Blood de Brad Anderson

Tenemos aquí una película de Brad Anderson, que cuenta con un largo y exitoso bagaje como director de películas y series, en este caso dirigiendo un thriller de terror que se basa en una historia bastante simple pero efectiva, que sube de nivel por el excelente papel realizado por Michelle Monaghan y también por el pequeño Finlay Wojtak-Hissong, incluyendo los buenos trabajos de los secundarios.

Una madre con sus dos hijos y su labrador (su perro, no un señor que planta rabanitos), llega a una casa cerca de un pequeño lago casi seco (ahora un barrizal más bien) con un árbol más seco aún en el centro. Una noche, el perro (sí, el labrador) vuelve a casa agresivo, muerde al crío y éste pilla algún tipo de infección o enfermedad.

La trama tiene huecos, o mejor dicho, falta de detalles en la base de la historia, es de esas películas en que no se considera necesario explicarle todo al espectador.., pero aún así, se nota la buena mano en ella, creando un producto interesante, que no abusa de los topicazos habituales del género, con un ambiente intenso y un ritmo adecuado, todo ello sin apenas usar efectos especiales (spoiler1) a mansalva, ni humos, ni alucinaciones, ni 'jumpscares', quizás por eso me ha parecido buena aunque me quedaran algunas preguntas atrás (spoiler 2).

Bastante recomendable, te hará pasar un mal rato en varias ocasiones, porque igual de terrorífico es verte cara a cara con un Alien babeando ácido como ver a un hijo enfermo.

Wolf.

Brad Anderson vuelve al cine de terror con esta correcta película, un director que comenzó rodando "Sesión 9", "El maquinista" o "Transiberian", unas coproducciones españolas interesantes y que ha continuado realizando muchas series como algunos episodios del "El pacificador", "Fringe" o "The sinner", como tambien alguna que otra película como "La última llamada", "Fractura" o "El rehén" unos thrillers bastante entretenidos algo que le da sinónimo de calidad.

Jess es una enfermera y madre de dos hijos que se acaba de separar de su marido, se trasladan a vivir a una vieja granja propiedad de su familia ya fallecida. Poco después de instalarse, el perro que tienen se escapa al bosque y regresa unos días después empapado en sangre y rabioso. Cuando el niño se acerca a su perro este le muerde violentamente ocasionándole unas heridas muy graves, tras llevarlo al hospital comienza a tener síntomas muy extraños producidos por la infección... 

Hasta donde puede llegar una madre por proteger y cuidar a su hijo, esa es la cuestión que se plantea en la historia. Michelle Monaghan que interpreta a Jess la madre del niño infectado, descubre la posible solución al problema de su hijo, por lo que no dudara en hacer lo que sea necesario para que sane. Pero es una solución terriblemente complicada.


Destino Arrakis.com

Un trágico suceso convierte a una familia, sobretodo a su madre en una encubridora necesaria, donde la protección se vuelve enfermiza y la moral desaparece, iniciando una odisea sangrienta por la supervivencia de su descendiente.
Los secretos pueden absorver tu propia vida convirtiéndote en un ser absolutamente malvado por alcanzar un único propósito.
Todo lo que ocurre va a más en una escalada ascendente de vitalidad, creado un vínculo muy peligroso con sus propios hijos.
Algún momento inquietante que no llega a perturbar ni acercarse al horror que pueden causar los lazos familiares.

Turbia propuesta que combina el drama familiar con el terror con tintes fantásticos. Una recién divorciada con pasado alcohólico se lleva a sus dos hijos a vivir a un caserón en mitad del campo. Una vez allí, el hijo pequeño se ve infectado por algo que le hace cambiar la dieta radicalmente.

Hay que andarse con cuidado para no lanzar espoilers, pero el primer recuerdo es para Grace (2009), una cinta que plantea un dilema similar en cuanto al cambio de hábitos alimenticios, aunque a una edad mucho más temprana. También a la reciente Bones And All (2022), ya de más mayores, y My Heart Can't Beat Unless You Tell It To (2020), otro enfoque en versión depresiva. Lo que menos me ha gustado es la naturalidad y rapidez con que Jessica acepta la nueva situación, como queriendo transmitir que una madre hace, literalmente, cualquier cosa por sus hijos. Incluso se remarca en algún diálogo. Aunque el trabajo de Michelle Monaghan es meritorio, me pareció algo forzado no cuestionarse apenas los medios para alcanzar ese fin. Quizá es que el niño ya desde los primeros compases se porta como un rompepelotas y no apetece ponerse mucho de su parte.

Más de uno se mostrará insatisfecho por que no se ofrezcan explicaciones sobre lo que ocurre. Tal vez han juzgado que mejor que una mala explicación es no dar ninguna, solo sugerirla sin más. El relato queda algo cojo así, pero al menos no nos abochornan con un mostrenco hecho con CGI o con flashbacks sonrojantes que traten de estúpido al espectador. Gracias a eso la podemos salvar de la quema, aunque por poco, porque pienso en esas lentillas digitales y me lo planteo.

Brad Anderson se convirtió a primeros de los dosmil en una gran promesa del cine de género, sobre todo por las angustiosas Sesión 9, la extraordinaria (y un tanto olvidada) El maquinista o el thriller Transiberian. Poco después volvió con productos fallidos, se refugió en la Tv y otros géneros y este Blood supuso su regreso al terror. Un film que no se quita de encima esa estética telefilmera dramática, al menos al principio, pero que poco a poco va mejorando para acabar en la enésima película con niño cabrón, vampirismo para sobrevivir estilo Martin o The addiction y un nuevo hogar maldito. Una brillante Monaghan que lleva el film y un recuperado Ulrich (Scream) en algo aceptable pero que le falta el terror y tensión de sus primeras películas.