Dora y la ciudad perdida

Fui ayer a ver la película con mi hija de 4 años y lo cierto es que salimos encantados. Creo que muchas veces se es injusto con productos así porque casi siempre se les puntúa mal por tratarse de algo simple, ligero e infantil.

Estamos ante una muy, muy buena adaptación de la serie Dora la Exploradora donde han sabido hacer unos guiños a la serie geniales, incluyendo canciones típicas de la serie y personajes.
Es una película familiar "buenrollista", ingenua y, lo mejor de todo, muy entretenida. Dora es la versión infantil de Lara Croft, pero Isabela Moner la interpreta de forma magistral haciendo un rol muy diferente al que hizo en Sicario 2. La chica tiene carisma, llena la pantalla y logra contagiarte esa visión "wonderfulworld" de la vida.
Han hecho una película de aventuras arqueológicas que si le añadiesen violencia, muertes, tacos y sexo, pero con la misma trama pues tendríamos una peli de Tomb Raider o Uncharted o Indiana Jones. Quiero decir con esto que la película evidentemente está enfocada a un público infantil y que crea en los Reyes Magos, pero que los adultos que les acompañamos también lo podemos pasar bien visionándola porque tiene un buen argumento. Sí, todo previsible desde el minuto 1, pero no por ello es menos entretenida.

Admito que salí cantando con mi hija "móchila, móchila..."

La tendencia a llenar las salas de cine adaptando series de la televisión es la causa de que se estrene ahora Dora y la ciudad perdida. Este personaje de animación lleva muchos años entreteniendo y educando a los más pequeños de la casa, aunque este film se ha propuesto llegar a un público más amplio.

En manos de James Bobin, director con una larga trayectoria en películas infantiles, esta adaptación de Dora exploradora se convierte en un entretenido producto, muy simple y muy visto, pero eficaz. Los primeros minutos se dedican, innecesariamente, a dejar claro que estamos ante el mismo personaje que en televisión, avasallando con recursos educativos que desconciertan al que no ha visto la serie y le predisponen a lo peor. Sin embargo, pasado ese primer asalto, el guion discurre por la senda de las aventuras de toda la vida, con agilidad y humor.

La historia se disfruta sin sobresaltos y los decorados, desprovistos de un gran despliegue de presupuesto, son suficientes como escenario de las andanzas de este grupo de adolescentes que se hacen querer, a pesar de recoger los tópicos habituales de la juventud hollywoodiense. No deja de ser simpático que la comparación entre un instituto estadounidense y la jungla salvaje en este caso sea literal.

Como era de esperar también, el relato es un vehículo para la transmisión de valores positivos. Dejando de lado los primeros minutos citados, esta carga educativa se hace de manera natural, al hilo de los acontecimientos y ocupando un lugar proporcionado dentro del conjunto de la narración. La amistad, la tolerancia con los distintos, el respeto y cariño hacia los padres, el valor del trabajo y del estudio, el afán de conocimiento y la admiración por el mundo que nos rodea, son algunas de las ideas que van saliendo, sin agobiar, mientras Dora y sus amigos sortean los peligros de la selva y de los malos que los persiguen.

