Poltergeist II: El otro lado

En mi regreso a "Cuesta verde", revisitaba la película "Poltergeist", que podéis leer en esta misma web, y me di cuenta que con el tiempo no había perdido, sino que al contrario, había ganado en matices.

Ahora me ha tocado el turno de su secuela "Poltergeist II: El otro lado", y a diferencia de su predecesora, ésta sí que ha perdido, y mucho, con el paso de los años, y sobre todo de haberla visto de niño, a ahora, que la he visto de adulto. Con el recuerdo que tenía le puse un 4, porque incluso de niño no me gustó mucho, pero ahora al revisitarla... le doy un 1 y porque no hay 0.

Está claro que esta secuela, se hizo solamente para intentar vivir de las rentas de la primera. Sin los artífices originales, los señores Spielberg y Hooper, y teniendo que continuar una historia bien cerrada y popular, ya hacía presagiar el desastre. Pero la verdad es que aquí todo está mal, salvo la banda sonora del maestro Jerry Goldsmith que repite.

Los actores dan vergüenza ajena, sólo repiten de manera estereotipada las frases que les hicieron famosos en la anterior entrega, una y otra vez. El guión es malo, muy malo. Los efectos especiales más pobres que la anterior, y el montaje es pésimo, con una de las peores introducciones que se recuerdan, por el anti - tempo fílmico que luce.

Pero lo peor de todo lo anterior es sin duda el guión, y la historia en sí. Parece en muchos tramos una parodia de la anterior entrega. En otros muestra lo peor del subgénero (por llamarlo de alguna forma) del "susto por sobresalto" (aquí mostrado de forma vergonzosa). Los personajes son caricaturas de ellos mismos (en especial el padre, el indio y la médium). El entramado indio es penoso, y el tramo final para llorar de la vergüenza ajena. Los momentos "chistes sin gracia" (en especial otra vez en el personaje del padre y el indio) hacen que sea más indignante la película. Siendo sin embargo la trama del "predicador", la única medianamente interesante, pero que se pierde en todo ese despropósito que llaman guión.

En resumen, es una película mala en general, y muy mala para los que aun hoy admiran la primera parte.

Y yo que recordaba con agrado la peli.

Pero el tiempo la ha tratado mal. Mucho má que a la original. ¿Por qué? Simple.

Cae en los típicos errores de una secuela moderna:

-Abuso de FX.
-Repetición mecánica de momentos.

Además, hay un guión que da vandazos, un enfoque irregular (con un clímax tan ñoño como kitsch), detalles sin resolver (lo de la hija mayor fuera de juego -el novio de la actriz la asesinó tras el rodaje de "Poltergeist", lo cual da yúyu) y pocos sustos.

Una lástima.

Lo mejor: El hilo dental y el gusano. Ya saben de qué hablo.
Lo peor: La blandura del conjunto.

Otro mediomito fílmico infantil que se me derrumba. Asco de paso de tiempo...

La segunda entrega apuesta por materializar la "amenaza fantasma" en la persona de un predicador bastante inquietante que acosará a la familia Feeling, que ahora contará con la ayuda de alguien enviado por Tangina: un jefe indio autista amigo de las mariposas que acaba de escapar de un manicomio (¿estaré mezclando pelis?).
Repite fórmulas. No hay novedad y sí desgaste. No es que sea gran cosa pero se puede ver.

Hacía muchísimos años que no la veía, tal vez 15 años, puede que más..... sin embargo, me acordaba de casi todo, supongo que porque cuando la vi de niño en cine (hace 25 años), se me quedó grabada a fuego.

La secuela, pese a ser inferior a la magistral primera parte, siempre me ha parecido muy digna, y con muchas más virtudes que defectos. Llevaba años preguntándome qué tal aguantaría el paso del tiempo. Y lo cierto es que mantengo mis impresiones, me parece una secuela brillante en muchos momentos, que pese a no gozar del "padrinazgo" de Spielberg, sorprendentemente mantiene intacto su sello (tanto en la puesta en escena, como en el argumento, los toques de humor justos, y la emotividad no demasiado pastelosa... excepto en los minutos finales), incluso sigo opinando que es más oscura y lúgubre que la primera, con la fatalidad sobrevolando siempre a esa familia, la muerte de la abuela, la indefensión de los padres ante una crisis económica (curioso verla ahora), la figura del chamán protector (todo un hallazgo y además muy coherente con la mitología de la película), esa "Cuesta Verde" abandonada, y con ese ESPELUZNANTE personaje, el reverendo Kane (creado para explicar los sucesos de la primera entrega, cosa que a mi me parece un acierto, porque permite saber más, sin arruinar tampoco el misterio), que sigue poniendome los pelos de punta, y el saber que fué la última película en vida de ese actor (un Julian Beck carcomido por el cáncer) contribuye a aumentar lo macabro de su papel. La escena del porche, cuando habla con la familia y luego con el padre, me parece uno de los momentos más aterradores que he visto en cine, impresionante la interpretación de ese hombre. La otra gran escena me parece la posesión del padre, con un tremendo Craig T. Nelson que logra dar tanto pavor como el Jack Torrance de El Resplandor.

Sigue incomodando toda la leyenda negra en torno a los actores fallecidos de esta saga, y ver esta entrega, con esa Heather O'Rourke aparentemente sana y vivaz, sigue sobrecogiendo.

Con la ausencia de Tobe Hooper y Steven Spielberg era lógico pensar que la secuela iba a ser inferior aún cuando el reparto original está en casi su totalidad.

La historia inteligente y con buenos momentos de terror y suspenso ha sido cambiada por una bastante común, predecible y menos emocionante además de las incoherencias y lagunas presentes.

El producto final es entretenido (aunque no ameno como la anterior) y se deja ver aunque se podría haber mejorado muchísimo.