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Año de Gracia

Comedia En el barrio de Gracia, en Barcelona, una vieja malcarada comparte piso con un joven pueblerino e inconformista que lucha por encontrar un lugar al sol. La vieja ya ha renunciado a sus sueños, pero el joven los mantiene intactos. Y, a pesar de que viven en un enfrentamiento sin tregua, se necesitan. Humor, ternura, agilidad, unos vecinos estupendos, un barrio de gente joven, una chica muy guapa y una banda sonora potente. Y ganas de ver ... [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
28 de julio de 2012
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un año más nos encontramos con nueva película de Ventura Pons, un hombre que solo por su actividad parece buscar a toda costa el título de Woody Allen ibérico. Pons es un autor curioso que sigue en activo no sabemos muy bien por qué. Ventura Pons ocupa un trono para él solo. Nunca ha hecho una película remarcable o de éxito, si bien en su filmografía pueden distinguirse títulos mejores que otros. Y en los últimos años parece que Pons ha encontrado en el estilo televisivo (rápido, directo, desaliñado técnicamente, más acorde con la naturaleza teatral de sus historias) la forma de producir cantidad sin pensar en la calidad. Por qué Pons sigue empeñado en estrenar por la vía convencional y por qué no se dedica al teatro o a la televisión es un misterio que no se resolverá. Una pena, entiendo, cuando muchos autores noveles no encuentran espacio y financiación para sus proyectos.

Any de Gràcia resulta innecesaria y prescindible. A cada mueca, gesto y frase de Rosa María Sardà no puedo dejar de pensar lo grande que es esta mujer, aunque Sardà siempre haga de Sardà, aunque Pons lo sepa y consienta, y aunque su interpretación resulte más propia del teatro que del cine. Aún con todo, hay que reconocer que Any de Gràcia tiene eso: cierta gracia. No es divertida, tampoco es enteramente disfrutable y entretenida, pero se deja ver y resulta hasta entrañable. Vaya, que es lo mejor que el señor Pons ha hecho desde... no sabemos cuanto. Veredicto: de la misma forma que me repatea que Antena 3 venda telefilms como películas en el sentido estricto del término, me molesta que una obra con vocación y entidad de telefilm ocupe 'x' número de salas para nada. Emitida antes o después del Polònia o del 30 minuts, programas de la televisión catalana, tendría su pase. Un 6, y siendo generosos.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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15 de julio de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Àlex Maruny encarna al joven David, el clásico joven (y digo clásico porque ahora no nos vamos ni con agua caliente) que quiere dar un salto en su vida y abandonar el nido familiar, en su caso porque no soporta a sus padres, porque quiere salir del pueblo y porque quiere estudiar bellas artes y buscar fortuna como artista. Entra en un programa donde conocerá a Gràcia (Rosa Maria Sardà) a la que tendrá que hacer compañía, ayudar a las tareas de la casa y practicamente atender todos sus deseos y peticiones, a cambio de un techo y comida en Barcelona.

La cinta nos ofrece un paseo por la ciudad condal y sobretodo por uno de sus barrios más enigmáticos como es Gracia. Tratándose de una ciudad que me tiene enamorado de hace mucho y de un barrio que me trae recuerdos inolvidables, tenía pendiente el visionado desde su estreno. Cuando nada más empezar veo que el centro neurálgico de la historia es una calle y un parque donde viví grandes momentos, me alegré de por fin haberme decidido a verla.

Más allá de la nostalgia personal, la película nos cuenta una historia de unas cuantas personas del barrio. Por un lado la relación y el tira y afloja de los protagonistas, una vieja amargada y un joven rebelde e impetuoso y por otro una vecina dicharachera (Amparo Moreno) o un barman (Santi Millán) que hará de confidente y también de amigo. No me olvido de la desde ayer futura madre de mis hijos, Diana Gómez, el primer amor del protagonista en el papel de la indecisa e inestable chica de capital que mientras busca su lugar en el mundo arrastra un séquito de corazones rotos. Quizá ella sea la que más deje que desear en cuanto dotes actorales y sobra decir que estando "la Sardá" difícil que alguien la supere.

Estamos ante una comedia ligera y de visionado agradable sobre el día a día en el citado barrio y la convivencia de sus ya mencionados personajes. Seguramente lo más interesante sea la relación entre el protagonista y la señora que le hace de anfitriona y como evolucionan ambos personajes, tanto personalmente como en su relación conjunta. Lástima que no tengan la misma fuerza sus historias secundarias, con alguna que resulta puro relleno.

