Campamento sangriento 3

Siguiendo con la críticas de esta "saga", este film es mucho peor que todo lo visto con anterioridad, todo es una copia de si misma, una auto-parodia.
El incio no tiene ni pies ni cabeza, lo del camion de la basura no le veo sentido, pero despues de eso, al ver a Angela sentada, subir a una furgoneta y al apartarse la misma, escrito en la pared "Angela is back" es un aviso de que muy seria no es.

El presupuesto menor, bajando mucho la calidad (la poca que tenia), aqui Angela mata por matar, ni ahi gore, un despelote justito y muertes ramplonas.

Total, todo igual que la anterior pero mucho peor, tiene un aire cutre que le hace perder todo interes, perdida de tiempo total.

Sígueme en twitter @Michael_MyersJr

Tercera parte de la saga "Sleepaway Camp" protagonizada de nuevo por "Pamela Springsteen" repitiendo su papel como "Angela". El film es más o menos lo visto en la segunda entrega, sin nada nuevo que ofrecer... es bastante idéntico al anterior film pero con un resultado más pobre y un presupuesto inferior (casi escaso).
Se nota la pobreza de los medios de producción... en vez de ser en un campamento como en las anteriores entregas... el film se desarrolla en un "camping" en mitad del bosque con cuatro tiendas de campaña.
Tiene situaciones absurdas y bastante ridículas como la escena en que "Angela" conduce un camión de basura en plena calle "sin explicación alguna" y persigue/atropella a "Maria Castro" (sin palabras).
Es una cinta floja y cutre que no va en serio, en realidad es una "parodia del subgénero slasher" o así lo veo yo.
Tercera parte mucho más descafeinada/estúpida con menos muertes y poco sexo/desnudos.

Tetas y sangre, no hay otra.
Podemos decir que esta saga es progresista, muy/tan de izquierdas, sea, que cada película es, si cabe, claramente mejor o superior que la previa o anterior, siendo, por otra parte o lado, igual y exactamente espantosas todas y cada una de ellas sin la más mínima diferencia o en la misma medida o no, ya que, como decíamos o apuntábamos hace un momento, va mejorando con el paso del tiempo porque cada nueva versión o remesa es todavía más tonta, desganada, dejada y perezosa, se toma menos en serio, más a guasa a sí misma, de hecho, ella, la gran y todopoderosa Ángela, aquí ya mata con una total falta de interés, por sus víctimas o actividad, y un enorme aburrimiento, de un modo, digamos, que más burocrático, rutinario o existencial, también más industrial, más filosófico o intelectual, lo hace, además, aunque no solo, por hacerles un favor, consciente de que las vidas que sacrifica en el altar del cine y el absurdo en verdad es mejor que acaben cuanto antes so peligro de que causen un tremendo dolor tanto en sus propietarios como en todos los seres de alrededor, todo lo cual es un acierto ya que pone la muerte en su justo término, en el del puro horror sin motivo ni sentido, sin para qué ni por qué, porque sí, porque puedo, eso es, sin renunciar por ello, de ninguna de las maneras, a la exposición sin ambages de una finalidad higiénica y expiadora, pragmática y aseada.
Los pobres son hispanos y negros, lógico, muy Jesse Velásquez y Leroy Jonhson.
Los ricos son tontos y/o pijos, normal, qué duda cabe.
Y los jefes o responsables, lo peor, vagos y/o corruptos.
Y el poli un inútil, para variar.
La única que cumple (con lo suyo, para eso está, no decepciona a nadie, no en el intento fracasa) es ella, como siempre, la única profesional de entre tanto amateur o inepto a manos lleno, la única que sabe o conoce de primera mano su oficio o desempeño.

A pesar de que desde que empieza la película ya sabemos la identidad de la asesina este título de los ochenta no desmerece para nada al cine slasher de la época. Nos presenta una serie de muertes originales y aunque como ya digo la acción no tiene nada de misterio ni casi suspense a mí personalmente me ha encantado.

El cartel de la película no podía ser más engañoso porque da una idea de que esto es otro slasher ochentero normal y corriente y no, nada que ver con «Halloween» y derivados aunque ahí también sepamos quién es el asesino desde el principio.

Aquí toda la trama gira en torno a cómo se las ingenia María Conchita Alonso —es coña— para matar al resto de los «happy campers» y puedo asegurar que no deja a casi títere con cabeza. Total, que no te gustará si eres un reviejo del blues, del jazz y de los slasher más clásicos pero sí si te gusta sorprenderte por nuevas tramas que no tienen nada que ver con las más convencionales del género.

En la tomatá tiene un catorce de cien por lo que las críticas son más bien negativas, son todos unos reviejos.

Si bien la segunda parte fue mejor que la primera en los aspectos de asesinatos, efectos especiales y gore, pero peor en el aspecto argumental, está parte es sin duda la peor de las tres. Primeramente contiene varios huecos argumentales, desde las primeras escenas sin lógica hasta como ligan el filme con la película anterior. Si bien la primera fue la de mejor argumento, este filme carece de lógica, no se explica nada, sólo hay muertes sin sentido. En cuanto a la producción también es la peor de todas, disminuyen el gore, los encuentros sexuales clásicos del género desaparecen casi por completo, el reparto es muy pobre, entre otros detalles más. También se añade a esta secuela un humor negro que no era característica de las precuelas.

En fin, en realidad no sé si catalogar esta película realmente como mala, pues siendo una película slasher parece que todos estos detalles salen simplemente sobrando, pues al espectador de dicho género fílmico ese tipo de detalles crute parece ser lo que le fascinan.. como suelen definir algunos las películas de culto: "son tan malas, que se vuelven buenas". Incluso los huecos argumentales y las muertes sin sentido, además del humor negro parece ser ya una categoría intrínseca del género y sus secuelas.