Trío de damas

La película por estar bien ambientada es como una caja muy bien envuelta con lacito incluido cuyo contenido interior defrauda un poco por ser demasiado irrisorio. Es una comedia refinada pero totalmente perjudicada por la flojedad de la idea argumental. La recién casada protagonista se convertirá bajo el influjo de los celos en una ladrona muy particular y en una cantante bastante peculiar también mientras que el marido andará desquiciado entre las tres personalidades, las dos falsas y la verdadera. Como se ve con un tema tan limitado era difícil que esta amable comedia de Ágata Films pudiera mantener la atención del espectador aunque siga la misma línea en lo que a decoro se refiere de las anteriores producciones de Dibildos filmadas por Lazaga como "Las muchachas de azul" y "Luna de verano". La cinta cae a veces en lo delirante por su misma insipidez y hay escenas sobrantes que nada de interés aportan a la narración. Predomina en un conjunto desangelado una gracia tonta y elemental que no produce ninguna reacción especial. Lazaga tiene películas un poquito mejores. De todas formas presenta un número suficiente de situaciones agradables y simpáticas que alivian algo la cosa y que hacen que la película no sea del todo despreciable. Buen gusto además no falta en la confección de la obra que resulta ser una comedia que tiene algunos momentos incluso entrañables por lo que a pesar de sus defectos se le puede tener una cierta consideración.

Una producción típica de Dibildos, con su mujer, Laura Valenzuela, en un triple papel, un inspirado Francisco Rabal enroscado a su peluquín y situaciones muy machistas que aportan poco a una trama muy sosa. Lo mejor, el elenco de secundarios (con peluquín también) y ese Madrid de los 60. Lo peor, esa moralina machista que impregnaba todo en esa época (y las anteriores y las siguientes).

Resumamos el planteamiento argumental: una joven mujer casada (Laura Valenzuela) enloquece por los celos que siente, y, así, adopta la personalidad y la forma de vestir de las mujeres (una ladrona descocada y una cantante francesa a la moda) que le ponen más celosa, o que tal vez amenazan más su matrimonio con un abogado (Francisco Rabal). Como, en mi humilde opinión, plantear un caso de doble y hasta triple personalidad creado por los celos es un supuesto absurdo, ridículo e increíble, que no hay quien se lo trague, toda la historia es igualmente ridícula, forzada y hasta un poco aburrida, pues la parte en la que Valenzuela se "convierte" en una cantante francesa es un tanto reiterativa, tratando de exprimir una idea que ya no daba mucho más de sí.

Las únicas cosas buenas, que no sé si justifican el visionado de este bodrio, son la interpretación de Paco Rabal (que demuestra ser un gran actor pese a la estupidez del guión), las actuaciones de Ismael Merlo (un psiquiatra), Mayrata O'Wisiedo (la verdadera cantante francesa) y Fernando Sánchez Polack (un jardinero con guadaña), y la suntuosa fotografía en color.

Comedia que se pretende sofisticada, supongo, por su elegancia formal, su colorido, vestuario y peluquería, amén de que sus personajes pertenecen a gente bien, gente con posibles, con buenos trabajos, aunque las mujeres sean amas de casa que, como la protagonista le dice a su abnegado y muy sufrido marido: "Ve a trabajar para traernos comidita a los dos (a su perro "Sultán" y a ella misma (una Laura Valenzuela preciosa)". Y es que, un poquito (más de la cuenta) machista sí es la peli, pero normal para la época, ¿no?.
En fin, que quitando este espinoso asunto, nos encontramos con un argumento que, bien mirado, no hay por dónde agarrarlo, es más bien absurdo, pero que se salva por mor del estupendo elenco interpretativo, de lo mejorcito en la época.
Buena dirección artística de interiores, bonita fotografía a todo color a cargo de Manuel Merino y situaciones muy irregulares que siempre cuentan con el esfuerzo de los intérpretes, que salvan cualquier ridícula situación, llegado el caso.
En definitiva, que se puede ver, resulta muy curiosa la historia por más que esta sea estrambótica, y al finalizar nos obliga a reflexionar sobre si es una comedia adelantada a su época o una chorra de tomo y lomo. Yo todavía estoy en ello.

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Es una película rara ciertamente, es un intento de humor absurdo al estilo de Mihura o Neville pero claro el guión no corre a cargo de éstos y no llega ni a Alfonso Paso otro de nuestros grandes autores teatrales. Pero en fin el intento no está mal. La guapísima Laurita Valenzuela lo hace muy bien en su triple papel de loca celosa que lleva por la calle de la amargura a nuestro enamoradisimo Paco Rabal, de mujer sumisa y de francesa underground o "femme fatale" que se diría en nuestra ya lejana juventud. José Luis López Vázquez tiene un corto papel al igual que Jesús Puente .La película está producida y escrita por José Luis Dibildos pareja de Laura Valenzuela así todo queda en casa. Para ser genial no basta con intentarlo. Lazaga hace lo que puede. Raro raro todo éste film .