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Esta película de acción real que tenía mucha pinta, al menos por el tráiler, de ser apta para todas las edades, tanto para un público infantil, juvenil, como (¿por qué no? adulto, está basada en la popular serie homónima del canal norteamericano Nickelodeon. De todos modos, y tras verla entera, habrá algunas situaciones, algunas secuencias que los más pequeños de la casa les costará entender. Algo más de cien minutos de duración que se hacen muy cortos. Aunque parezca que se asemeje a la serie televisiva, la adaptación cinematográfica se ve algo más adulta. La trama nos presenta a la joven Dora, la que, para muchos, es la aventurera más famosa de la televisión. James Bobin, realizador de Los Muppets (2011) y Alicia a través del espejo (2016), es el encargado de llevar a la gran pantalla las historias de Dora y sus amigos, según un librero escrito por Matthew Robinson y Nicholas Stoller. La trama tiene ese espíritu aventurero al más puro estilo Indiana Jones, Lara Croft, Tadeo Jones y La Momia (la de Brendan Fraser, qué duda cabe, no la de Tom Cruise). Dora sería, salvando mucho las distancias y el look de presentación, una Lara Croft mucho más joven. Tiene toques muy buenos, toques muy de la serie animada como eso de romper la cuarta pared. Quién haya visto la serie, sabrá de lo que estoy hablando. ¿Eh, padres y/o abuelos? Claro que sí.
El reparto lo encabeza la joven actriz Isabela Moner (a la que hemos podido ver en Transformers: El último caballero (2017) junto a Mark Wahlberg y Anthony Hopkins) muy bien caracterizada como Dora, aunque con unos añitos de más respecto a su homóloga animada. La acompañan Michael Peña (Ant-Man y la Avispa) y Eva Longoria (de la mítica serie Mujeres desesperadas) como sus protectores y aventureros padres, Jeffrey Wahlberg (Future World) como su primo Diego, Madeleine Madden (La tierra de las mareas) y Nicholas Coombe (Amor a medianoche) como dos compañeros y amigos de Dora en el instituto, y Eugenio Derbez (de lo poco que he visto de este actor, me quedo con la película No se aceptan devoluciones) entre otros. Además, si la podéis ver en su versión original, el film cuenta con las voces de Danny Trejo (La Llorona) como el monito Botas y Benicio Del Toro (Sicario: El día del soldado) como Zorro. La partitura musical está creada por el veterano compositor John Debney y por Germaine Franco (fue compositora de la música adicional de la cinta animada Coco) que, para mí, casa notablemente con lo que vemos durante todo el metraje. Todo el equipo se las ha tenido que apañar con un paupérrimo presupuesto, pero se nota que ha estado muy bien invertido. La ambientación, los efectos visuales... No me extrañaría que el estudio les diera luz verde para una secuela. Y bienvenida que sería. Un film notable, y es que para el que le guste el cine familiar, el cine de aventuras y/o acción, ha dado en el clavo. Es bastante previsible en algunas cosas, pero aún así te llegas a sorprender con otras. Mi nota final es de 8/10.

Si no has visto ni un solo capítulo de los dibujos animados es fácil no entender partes de la película. A mi parecer se ha hecho una película muy divertida para los niños y los padres que hemos disfrutado de sus aventuras en la serie de dibujos y de su primo Diego.

Como crítica, ciertas partes del doblaje podrían haberse pulido un poco más.

Aunque en su día cuando se anuncio el proyecto parecía un mal chiste ha llegado el día en el que se ha hecho realidad y ya tenemos en la gran pantalla la adaptación a imagen real del personaje de dibujos animados Dora la Exploradora.

Lo primero de todo nos encontramos ante una cinta de marcado carácter familiar y por tanto bastante inocente. Sin embargo a pesar de todo ello han conseguido presentar un producto la mar de divertido y por que no decirlo también fresco también. La película cuenta con un muy buen sentido de la aventura y para que me entendáis mejor es como una mezcla entre Tomb Raider más Indiana Jones salvando las kilométricas distancias claro esta, pero protagonizada por un grupo de cuatro adolescentes mas un adulto.

El guión es sencillito, Dora por diversas circunstancias debe partir en búsqueda de sus padres a la selva del Amazonas acompañada de sus amigos y a partir de hay se desarrolla una serie de aventuras repletas de peligros y desafíos por superar. Cabe decir que las distintas situaciones están bastante bien llevadas dentro de lo que uno se cabe esperar y que las distintas pruebas a las que se enfrenta Dora son lo suficientemente variaras y diversas para no caer en lo repetitivo. Que el guión sea sencillo no quita para que la cinta se esfuerce por demostrar buenos valores como el sentido de la amistad y el deber, o el esfuerzo de superación.

En cuanto a las actuaciones son bastante correctas y dignas dentro de lo que uno puede esperarse de un producto como este.

Los efectos especiales y la música cumplen sobradamente su función de amenizar las imágenes.

En definitiva, una película sin mas pretensiones que hacernos pasar un buen y divertido rato repleto de aventuras en la jungla sorteando mil y un peligros por el camino pero que a su vez se esfuerza por transmitir valores. Para pasar una buena tarde entretenida aprueba con creces. Mi nota final es de un 6.5 sobre 10.