Al igual que interesante es ese aroma especial que tiene Barcelona de ciudad de las oportunidades, de Gracia con su gente entrañable, comerciantes cercanos e intercambios de experiencias, pero da la sensación de que la película quizá tiene un mensaje de positividad algo forzado e impostado con un final que se va de las manos y dando la sensación de ser el nuevo anuncio de Estrella Damm del año que viene. No quiero terminar sin acordarme de su BSO, formada por buenos temas de música catalana.

Nota: 5'3

En twitter: @er_calderilla
Turbolover1984
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13 de febrero de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esperaba poco de la última aventura cinematográfica de Ventura Pons, pero lo cierto es que no me ha decepcionado para nada, de hecho me he llevado una sorpresa grata, tal vez porque la película derrocha simpatía y tal vez cierta familiaridad en las relaciones con las que se ve afectado el protagonista, un estudiante de pueblo que se quiere comer el mundo y que cuando llega a la ciudad, como a casi todos les pasa, se estrella de lleno con la dura realidad. La película tiene ritmo, un color en la fotografía que le da al barrio barcelonés de Gràcia un toque atrevido y agradable y un guion que derrocha situaciones divertidas y que contiene algunos diálogos ingeniosos y realistas. La relación que mantiene el protagonista con el resto del elenco (En especial con Pere, interpretado por Millán) es algo forzada, y el desenlace es algo grotesco y desentona en exceso con el resto del metraje que se ha visto, pero aceptable al fin y al cabo. Muy bien construido el personaje de Sardà. Buena banda sonora.
Segundo Premio
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4 de mayo de 2012
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un chico se levanta, alterado. Lleva prisa, tiene que coger el tren en breve y dispone del tiempo justo para vestirse, hacer la maleta, y salir. Llega a la estación de La Garriga, apurado, y afortunadamente el tren aún espera. Parte, y después de un largo rato contemplando el paisaje se baja en Plaça Catalunya, centro de Barcelona. Acto seguido, y cargando con la maleta, toma el metro hasta Fontana, parada del que será su barrio, Gràcia. Allí vivirá mientras estudia la recién empezada carrera de Bellas Artes, y allí comenzarán también las vivencias que describe el nuevo film de Ventura Pons, Any de Gràcia, una comedia más bien ligera que homenajea el barrio barcelonés y cuenta, en clave humorística, la dificultosa adaptación del joven protagonista (Àlex Maruny) a la vida en la capital catalana, que devendrá todavía más difícil por su forzosa convivencia con Gràcia, una mujer mayor tan excéntrica como quisquillosa, y notablemente interpretada por Rosa Maria Sardà.

La película quiere ser un fresco simpático y costumbrista de la vida en el famoso barrio desde una óptica ajena pero no foránea, y se sirve de un chico de pueblo recién llegado y una anfitriona malhumorada y huraña para ello, resultando con todo un cuadro más bien vago y desdibujado de relaciones y modus vivendi. Ni una cosa ni otra, la Barcelona de Pons es tan vacua como la historia de sus protagonistas, relato por todos conocido del encuentro entre dos personas aparentemente antónimas, que resultan al fin simbióticas. La cotidianeidad que trazan Pons i el resto de guionistas, Jaume Cuspinera y Carme Morell, presuntamente tragicómica y de desenfadado desarrollo, carece de sustancia o ingenio suficientes para sobreponerse a su condición de dejà vu. No hay más aliciente en todo ello que las actuaciones de las veteranas Rosa Maria Sardà y Amparo Moreno, actrices de referencia y embajadoras perfectas de la ciudad de Barcelona. Cabe destacar también la agraciada banda sonora, buenos registros que se acoplan naturalmente a la trama.

(Sigue en spoiler SIN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TPA
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15 de junio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ventura Pons con su extensa y prolífica carrera nos ha ofrecido de todo, buenas, malas y regulares películas.
En este caso debía estar en estado de gracia porque Año de Gracia le ha salido bordada.
Sin grandes pretensiones pero efectiva, te hace pasar un rato muy agradable y eso ya es más que suficiente.
La Sardà como siempre que se sale del papel, lo borda y está genial. Gran actriz que fué.
Y el muchacho, Alex Maruny muy, muy bien.
yundriel
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