El corazón púrpura

Sin más preámbulos, una buena película y muy sensata. Es evidente que es una proclama dirigida al pueblo americano que está en guerra contra Japón en ese momento, el caso es que como film cumple perfectamente su cometido ensalzando el valor de sus soldados, como es lógico y haría cualquiera en su lugar, no van a decir que el enemigo es cojonudo y que los suyos son unos mierdas y que Dios les asista. Alguno opina que ya por eso son unos fascistas y su película es pura propaganda más fascista aún. Creo que hay que darse cuenta de la perspectiva temporal y no juzgar hechos de hace un porrón de años; aparte de eso, se supone que cada cual hace sus películas como le da la gana.

El caso es que hoy queda como una película intrigante en un escenario de juicio militar en el que un tribunal japonés pretende condenar a muerte a un puñado de soldados americanos por el ataque con un bombardero a la población civil.

Los sibilinos y maquiavélicos ademanes de los japoneses, su altivez y sus sonrisas diabólicas proporcionan una gran intensidad a la película.

El fiscal militar quiere salirse con la suya desprestigiando a su colega de la Armada nipona afirmando que el bombardero partió de un portaviones que se acercó a un mar seguro, y está decidido a que los prisioneros lo confiesen. El presidente del tribunal lo dice: el mismo Emperador está interesado en esclarecer el origen de ese ataque, y como no puede ser de otra forma, nosotros también. Así pues, interesante película.

El Corazón Púrpura es una condecoración de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos con el perfil del general George Washington, otorgada en nombre del Presidente a aquellos que han resultado heridos o muertos en servicio después del 5 de abril de 1917.

Después del ataque japonés a Pearl Harbor que hizo entrar a EE UU en la Segunda Guerra Mundial, se orquestó una misión para devolver todo el daño posible a Japón en su propio territorio, lo que hicieron a través de un ataque con bombarderos, desatando el terror a la población japonesa que creía que ese ataque era imposible.

Una de esas tripulaciones, que obviamente no podía regresar autónomamente a su base de partida, es hecha prisionera en China, y los japoneses les juzgan como criminales por la muerte, cierta o no, de sus civiles.

Historia de un juicio ficticio con motivos propagandísticos, pues estaba en pleno apogeo la guerra, donde destaca Dana Andrews como el actor más conocido y como director a un reputado autor antibelicista, Lewis Milestone, que dirigió todo un monumento en contra de la guerra en "Sin novedad en el frente" y alguna más, por lo que sorprende su elección para dirigir este film.

Notable, 7.

Las pautas de la ficción alían su voluntad con la crudeza de la trama bélica para componer una interesante propuesta capaz de sumergir al espectador en una atmósfera intensa.
Y, aunque después de setenta y cinco años son notorios sus rasgos de ingenuidad cinematográfica, hay que destacar su perfecto control del ritmo narrativo y la admirable captación del clima psicológico.
La II Guerra Mundial ofrece tantos puntos de vista que quien se aproxima a ella siempre encuentra un valor o significado para justificar su propio pensamiento, su juicio y su ideología.
Sin excepciones.

Interesante drama bélico de ambiente judicial que alude en su título a la medalla con el perfil de George Washington que se concede a modo de condecoración militar estadounidense a quienes hayan resultado heridos o fallecidos en acto de servicio.

Con evidentes fines propagandísticos y elevadas dosis de patriotismo, la película está basada en un hecho real acontecido en 1942, cuando después del famoso ataque de Estados Unidos al imperio nipón como respuesta a Pearl Harbor, los ocupantes de un bombardero americano fueron capturados y sometidos a juicio.

Al margen de lo altamente tendencioso y maniqueo que resulta el film en la exposición de los hechos, es innegable la enorme capacidad desplegada por Lewis Milestone en la excelente puesta en escena, sublimada por una brillantísima realización en la que destaca su cuidada planificación, con una admirable composición de planos, la utilización nada gratuita de varios travellings laterales y hacia atrás, y una construcción de escenas ciertamente llamativa y ejemplar.

Además hay que reseñar tanto el talento manifestado en una sólida narración que jamás pierde interés, como el acertado uso de flashbacks en los que Milestone introduce algún seductor pasaje de tipo onírico.

No es la mejor cinta bélica de su director, especialista en este tipo de trabajos, pero desde luego se trata de un film muy apreciable en el que sus inequívocas virtudes disimulan con éxito sus posibles defectos.

Nota: 7,5

Sí a las que hizo el fascistoide John Ford se les llamó la trilogía de la caballería a las que hizo Lewis Milestone sobre los horrores de la guerra se le podría llamar "la trilogía de la guerra" pero con la salvedad es que las tres son obras maestras y las del fascista no lo son si exceptuamos Fort Apache.
El cine de propaganda ha tenido excelentes obras: El gran dictador, Ser o no ser, Objetivo Birmania, Manos peligrosas, El ministerio del miedo, El hombre atrapado, Clandestino y caballero y muchas otras en donde entran "la trilogía de la guerra" de Lewis que eran mucho mejor que los Lois o los Wrangler donde va a parar.
Hay críticos que no pagan ni pagarán en el cine que despotrican del cine de propaganda si les afecta a ellos y sus ideas políticas y no ven más allá de sus narices y hay aficionados a críticos que pagan por no ser profesionales del comer que despotrican del cine de propaganda si les afecta a ellos y a sus ideas políticas y no ven más allá de sus narices.
El corazón púrpura es un canto a la libertad que a lo mejor le sobra el final ......pero es que no es lo mismo un 9 que no se merecía que un 10 que se merecía.