Anatomy of a Love Seen

Hay un problema generalizado con las películas lésbicas, el 90% son dramas destroza almas, es la verdad, dentro de esas "destroza almas" hay grandes joyas cinematográficas (la santísima trinidad: La Vida de Adele, El último Suspiro y Circumstance). Luego tenemos ese 10% que mezclan el drama con comedia romántica como Rosas Rojas. Y ahora os preguntaréis ¿Y en qué categoría está Anatomy of a Love Seen? En ninguna, y esa es su mejor baza y virtud.

Si algo hay que tener claro a la hora de ponerse a ver ésta película es que no estamos ante una obra maestra que cambiará nuestra vida pero sí es muy posible que quede en la memoria por ser distinta. Para empezar toda la película ocurre en un set de cine, en el set de rodaje de una película. Mal y Zoe son dos actrices, no sabemos nada más de ellas, tan solo que durante el rodaje de una película lésbica (en concreto en los días de rodaje de la escena de sexo de la misma) se enamoran en la vida real, es entonces cuando la película da un salto temporal y volvemos al set de rodaje donde por exigencias de la distribuidora esa escena de sexo tiene que volver a ser rodada pero hay un problema... Zoe y Mal ya no son pareja y la cosa no ha acabado precisamente bien entre ambas... la papeleta que tienen la directora y la asistente de producción (de lo mejor del film) no es pequeña a la hora de mantener la calma. No se le puede negar su originalidad, la película usa una constante evolución en los diálogos para ir enterándonos poco a poco de detalles y cosas, ¿Por qué hay que volver a rodar? ¿Por qué rompieron Mal y Zoe? Todas esas preguntas son respondidas en los propios diálogos y es lo que te hace estar metido en la película, las actrices no son de Oscar pero se meten de lleno en su papel y logran salvar los muebles (atractivo no les falta desde luego), es una pequeña y barata película que realmente está mejor que muchas que llegan a las multisalas. Se permite el lujo de tener un pequeño giro de guión en los acontecimientos, mantiene intriga de lo que pasó y pasará, las escenas de sexo están bien rodadas y no hay cortes (se ve carne vamos) y hay momentos en los que consigue la emotividad necesaria de empatía y ternura hacia las protagonistas. En definitiva no es lo mejor ni lo peor pero si veis películas lésbicas os daréis cuenta de que es de las más decentes, con algo distinto que contar y que puede llegar a ocupar un lugar en vuestro corazoncito