En lo alto

En una sola localización que cobra entidad propia —un edificio de tres plantas— se van articulando las distintas partes que, entre saltos temporales, componen este puzzle de Hong Sang-soo. Cada una de las piezas captura determinados momentos en las vidas de sus personajes y las consecutivas escenas brindan luz al espacio entre unas y otras, aquel que no se ha mostrado pero sí ha sido habitado por ellos.

Acompañada de una fotografía en blanco y negro que retira lo meramente ornamental o coloridamente estético, esa progresión disruptiva de la película hace que el tiempo lo englobe todo y no sea algo pautado. Así su paso invariable y orgánico entre escenas invita a una reflexión sobre su naturaleza y cómo afecta a las decisiones que se toman en la vida.

Esa indagación mantiene un ritmo pausado que se construye desde planos contemplativos, estáticos casi, o con ligeros movimientos de cámara que alternan la sutileza con la voluntad de remarcar un instante preciso. Esa puesta en escena favorece a las conversaciones íntimas y dilatadas con las que se llena el film, permitiendo que luzcan y se preste atención a cada una de las líneas de diálogo.

De entre ellas se desprenden meditaciones sobre los cambios de identidad fuera y dentro de casa, la soledad, las relaciones de pareja o el cine. En relación a este último punto, se puede afirmar que hay una naturaleza metafílmica en el propio film y, sobre todo en esa larga sobremesa durante su segunda visita, el protagonista parece emular la voz del propio director.

Teniendo en cuenta que las obras del surcoreano apelan a un nicho muy concreto, 'En lo alto' no es distinta, pero resulta interesante por su particular mirada y las exploraciones que propone. Igualmente, para aquellos dispuestos a aceptar el reto, encontrarán una belleza en cómo Hong Sang-Soo filma, dialoga y retrata la mundanidad con secuencias próximas a nuestro día a día.

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Hay, al menos, dos tipos de cine coreano. El que aúna género, mensaje, acción y algo de realismo mágico. Y otro más contemplativo, más oriental.
En lo alto es del segundo. ¿Porqué cambiar de plano si puedes tener una conversación de 10 min. de tres personajes sentados a una mesa? Toda la película se desarrolla en una sucesión de estos pequeños retablos con pretensión naturalista y donde los intérpretes son creíbles tanto como sus personajes poco apasionados.
El blanco y negro ayuda a la grisura general.
No obstante la historia está bien contada y aunque tediosa a ratos mantiene al espectador atento a sus probables giros de guion y le impregna de un sentimiento de realidad y hastío , como si nos hiciera cómplices de este creador egoísta.

Es lo quie tiene Hong Sang-soo, eso de rodar una película cada vez que se "le ocurre algo", y sin darle más vueltas. En su estilo "minimal" resulta que los personajes y aquello que nos cuentan son decisivos para inclinar la balanza de mi estimación hacia uno u otro lado, hacia el lado del genio o hacia el del sopor. Para mí gusto, por ejemplo, Delante de mí o La cámara de Claire estarían, sin duda, sobre el primer platillo: cal. Esta "En lo alto", y también sin duda, en el 2º: arena.

*Un prolífico e intimista director surcoreano

En lo alto es una sencilla película minimalista del director surcoreano Hong Sangsoo, con una fotografía en blanco y negro muy nítida y un guion naturalista, siendo ambas realizaciones técnicas del propio director. Habitualmente le gusta rodar sin colores, muy influenciado por el cine que le gusta, así como incluir algunos elementos de su vida en los diálogos. Trata de ser muy autónomo en sus películas, reduciendo al máximo los costos de producción, por lo que asume distintas tareas en sus películas.

Ha participado en los principales festivales de cine. Consiguió el Premio Un Certain Regard en 2010 por “Ha ha ha” en el Festival de Cannes. Fue premiado con la Concha de Plata al Mejor Director en 2016 por su película “Lo tuyo y tú”, además del Premio Especial Zabaltegi-Tabakalera en 2020 por “La mujer que escapó”.

Galardonado varias veces en el Festival de Locarno por sus películas “Our Sunhi” y “Right Now, Wrong Then”, en Gijón con “Hotel by the River” y en 2022 premiado en Berlín con el Oso de Plata por “La novelista y su película”. Es un director muy prolífico desde su debut en 1996, del que actualmente pueden verse once de sus películas en la plataforma Filmin.

*El paso del tiempo y los cambios personales

En su última película de 2022, En lo alto, su personaje principal es un famoso director de cine Byungsoo, Hae-hyo Kwon, que se reúne con su tímida hija Jeongsu, Mi-so Park, a quien no ve desde hace cinco años. Byungsoo visita a su antigua amiga la señora Kim, Lee Hye-yeong, diseñadora de interiores, para que aconseje a la joven Jeongsu sobre sus estudios y trabajo.

