Tiempo final (Serie de TV)

Pocas series de la televisión argentina supieron mantener en vilo como lo hizo Tiempo final a principios de los 2000. Su propuesta es sencilla casi siempre: pocos actores, una única locación, una situación límite inesperada y una resolución más inesperada aún, unidos a un particular uso del humor negro con las altas dosis de tensión previamente generadas.
En cada episodio del unitario se sabe que algo va a salir mal, y se sabe también que con el correr de los minutos todo puede estar más horrible todavía. Con un extraño y logrado ingenio en el uso del tiempo real, la creación de los hermanos Borensztein es un concentrado a veces violento, a veces delirante, de mucha intriga, suspenso y en algunas ocasiones terror, que es absolutamente eficaz en su cometido: calar hondo en la inteligencia del televidente.
Historias diferentes con actores y guionistas diferentes. Cada una de ellas logra armar una atmósfera entrecortada y tensa, muy tensa, en donde se piensa que todo se puede ir al infierno en cualquier momento. Ése gran manejo de la tensión y el nerviosismo mediante la dirección de Diego Suárez y Sebastián Borensztein es admirable, sumado a la destacada puesta en escena que brinda: un actor termina en el mismo lugar que empieza el relato, pero la acción narrativa se mueve a diestra y siniestra con gran recurso, y el uso de la vuelta de tuerca final, que es el toque característico de ésta ficción, que en ocasiones llega a perturbar de manera burlesca debido a su picardía con el espectador.
De a ratos la violencia se apodera de algunos relatos, y la sangre, el sexo, la muerte y lo inesperado puede que también. Y aunque allí es cuando Tiempo final parece tomarse todo con una locura y un humor cuestionable, nunca deja perder el efectismo ni la seriedad a la hora de presentar un producto de excelente calidad a su publico. A su vez, puede que se le encuentre distintos análisis reflexivos sobre, por ejemplo, la carga moral de las decisiones, el sentido que puede cobrar la vida ante una situación límite o el muestreo de la ignorancia y la estupidez humana.
Por cierto: vean la versión original argentina, la que en ocasiones da miedo real, y del bueno. No así, sus fallidas remakes internacionales. Tiempo Final tiene un gusto especial por el morbo y la violencia, y puede mantener expectante y perturbado a quien la vea, con apenas tomar media hora de la vida de uno de sus personajes. De manera extraña, peculiar e impresionable.

Es muy difícil hablar de esta serie porque en realidad nada tiene que ver el primer capítulo con el siguiente.
Cada capítulo empieza y termina, cada uno tiene sus personajes y su trama. Esto nos lleva a que quizás te guste un capítulo pero no otro, entonces a la hora de decir si la serie es buena o mala te quedas literalmente sin palabras.
Lo único en común en toda la serie es que la trama siempre conlleva que alguien se salga de sus cabales y cometa un crimen (generalmente tenía una carga interesante de gore).
Lo más importante a veces era el lucimiento de algunos actores. Llegué a ver a Antonio Gasalla (comediante) hacer un rol de asesino y a Alejandro Lérner (cantante) mostrar sus dotes actorales.

Lo mejor: su gore.
Lo peor: si irregularidad.

3 temporadas. 69 episodios. Las historias transcurren en tiempo real, es decir, comienzan, se desarrollan y terminan en una hora. Cada historia transcurre en un solo lugar y con no más de tres o cuatro personajes. Las características principales son: tramas de gran suspenso, muchas de ellas con un gran tono policial, alguna dosis de humor, giros y reveces inesperados que hacen que el espectador no adivine el desenlace hasta el segundo final.


Como dice el titulo de mi crítica, la serie de Telefe que entre 2000 y 2002 produjo noches de suspenso, es recordada como una de las mejores series argentinas. Que por su originalidad en los guiones, la elección del reparto, la dirección excelente de Diego Suárez y Sebastián Borensztein hace que sea memorable.

Yo no soy muy fan de las series, porque son como 200 episodios de la misma historia y ya al episodio 10 te aburrís, pero amo las miniseries porque son 13 episodios como mínimo. Pero en este caso es un unitario que cada episodio cuenta una historia distinta, termina uno y empieza otro

Lo disfrute desde el primer al último capítulo. La dirección es buena, la música acompaña bien, los finales son bien resueltos… muy inesperados.

Las actuaciones de todos los actores que participaron me gustaron, tiene muchas sorpresas en el elenco como Guillermo Francella, Antonio Gasalla, Alejandro Lerner, Cacho Castaña, Enrique Pinti, Diego Capusotto, entre otros.

Otra cosa que es memorable de esta miniserie es la intro con esas hormigas que llevan trozos de papel, como si fuera el recorte de un diario, específicamente, la sección de policiales. Y con una música muy pegadiza.

Obviamente no todos los episodios son buenos, las peores para mi fueron La Entrega, El Quirófano, La Adivina, Los Ladrones, El Segundo, Las Hermanas y Salud Mental. Y hay veces que la realización no es buena, a veces se ve el micrófono o la sombra de la cámara y hay errores de continuidad.


Resumiendo, es un clásico de la televisión que tuvo sus respectivos remakes, si no la viste aprovecha que estés sin nada que hacer, vale la pena. Las actuaciones, el guion, la música, todo excelente.

Nota: 10/10
Verde, Pulgar Arriba.

Mis episodios favoritos:
Plomero
Venenosos
Electricista
La Última Cena
Doble Vida
Señor Juez
Aficionados
Barrabravas
Los Amigos
Vecino Mirón
Cirugía Mayor
Bomba Tres
Broma pesada
La Tasación
Huéspedes
Mala Noche
El Gourmet
La Bigamia
Malos Socios
Cruce De Ruta
El Velatorio
Reality Show
El Fronterizo
El Anzuelo
El Aparecido
Caballo De Comisario