Viva Cuba

El cine 100% cubano no es muy comercializado dentro de nuestra frontera. Si nos ponemos a pensar, muy pocos títulos seríamos capaces de nombrar (o ninguno) de una película dirigida, protagonizada y producida por profesionales caribeños. Esto no quiere decir que en aquel país no se haga cine ni mucho menos. Lo único que significa es que por el motivo que sea (el cual desconozco) sus producciones no pasan por el filtro necesario para que la podamos disfrutar en España.
De todas forma, quién esto escribe vive en la ignorancia cinematográfica. Quizás vosotros sí seríais capaces de hacer una amplia lista con excelentes títulos elaborados en aquellas islas, no lo se. Para salir de dudas, consultaré humildemente este tema con Coleccionista visual; Maestro experto en cine hispano-americano, excelente crítico y mejor persona.

"Viva Cuba", centrándome ya, es una divertida película. Creo que he sido un poco duro con la nota asignada... pero había ciertos puntos que no terminaban de convencer.
Los abundantes, mediocres e innecesarios efectos visuales (o especiales) hacía que frunciera el ceño y me planteara si aquello iba en serio. Parecía como si hubiesen ganado en la tapadera del yogourt un vale canjeable por un lote de Fx... no venían a cuento pero había que aprovecharlos como sea. Eso sí... el efecto para el colorido del cielo de Cuba en ciertas tomas era precioso. Que digo yo que eran efectos... porque si ese es el auténtico cielo de Cuba no me quiero morir sin verlo antes personalmente.
La historia es simple pero tierna. Dos chiquillos, que por amor, caminan kilómetros y kilómetros para llegar a la otra punta de la isla (de ahí el título de la crítica). Tiene momentos muy aceptables pero otros tirando más a mediocres.
Los jóvenes protagonistas están estupendos; muy naturales, muy graciosos y verdaderamente podrían poner esta cinta a los jovencitos actores que comienzan sus carreras en las series españolas. (Estos dos se comen en un escenario a los hijos de los Serrano, de la Aída y de los de Nacho Martín).

En definitiva; "Viva Cuba" es de esas películas que más gustan cuando la recuerdas que cuando la estás viendo.

Entrañable "road movie" donde los dos niños luchan por su amistad a pesar de los prejuicios de los mayores y pasando, como es normal, por muchas situaciones durante el viaje donde su amistad se refuerza. A destacar la natural actuación de los protagonistas, que prácticamente se podría decir que no actúan que los niños son así tal cual.

La cinta está clasificada como drama, pero a mí me parece más una comedia dramática y más bien infantil, sobretodo por algunas imágenes animadas.

A destacar de manera negativa el sonido técnico, ya que hay momentos donde el sonido desaparece y otros donde los ruidos de ambiente ensordecen los diálogos. En general, técnicamente es bastante pobre.

Tierna road movie en la que dos niños, Malú y Jorgito, recorren la isla caribeña de norte a sur, huyendo de la inminente salida de Cuba de la primera. La historia es excusa para mostrar las distintas maneras de vivir y los diferentes puntos de vista de los cubanos, así como el funcionamiento de las administraciones.
El eterno dilema:salir o quedarse; el desencanto; la amable resistencia; la esperanza; el orgullo......Todo forma parte del equipaje de quien viaja sin maletas.
La película está hecha desde dentro y los argumentos que se esgrimen dan la razón, bajo mi punto de vista, al que apuesta por la permanencia. Hay valores, nos dice el director, que están por encima de carencias y limitaciones.

La historia de amor de los muchachos, parece que tendrá la suficiente fuerza para arrastrar y barrer posturas encontradas, pero....

Simple y entretenida historia, en la que una parejita preadolescente se cruza la isla -casi de punta a punta-, para intentar que el padre de ella no firme la autorización con la que su madre podrá llevarsela y separarlos. Un argumento muy simple, desde luego, pero de entrada hay que agradecer que todas las paradas que los niños van haciendo no se conviertan, como suele suceder en este tipo de películas, en un reclamo turístico de las poblaciones que nos muestran.

Aún asi, la belleza del paisaje cubano queda perfectamente retratada por una fotografía eficiente, cuyo único defecto es la limitación presupuestaria, que le obligó a meter simples dibujos animados donde nuestros europeos ojos, acostumbrados ya demasiado a infografías, exigirían imágenes digitales. Aunque, en realidad, el par de momentos en que aparecen tampoco son importantes en la historia, sino más bien meros rellenos.

Las interpretaciones son muy desiguales, quedando casi todo el elenco adulto eclipsado por el buen hacer de los pequeños protagonistas, que -como bien dijeron ya antes- les dan sopas con honda a los mequetrefes marisabidillos y antipáticos que supuestamente interpretan en nuestras series televisivas, y que sólo consiguen que uno rece porque Herodes resucite. Muy buenos estos dos críos, si señor, y en especial la niña, toda ella naturalidad.

Otra parte que desmerece es el sonido, que muchas veces se abarrota de ruidos de fondo que apenas dejan oir los diálogos, y otras se eliminan por completo consiguiendo un efecto muy extraño, como cuando los crios conversan a la orilla del mar, y en los primeros planos desaparece el rumor de las olas y el viento. Curioso que el sonido sea deficiente en bastantes producciones cubanas de las que he visto.

En resumidas cuentas, una película que entretiene e incluso a ratos conmueve, recomendable como la modesta producción que es.

Una pena que en el plano técnico el sonido que ofrece la película sea más que deficiente porque la tierna historia de los dos niños que se escapan para intentar evitar la emigración de uno de ellos (el verdadero transfondo de la historia) está verdaderamente bien llevada, apelando al sentimentalismo, a una amistad de terciopelo que llevan a esta pareja de niños preadolescentes a vivir con intensidad pequeñas aventuras en una ‘road movie’ pueril en la que los diálogos refuerzan esta convivencia, esa relación entre ambos cada vez más fuerte hasta el final de la cinta.

Lo mejor del plano técnico es la fotografía, bien reflejados los bellos paisajes cubanos, desde la frondosa arboleda serpenteada por meandros, hasta las playas de varadero, lo demás va de lo irrelevante a lo desastroso. Irrelevantes son los pequeños efectos especiales para reforzar el carácter infantil de la película, que incluye desde la introducción de personajes animados (fruto de la imaginación febril en algunos momentos) a los dibujos de estrellas de colores que también imaginan en un precioso cielo, en general, los efectos son ‘cutres’ poco o nada creíbles y faltos de continuidad, pero al menos sirve para acentuar el carácter infantil de la película y ofrecen a los personajes la posibilidad de rasgar un poco el corazón del espectador.

Lo que no tiene perdón es el sonido del metraje, silencios abruptos seguidos de diálogos que te sobrevienen sin previo aviso, la recolección de un sonido ambiente excesivamente alto que no te deja escuchar el diálogo de los personajes, y algunos fondos que incluso hacen daño al oído o son verdaderamente incómodas, van muy en contra de un metraje que por lo demás podría haber obtenido una mucha mejor nota de no ser por las deficiencias técnicas demasiado obvias y desesperantes como para dejarlas pasar en favor de la historia. No logro discernir no obstante, si estas deficiencias se deben a la falta de presupuesto, o al exceso de celo a la hora de innovar, porque curiosamente la película comienza con una guerra imaginada por los niños en los que los sonidos de bombas y aviones están verdaderamente logrados… hasta que todo se empaña sin remedio.

Sorprendente en los positivo la actuación de los dos niños, muy ágiles y naturales en su historia logrando comunicarse con el espectador.

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