El hombre-puma

Excelente, hipnótica.
Gracias a Cinecutre y Artistic Metropol pude deleitarme con ésta película de serie Z total. Un privilegio poder disfrutar de un guión con las siguientes perlitas, ojo spoiler

¿Como calificar un exploit italiano de Superman dirigido claramente a un público infantil, allá en los 80? Me cuesta machacar una película que, pretendiendo ser Superman, es un antecedente de "El gran superhéroe americano", donde un torpe arqueólogo adquirirá unos poderes latentes de su genética alienígena, volando fatal y con un maestro indígena amerindio. También aprovecha la moda imperante en aquellos años sobre los extraterrestres y su influencia en las civilizciones precolombinas. Y para rematar, aparece una esfera que se supone una nave espacial y que en el cartel recuerda sospechosamente a la "Estrella de la Muerte", pero no en la película.

Simple peliculita de imitación, con un superhéroe que lleva pantalones largos de andar por la calle, un poncho que se transforma es una capita ridícula y en el pecho un dibujo maya que bien se podría tatuar ahora cualquier asiduo a "First dates". No es invulnerable y lo que hace, además de saltar y volar, es atravesar dimensiones para aparecer tras de ti. Los efectos especiales son escalofriantemente malos, en especial los del vuelo. El atrezzo del laboratorio del malo, un Donald Pleasance como mad doctor que tendría que pagar su hipoteca, es de traca, con unas cabezas humanas con dos cables que parecen aquel busto que se regalaba en navidad a las niñas para hacer peinados. La música, horrorosa, a veces parece querer inspirarse en la serie "Galáctica" de1978. También tenemos a una Sidney Rome que nunca despegó de lo más bajo, artísticamente hablando. Y la peli se la lleva el indígena, Miguel Ángel Fuentes, que le pone mucha más energía y ganas que el soso del protagonista, que no hizo nada más.

No sean corrosivos. Es como ver algún filme de Parchís. Eran aquellos años y recuerdo a mi primo hablar emocionado de la película. Yo he tardado como 40 años en verla. Está claro que no me convenció.