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Ted Bundy: En la mente del asesino

Drama Se centra en la complicada relación que se creó entre un analista del FBI, Bill Hagmaier, y el asesino en serie Ted Bundy, en sus últimos años en el corredor de la muerte. (FILMAFFINITY)
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
21 de octubre de 2021
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ted Bundy: En la mente del asesino podría haber sido una obra de teatro. Durante buena parte del metraje, sólo dos personajes están en pantalla y tienen peso dramático: el mencionado Bundy, uno de los peores y más terribles asesinos en serie de la historia, y Bill Hagmaier, analista del FBI. Y son esos momentos los mejores de la cinta, los que tienen a Luke Kirby y Elijah Wood en pantalla, simplemente hablando, desgranando los espantosos delitos del carismático Bundy. Y son los mejores momentos de la película porque ambos actores están fabulosos. Wood hacía mucho tiempo que no ofrecía una interpretación tan buena, y Kirby consigue lo más difícil, que era mostrar que detrás del monstruo había una persona, sin por ello restar un ápice de culpabilidad y crueldad a lo que hizo.
El problema es que la película, debido a ese marcado carácter teatral, no tiene un ritmo especialmente ágil, y el tema de Bundy ha sido ya tan explotado en otras películas y documentales que el impacto se ha perdido un poco. Con todo, aceptable película.

Lo mejor: Elijah Wood y Luke Kirby, fantásticos.
Lo peor: Su marcado carácter casi teatral hace que el ritmo sea algo pesado.
Sibila de Delfos
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28 de agosto de 2021
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los 70, un equipo del FBI empezó a desarrollar una serie de técnicas y prácticas con objeto de comprender la psique de los asesinos seriales y demás criminales de índole violenta, estas eran el inicio de lo que hoy día conocemos como perfilación criminal y, gracias a ellas, se han podido establecer patrones de conducta y realizar demás descubrimientos que han ayudado a la captura de cientos de criminales.

Y, hablando de la película, si eres como yo un interesado de la psicología criminal y todo lo que eso envuelve a nivel cerebral o simplemente te gustó la serie Mindhunter de David Fincher por como aborda a través de interrogatorios las psicopatías y sociopatías, esta es tu película. Se percibe bien documentada (o todo lo bien que se podría de un individuo tan cambiante), ambientada e interpretada. Pues los protagonistas, además de estar soberbios en todos los aspectos, se han caracterizado concienzudamente para parecerse a quien interpretan, en especial, un inquietante Luke Kirby en estado de gracia, lo cual es un plus para sumergirte de lleno en ella.

Además, en líneas generales, procura no trata al espectador por estúpido, ni al criminal, que también es importante. En su defecto opta por exponer de forma factible y responsable las luces y sombras de una mente complejamente interesante. Y es que, sin obviar sus fechorías, Bundy fue un personaje “fascinante” que supo manipular hasta tal punto de disponer de toda una legión de seguidoras independientemente de todas las barbaries cometidas. Era alguien con gran capacidad de oratoria y convicción, estudioso y cultivado, en definitiva, un ser humano instruido, “feliz” y agraciado al que aparentemente no le faltaba de nada, excepto que cargaba la losa de un narcisismo y ego patológico mayor que él y sus convicciones, lo que le llevo a entenderse infinitamente superior a sus conciudadanos y a posteriori querer ejercer un dominio sobre los -en este caso “las”- más débiles a razón de someterlas a voluntad para satisfacer sus impulsos.

A su vez, todo sea dicho, quizás este Bundy esté algo más teatralizado hacia una misteriosa mística que en ocasiones ralla el Hannibal Lecter de Hopkins, ayudado de una dirección y fotografía que abusa de los primeros planos con tal de desconcertar con la frialdad y la naturalidad de sus expresiones. El real, en cambio, tendía a ser, además de groseramente pervertido en círculos cerrados de confianza, desconcertantemente afable y cercano. Por eso, aunque Luke Kirby da lo mejor de sí para lograr una muy buena interpretación, creo que de tener oportunidad de preguntarle al real acerca de este, diría que le han dotado de unas expresiones maníacas y altivas prominentemente acentuadas de las que él no dispone, al menos no a un nivel tan superficial y lo mismo ocurre con el despojado de su personalidad de carácter más neutro y pasivo, que le valió, con la astucia suficiente, para alimentar a los medios y al populacho que contribuyeron a enaltecer su persona, dándoles lo que pretendían, sin darle demasiada importancia, porque él se creía por encima de eso. Eso sí, aquí a nivel argumental estaría bastante orgulloso de cómo se han retratado sus distintas capas de razonamiento.