Kim es propietaria de un pequeño edificio de cuatro alturas sin ascensor donde vive, teniendo alquiladas algunas de las plantas a diferentes personas. La decoradora les va enseñando las estancias de los distintos pisos, y en torno a ello Byungsoo habla sobre su vida personal, profesional y su separación de la madre de Jeongsu.

A través de éste recorrido de abajo a arriba por el edificio, el argumento nos va presentando a sus diferentes inquilinos y las relaciones entre ellos. También hablan sobre las dificultades de financiación de las películas o los deseos de mejora personal de Byungsoo, además de los deseos profesionales de su hija. Presenta de una manera muy sencilla los miedos personales, deseos, pensamientos y sentimientos de padre e hija.

En lo alto es sobre todo una reflexión sutil sobre el paso del tiempo, al abarcar el guion los propios cambios vitales de sus protagonistas y de las relaciones personales a través de las distintas secuencias.

*Del escepticismo vital a la esperanza

La película muestra distintos momentos temporales del protagonista principal, el director de cine Byungsoo, con veladas referencias a la propia biografía del director de En lo alto.

Sunhee, Song Seon-mi, un personaje al principio secundario, va adquiriendo más importancia a medida que la película avanza y especialmente en su tercio final. A través de su relación de admiración hacia el director Byungsoo, van tejiendo una nueva realidad para ambos, ofreciendo una actitud esperanzadora más allá de su escepticismo anterior.

Como en la vida del propio director Hong Sangsoo, el vino de buena calidad tiene un papel importante. Es un gran facilitador de la comunicación entre sus cuatro personajes principales, Byungsoo el cineasta, su hija, la señora Kim y Sunhee la dueña del restaurante.

Los espacios interiores y exteriores son muy importantes en la escenografía de En lo alto, mientras la trama se desarrolla principalmente en las distintas estancias del pequeño edificio. Hay tomas externas cortas pero intensas, que dan un acertado contraste a la atmósfera intimista. También en varias secuencias hay distintas referencias al tiempo futuro en el espacio de la isla de Jeju.

La película nos habla de afectos, de la soledad y el saber estar solos, la necesidad de la espiritualidad y la religión, en la parte más intimista de la película. Las miradas, palabras y silencios, son sutiles pero muy expresivos, en las relaciones entre los personajes bien interpretados por los actores y actrices habituales en la filmografía de Hong Sangsoo.

*Conclusión

En lo alto es minimalista en su ambientación pero ambiciosa en la muestra intimista de sus personajes. Además, En lo alto desarrolla de manera certera las relaciones entre sus protagonistas, siendo muy importante el espacio físico donde se encuentran y abren sus intimidades a los demás.

El paso del tiempo y su influencia en las personas es el tema principal del argumento para la joven decoradora, su padre, la prestigiosa diseñadora de interiores y la dueña del sencillo pero sabroso restaurante del edificio. Película recomendable para quienes gustan de un cine de autor que explora deseos, miedos, pensamientos, sentimientos personales que son muy universales.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez

Recibo novedades de este director y sus nuevas películas y solo sonrío. Porque aún no se ha estrenado su nueva película y ya tiene una o dos, o las que sean, en mente, o en rodaje. Es bonito y a la vez asfixiante, pero me relajo al saber qué es él. Va muy deprisa, pero su cine madura y cambia de manera audaz, calmada, transparente y sobre todo sencilla, sabiendo desde el principio cuáles son sus inquietudes, sus dudas, y sus miedos. Desde la pantalla podemos captar su personalidad, al menos un poquito.

En las historias de Hong, el alcohol y los sentimientos son muy protagonistas, se bebe mucho tanto para reír, llorar, entenderse, cuestionarse y sobre todo desahogarse de cualquier modo que siendo Hong Sang Soo el director no nos aburriremos. Es más, es un cine difícil, y sobre todo pesado, pero gracias a sus recurrentes actores, diálogos (a veces tan repetitivos cómo graciosos) y esos planos fijos que no necesitan nada más que las mismas sensaciones que me hace el alcohol sin beberlo, solo viéndolos. Todo ese peso que él convierte en simpleza (lo necesario) y muy interesante.


En lo alto nos muestra temas y sensaciones simplistas pero muy importantes para el día a día, dónde retrae melancolía, interés y algo de alegría gracias al vino. Solo son conversaciones triviales pero que recogen mucho peso cada minuto que pasamos conociendo más de ese edificio minimalista de tres pisos que parecen ser universos distintos y que sí son en diferentes tramos temporales que nos hace preguntarnos sí estamos viendo la misma película. Esta circunstancial película con historias cíclicas nos obliga a reflexionar sobre nuestras vida y sus realidades dónde todo transcurre en un todo y un nada. No es la mejor pero sí muy sensacional.

RICARDO VALERO, SEPTIEMBRE 2023, ESPAÑA.