Velvet Colección (Serie de TV)

“Velvet Collection” sin duda es una continuidad muy fiel a la original “Velvet”. El mismo tipo de relato, aventuras parecidas, situaciones parecidas, etc. Quizás las únicas diferencias de esta secuela son: (1) es un poco menos sufrida, menos violaciones, abortos, etc y un poco más de humor (la pelea entre la Emperatriz y Brigitte Bardot, raya en lo absurdo, pero es más cómica que dramática) y (2) al desaparecer los protagónicos de Ana y Alberto, la historia se divide más en distintos personajes, sacando un nudo dramático central único.

Salvo esas pequeñas diferencias, es “más de lo mismo”: una serie liviana, para pasar el rato, para verla sin pensar mucho, etc. Una serie-telenovela que no pasará a la historia y sirve para distraerse sin mayores pretensiones.

El primer capítulo de "Velvet Colección" retoma perfectamente el espíritu de la serie original. Enlaza con personajes a los que conocemos bien y, aunque han pasado algunos años y sus vidas han cambiado, es fácil reconocer a los de siempre y volver a sentir cariño por ellos. Sin embargo, también se deja intuir un leve cambio, un avance hacia tiempos más modernos, un acercamiento a años revolucionarios, donde tanto el mundo de los negocios como el papel de la mujer o las libertades (políticas y sociales) crecen hasta irse pareciendo más a lo que conocemos hoy en día. Además, incorporaciones como las de Imanol Arias o Marta Torné le añaden interés a la historia.
Velvet Colección es una ampliación de algo que en su día funcionó bien, intentando mantenerse en ello pero al mismo tiempo ser revolucionario. Después del primer episodio, toca comprobar si lo consigue.

Es una serie que no busca aportar nada nuevo sino seguir haciendo caja hasta que pierda audiencia. Las historias cada vez son más lentas y cada vez que ves un episodio tienes más ganas de que cierren lasgalerías. No me estaña que paula echeverría y miguel angel silvestre no quieran participar. Sin su historia de amor que afortunadamente no destrozaron, ya no queda "historia". Marta Hazas no lo hace mal pero con ese guión y esa lentitud no mantiene la serie en pie. La mitad de las escenas están hechas para niños de 5 años. Menos actores conocidos, menos fotografía y más historia.