Y efectivamente, hemos llegado a ese punto, al de los “peros”. Y es que, durante los últimos minutos previos al desenlace que todos conocemos, lanzan por la borda el trabajo más o menos fino realizado hasta el momento, entrando en una serie de histriónicas escenas complacientes con un público promedio que, de poder, os pediría que omitieseis llegados a esa parte. Pues se les va de las manos con una escena totalmente bochornosa e innecesariamente pasional entre ambos protagonistas que resta no pocos puntos a una película que estaba sabiendo ser sofisticada, comedida y consecuente con su discurso. No sé de qué departamento es obra semejante desastre, pero todos sumaron a hacer de este un momento todavía más terrible e histriónico y el montador, en conjunción y con ámbito de no desentonar tampoco, los confluyó de la peor forma posible e implantando además en su visión, una moral juzgadora de la que previamente estaba renegando, que llevan a un sórdido declive que le lleva a uno a preguntarse ¿Cómo algo tan sólido construido con sumo cuidado puede desplomarse con este nulo tacto? ¿Cómo una ficción bastante bien documentada puede tornarse en un burdo ejercicio -o incluso ensayo- teatral de segunda?

Dejando eso de lado sin saber cómo darle respuesta, solo me resta decir que a nivel cinematográfico, los que querían un thriller íntimo y enriquecedor, obtendrán lo que querían a través de buenas dosis de diálogos interesantes de escuchar. En cambio, los que buscaban algo más (in)formativo, incluso a un nivel más documental, decirles que cabría ser conscientes de se han realizado algunos cambios notables con afán de lograr la funcionalidad del empaque como un todo y poder, en el camino, abarcar a una mayor cantidad de público sediento de que le sacien esa morbosa curiosidad. Lo que a mi parecer, no termina por opacar la calidad de un realmente logrado resultado final. No es que se resarza del todo en sus últimos segundos, si no que no he llegado tan descontento como creí a los créditos finales. Vedla y juzgad. Al final cada uno emite su particular juicio y aquí, Ted Bundy, tiene el suyo propio.
Algorythm
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1 de septiembre de 2021
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un drama psicológico en el que se pone en tela de juicio el porqué matan de esta manera tan horrible los asesinos en serie, profundizando en sus impulsos criminales y su naturaleza difícil de comprender.

A principios de la década de 1980, el agente del FBI Bill Hagmaier  está en la Unidad de Análisis del Comportamiento de asesinos, este departamento busca perfilar a los delincuentes violentos en un intento por comprender mejor sus delitos. Hagmaier termina asignado al perfil del asesino en serie Ted Bundy, tras muchas visitas a la cárcel durante años hasta su ejecución. Los dos formarán un vínculo que cambiara sus vidas para siempre.

Basándose en entrevistas reales grabadas entre Ted Bundy y el agente del FBI, Bill Hagmaier. y de forma muy teatral, el guion de C. Robert Cargill (recordándonos en algunos momentos a "El silencio de los corderos") nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza oscura de algunos humanos mediante diálogos que consiguen tenernos enganchados y la "fascinación" que llegamos a ver en estos monstruos. 

Por lo menos seis películas se han llevado al cine sobre este siniestro personaje, la última interpretada por Zack Efron titulada "Extremadamente cruel, malvado y perverso" de 2019 y la serie documental "Conversaciones con asesinos; las cintas de Ted Bundy" también de 2019 y las dos se pueden ver en Netflix.

El actor Luke Kirby visto haciendo de Lenny Bruce en  la serie"La maravillosa sr. Maisel"retrata humanamente el personaje de este psicópata, atención a la escena donde le agarra las manos al agente y le narra uno de los asesinatos que cometió con la sensación de placer y poderío que sentía en ese momento.

