritor del libro que consiguió hacer que nunca me arrepintiera de no haber pasado de la página cuarenta, y de saber qué pasaba y a qué se enfrentaban los protagonistas -esto último en Spoiler-

A salvar: la llegada al pueblo y presentación de los hechos, un Peter O'Toole consciente de donde se encuentra -no como un Ben Affleck que se cree Kurt Russell en La Cosa-, alguna set-piece de terror correcta, y el hecho de que el tiempo no la ha tratado mal, viéndolo desde el punto de vista que es tan mala ahora como la primera vez que la vi.

A priori parece una cinta atrayente desde su sugerente ambientación: pueblo desierto, atmósfera apocalíptica e intrigante, fenómenos extraños amenazantes, desolación y claustrofóbica tensión.
Pero poco a poco el filme va convirtiéndose en una mezcla muy poco efectiva entre cientificismo berreta y ridículo trascendentalismo religioso.
Además la propuesta es sumamente mesiánica, donde los personajes deben salvar a la humanidad de una inteligencia superior. Y precisamente, los personajes de este filme no están lo suficientemente delineados para soportar el peso de la misión y por tanto ello le resta mucha credibilidad a las variantes que dan vida al guión.
A ello hay que sumarle que la intensidad narrativa oscila mucho y hay ratos en que el filme te desconecta porque tiene muchas salidas trilladas y efectismos de fácil confección.
Y si le sumamos que los efectos especiales son comunes, que el elenco no transmite la persuasión necesaria para motivar, y que la resolución del misterio no convence en lo más mínimo... entonces es indudable que la cinta queda en sólo una obra con buenas intenciones pero con situaciones mil veces vistas, además de ser bastante inefectiva en su objetivo de generar inquietud.

Phantoms en mi opinión me parece que es una película hecha con otras muchas películas utilizándo éstas como alimento para ésta...

Dos de cada tres filmes que veo hoy últimamente de este género utilizan esta misma receta en la que casi todos por no decir todos hacen una profunda reverencia (casi copia) a la tematica ofrecida por Tremors, Temblores. Curiosamente todas nos ubican a sus criaturas por debajo de la superficie del mar o de la tierra de ésta forma se sirven casi siempre para no mostrarnos lo suficiente a la criatura, casi nunca se les ve.

La película pronto degenera en otra mierda más de esos filmes de suspense televisivos en el que se nos presenta al tópico protagonista americano... Un sheriff interpretado por Ben Affleck, (Éste y sus ayudantes llevan unos ridículos sombreros de vaquero que harían ahogar a carcajadas al mismísimo John Wayne.) ¿O es qué aún no saben que como norma el protagonista debe de llevar un sombrero bastante guay y los ayudantes otro menos llamativo? También actúa Peter O'Toole en el papel del Dr. Timothy Flyte...

El hombre que un día interpretó al jodido Lawrence de Arabia a pesar de que aparezca en esta mierda. O'Toole es un gran profesional y como tal interpreta muy bien a su personaje pronunciando frases como esta que rondan el puto patetismo, por ejemplo: " ellos vienen de los profundos y secretos reinos de nuestra tierra" y él lo hace de puta madre y sin reírse. ¡Bravo!

(Pese a esta crítica debo de admitir que a mi esta porquería me encanta.)

Dean Koontz, escritor de terror estadounidense, no tan conocido en estos lares como Stephen King, tiene también buenas novelas como esta "Phantoms" escrita en 1983 y adaptada por él al medio cinematográfico. Con ciertas similitudes con "It", publicada posteriormente, en 1986, por cuanto a la naturaleza de la amenaza, también entronca con en Universo de Lovecraft - por la primordialidad de esa amenaza, presentada como "el antiguo enemigo" - y fílmicamente bebe de un filmes tan aparentemente alejados como las peliculas de zombis de George A. Romero, "Lifeforce"(1985) de Tobe Hooper y "La Cosa"(1982) del gran John Carpenter. Acciones militares condenadas al fracaso, sustituciones, gore, gente vagando, transformaciones multiformes en seres de pesadilla y una noche que ayuda al terror a apoderarse de los protagonistas.

Un peligro ominoso, inhumano, capaz de extinguir a los mayas y a los dinosaurios. Ahí es nada. El filme mantiene la intriga y la tensión en todo momento, no resulta nada aburrido. Chapelle dirige a la manera de los directores clásicos del terror setentero, de Carpenter y Hooper. Tienen el inconmensurable apoyo de peter O'Toole - el que cuenta todo al espectador - y de un Liev Schreiber magnificamente desagradable. La ví en su momento de estreno y me gustó y tras su revisitación veo que no ha perdido el pulso, quizás algunos de los efectos especiales son algo deficientes ahora.

Una buena experiencia para una noche sin sueño.

Y es que señores, esta es la película que debería haber dirigido John Carpenter tras "En la Boca del Miedo" y no la lentísima y cutre "Fantasmas de Marte".

La película arranca bien, con momentos de tensión desde el mismo principio, pero quizá según avanza comienza a hacerse lenta y reiterativa. No queda claro si el personaje de Liev Schreiber es un perturbado o tiene algo que ver con el misterio o simplemente es un cachondo típico de película de terror hasta bien avanzada la película.

Sin embargo, el argumento da un giro interesante y "carpenteriano" con la introducción del personaje de Peter O'Toole, que en mi opinión roba cada plano en el que aparece, lástima que con su incorporación la cosa derive a una típica película de militares y científicos.

En resumen, ambientación genial, cuando coge el ritmo es muy buena y O'Toole lo borda. Un 7