Haz click aquí para copiar la URL

El extraño amor de Martha Ivers

Cine negro. Drama Tres amigos de la infancia, Martha, Walter y Sam, comparten un terrible secreto. Con el paso del tiempo, la ambiciosa Martha (Stanwyck) y el pusilánime Walter (Douglas) se han casado: ella es una brillante y fría empresaria, y él es el fiscal del distrito; una combinación perfecta para dominar a su antojo la ciudad de Iverstown. Pero el inesperado regreso de Sam (Heflin) a la ciudad, después de muchos años de ausencia, perturba ... [+]
1 2 3 4 5 6 9 >>
Críticas 41
Críticas ordenadas por utilidad
26 de abril de 2011
45 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
El film combina cine negro y melodrama. Lo realiza Lewis Milestone (1885-1980) (“Sin novedad en el frente”, 1930), a partir de un guión de Robert Rossen, que desarrolla un argumento de John Patrick titulado “Love Lies Bleeding”. Se rueda en Paramount Studios (Hollywood, L.A., CA) y en un cruce de vías de la Southern Pacific Railroad. Es nominado al Oscar al mejor argumento. Producido por Hal B. Wallis para Paramount, se estrena el 24-VII-1946 (EEUU).

La acción dramática tiene lugar, en 1928 y en 1946, en la pequeña ciudad norteamericana imaginaria de Iverstown. Los caracteres principales se presentan bien definidos y diferenciados de manera que la interacción que se establece entre ellos resulta creíble y verosímil, pese a los toques de cierta exageración que caracterizan a los personajes y sus actitudes. Martha Smith/Ivers (Stanwyck) es una joven huérfana, que ha heredado una fortuna considerable. La gestiona provechosamente con la ayuda del antiguo administrador (Bohnen) de su tía (Anderson), fallecida en extrañas circunstancias. Martha es autoritaria, dominante, carece de escrúpulos y de principios morales y es desmesuradamente ambiciosa. Su marido, Walter O’Neil (Douglas), pusilánime y aficionado en exceso a la bebida, vive dominado por la esposa y desea ser elegido fiscal del distrito en beneficio de los intereses de su mujer. Sam Masterson (Heflin) regresa a su ciudad natal tras 18 años de ausencia. Es jugador profesional y convive con Antonia “Toni” Marachek (Scout), que tiene antecedentes carcelarios por robo.

El relato construye un melodrama de pasiones desatadas, con incorporación de crímenes, asesinatos, corrupción, chantajes, engaños, maquinaciones y ocultaciones. El desarrollo de la acción se ve rodeado de una atmósfera enrarecida y opresiva, que inquieta y ahoga. Contribuyen a ello la perversidad de la protagonista, sus amigos y colaboradores, la pulsación de la impunidad de los poderosos, la explotación de los débiles, la codicia y la ambición de poder de los líderes del lugar, la ausencia de referentes morales y el recurso al crimen y al asesinato. El ambiente destila aires de fatalismo y de inexistencia de vías de salida. La lucha atávica entre el bien y el mal, la ha ganado ampliamente el mal, presente en todos los rincones de la ciudad. De cara al futuro, los proyectos que se plantean y las expectativas que se manifiestan, añaden factores de pesimismo y desesperación. Ante semejante panorama deciden huir no tanto los buenos, que no aparecen en la historia, sino los menos malos, unos pocos que, como el demonio de la puerta de Rashomon, abandonan el lugar ante el horror que les produce la inmoralidad de los humanos.

.../
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de septiembre de 2007
55 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que en la única época de nuestra vida en la que somos felices es la infancia. Es una impresión, pero de la que no me fío demasiado porque, a pesar de que la tengo muy cerca, la nostalgia puede engañar y disfrazar el pasado de feliz, pero de lo que estoy seguro es de que el mío no era triste. Es una época en la que somos inmortales, en la que la Navidad es un acontecimiento, y en la que el dinero, poder y demás gilipolleces de los adultos no significan nada. Por eso la amistad es verdadera en la infancia, porque no existen traiciones de ningún tipo. Pero esa amistad habría que verla muchos años después, como en "El extraño amor de Martha Ivers".

Habla de tres amigos de la infancia, dos de ellos criados en un mundo de riqueza y el otro al que el dinero nunca le ha dicho nada. Éste último vuelve al pueblo donde crecieron juntos tras muchos años fuera. Allí se encuentra con que sus antiguos amigos son los dueños de la ciudad, que están casados y que gozan de prosperidad. A partir de ahí se ve metido en un entramado de traiciones, miedos, palizas, chantajes, pasiones... todo debido al miedo del matrimonio a que su imperio se desmorone.

Es una película que ha envejecido bastante en algunos aspectos, pero cuya trama se mantiene impoluta. Como dijo el gran Bloomsday en una de sus críticas: "las grandes películas envejecen en los detalles pero no en el fondo". No recuerdo si ésas eran las palabras exactas, pero es una gran frase que a se ajusta a la perfección a esta película. Cuenta con grandes interpretaciones de Van Heflin y Barbara Stanwyck, actriz que poseía una enorme capacidad para dejar entrever un mundo interior sombrío, con una fuerza y una mirada volcánicas.