Aunque el número real de víctimas se desconoce y durante más de una década negó los hechos, durante sus últimos días de vida y antes de enfrentarse a la silla eléctrica confesó que había matado a unas 30 mujeres entre 1974 y 1978 en siete estados.
Destino Arrakis.com
videorecord
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22 de octubre de 2021
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La oferta de cine actual es ingente porque ya no solo tenemos los estrenos de las salas de pantalla grande. Pero la mayoría de lo que sale en plataformas digitales y con poca promoción, es morralla.
He visto esta película solo porque sale Elijah Wood, un actor interesante que sigue buscando su sitio alejado del cine comercial, igual que el protagonista de ese otro éxito de 2001, Daniel Radcliffe.
Sin saber nada del film, me he encontrado con un nuevo acercamiento al tristemente famoso asesino, pero con un enfoque muy inesperado y que no me ha llegado a convencer.
Es una película de diálogos, sobre las entrevistas que le hizo un perfilador del FBI. Es decir, algo así como una versión descafeinada, sosa y larga de aquellas secuencias con Jodie Foster y Anthony Hopkins en el inolvidable pasillo de celdas.
Pero claro, estos actores no son como esos, por mucho que lo intenten.
Con estas cartas sobre la mesa, claramente no es una película para todo tipo de público, y personalmente no he conseguido conectar con su propuesta.
La película me parece eminentemente aburrida, con una visión teórica y sin impacto del mundo de los psicópatas que desde luego no ha despertado ningún interés en mí.
No me enganchan los diálogos ni las actuaciones, con lo cual se me ha hecho eterna.
Yo no la recomendaría, con todo lo que hay para ver hoy en día, y a pesar de las buenas críticas de otros que han visto algo en ella que yo he sido incapaz de apreciar.
i42poloj
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1 de septiembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No Man of God (2021) es una película, de la directora Amber Sealey, que recrea los encuentros en prisión entre el asesino serial Ted Bundy y uno de los primeros agentes del FBI que se encargó de confeccionar perfiles de criminales múltiples. Con Elijah Wood y Luke Kirby.

Por Nicolás Bianchi

El género true crime está de moda y atraviesa una época en la que muchas producciones se vuelcan hacia casos del pasado, ya sea en el documental, o como en este caso, en la ficción. Por más que haya actores, un guión, seguramente momentos rellenados a partir de la imaginación y todo lo que es propio de una obra ficticia, las narraciones como No Man of God guardan una relación estrecha con algún tipo de documento que, más que nunca, les permita el latiguillo de ‘basado en una historia real’.

En este caso el punto de partida de la película es la producción escrita del agente del FBI, ya retirado, Bill Hagmeier (Elijah Wood), quien integró el primer equipo profesional que elaboró perfiles de criminales notorios. Hagmeier logró durante los años ochenta ponerse en contacto y entablar una relación con Ted Bundy (Luke Kirby, de The Marvellous Mrs. Maisel), un feroz asesino múltiple que entre fines de los 70 y principios de los 80 abusó, violó y mató a por lo menos 30 mujeres en diferentes estados norteamericanos.

La misión que el jefe Depue (Robert Patrick) le asigna al protagonista de la película es doble. Por un lado, como psicólogo, Hagmeier debe intentar obtener información sobre cómo Bundy piensa, siente y razona para poder evitar futuros casos como el de él. Por otra parte, el asesino fue apresado y condenado por un solo crimen, y no confesó los demás. Decenas de familias esperaban algo de información que les permitiera cerrar, o comenzar, el duelo por sus hijas desaparecidas.

El film se centra en las conversaciones de ambos personajes en prisión, en las que esgrimen una suerte de duelo retórico en el que ambos intentan obtener información del otro. Es así que la dinámica de la película es prácticamente teatral. Son dos hombres hablando con una mesa de por medio y la película se sostiene a partir de las actuaciones de Wood y Kirby.

El actor que pasó a la fama luego de interpretar a Frodo en Lord of the Rings cumple con solidez con el rol de un agente medido, creyente, moderado y sagaz. La interpretación de Kirby, más compleja por la oscuridad del personaje, también es correcta aunque alguna línea de diálogo le haga deslizarse de un tono muy oscuro hacia el absurdo, maniobra que de todas maneras logra afrontar.

Visualmente la película es muy prolija y Sealey consigue, por medio de algunos detalles, agregar tensión a los primeros encuentros y luego recrear un ambiente más parecido a la amistad, a medida que pasa el tiempo. Los fragmentos más interesantes de los intercambios se dan, por supuesto, cuando los grabadores se apagan. No Man of God es una película muy interesante para los seguidores del género true crime.

Disponible en Amazon Prime Video, Vudu y Apple Tv. Contacto: [email protected].
El Golo Cine
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