La escena final, en la que el matrimonio se ahoga en su propia codicia y corrupción, en un imperio que está podrido desde su misma gestación, posee una fuerza digna de Shakespeare, dramática, sobrecogedora y magistral. Aunque al final se pretenda atenuar la tragedia con una conclusión en principio alegre (parece ser que acabar las películas con una nota de color era casi obligado, supongo que por la taquilla), es imposible mostrar un final más trágico que ése, el de olvidar, a lo que supongo que ayudarán muchas noches sin dormir y muchas botellas de alcohol, aunque por suerte tengas a la tía que quieres a tu lado. Pero por mucho que se intente borrar el pasado, siempre quedará en su memoria aquella mansión en la que sus amigos quedaron atrapados. Final que hace veinte años seguramente no podrían ni imaginar.
GVD
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de marzo de 2008
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Van Heflin, magnífico actor de teatro y de cine, es el real y principal protagonista de la película; le pone sangre, empuje, convicción y talento a su personaje. Al actuar se le nota ese carisma y atractivo que eran tan típicos suyos y que encantaban a la mismísima Katharine Hepburn, quien una vez lo vio actuar en Broadway quedando tan colada por su persona que lo convenció para que se pasara al cine, gracias a lo cual muchos hemos visto sus interpretaciones a través de las patallas en el mundo entero. Heflin no tardó en ser valorado por sus intensos trabajos y así le llegó el oscar al mejor actor secundario en el filme "Senda prohibida" de Mervyn LeRoy (USA 1942). Curiosamente será más recordado por su papel secundario en el maravilloso western "Raíces Profundas" (George Stevens, USA 1953), que por otros muchos más significativos y relevantes como este de "Sam" en el filme que nos ocupa. En resumen, Van Heflin fue uno de los mejores y más estimados interpretes del cine norteamericano del siglo XX, y he aquí una cinta donde se puede apreciar su magnificencia.

La trama es dramática y de tensión casi continua, centrada en un triángulo amistoso-amoroso con crimen, culpabilidad y recelo por medio, lo cual hace de sus relaciones una pugna muy interesante de seguir. Una buena película de Lewis Milestone en el viejo y magistral "blanco y negro", a la que ya quisieran muchas actuales, en color y con todo tipo de técnicas añadidas, llegarle siquiera a una cuarta parte del nivel espejeante de su contenido.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de marzo de 2008
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
De los comentarios leídos sobre esta película me quedo con la frase de Ernesto de Bilbao: “Esta película es un clásico y sólido melodrama con una acertadas gotas de cine negro.”

¡Bingo! En pleno centro de la diana. Porque justo es lo que es: Un melodrama donde los aparentemente buenos no lo son tanto y los malos reconocidos también tienen sus virtudes. Que, ya lo dice el refrán: “Nada es verdad ni es mentira...” y donde “nuestra” Barbara Stanwyck (gracias Requiem4 por compartirla) transita por esos terrenos escabrosos que la vida llena de injusticias al mismo tiempo que va despojando de sentimientos. Y como la cosa va de penas, desamores e infidelidades no puede faltar el alcohol esconde penas y arruina carreras. No puede haber un melodrama que se precie de tal donde no aparezca el bourbon, el whisky u otros “chelis” de alta graduación y es precisamente aquí donde tenemos otro de los meollos de la cuestión: “¿Cuándo te emborrachaste, porqué y sobre todo... donde?” Porque no es lo mismo una borrachera discreta que una pública. Que las apariencias engañan y hay que guardarlas. Que la popularidad es efímera y se pierde en un instante. Y te estás presentando para fiscal del distrito.

Kirk Douglas sabemos que fue un actor de categoría excepcional, pero aún así sorprende la calidad de este su primer trabajo. Creíble y francamente bien. Lo mismo que Van Heflin y Lizabett Scott (esta última merece ser rescatada de esos olvidos injustos que tanto abundan en el mundo del cine). Y hablando de olvidos, no lo hagan de Judith Anderson, nuestra "odiadísima" ama de llaves de Rebeca, en otro papel cortado por el mismo patrón.

Punto y aparte para Bárbara, actriz que sabe, enamorarnos (La mujer milagro), perdernos (Perdición) ó como aquí, sorprendernos con veleidades pasionales y carencia de los más mínimos principios vitales. Al referirnos a ella como “nuestra” Barbara siento que estoy formando parte de un círculo de privilegiados, de un club de fans de una actriz que, a pesar de lo que diga el calendario, sigue existiendo...
FATHER CAPRIO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de mayo de 2006
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a algunas deficiencias en lo concerniente al guión, se trata de una película inmersiva, sugestiva y decididamente maravillosa que plantea en el inicio un crimen cometido por una niña que marcará su vida y la de los que le rodean.

La plasticidad y economía narrativa con la que se narra el crimen que da inicio al filme es memorable ( pocas escenas, intensidad, banda sonora ) y aunque posteriormente decae un poco el ritmo de la narración, vuelve a intensificarse en el tramo final. La dirección está al servicio de una historia más profunda de lo que puede parecer a primera vista ( como en la mayoría de filmes de la época clásica ).

La fotografía es excelente y presta especial atención a las condiciones climáticas y lumínicas, la dirección es sobria y elegante, los actores realizan un maravilloso trabajo ( la ambiguedad y morbidez de Kirk Douglas en su papel es memorable ) y la banda sonora suena, apasionada, intensificando los sentimientos que se nos presentan.

Por último, recomiendo a los espectadores que se adentren en Iverstown y que experimenten la locura de Barbara Stanwyck, el misterio que rodea a Van Heflin y mirada perdida y corroída por el sufrimiento de Kirk Douglas. Que se dejen transportar por la música de Miklos Rozsa y por la fotografía a un lugar en el que residen, incólumes, clásicos imperecederos procedentes de la época dorada e irrepetible del cine.
opera 0
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow