El efecto Marcus (Los casos del Departamento Q)

En esta quinta entrega no solo ha cambiado todo el elenco que trabajo en las cuatro anteriores entregas, actores y director. Es como si nada tuvieran que ver con Misericordia, Profanación, Redención y Expediente 64, un comenzar de nuevo sin tener en cuenta que esta es la quinta entrega. Y por supuesto, fracasa.

Hasta ahora nos habían mostrado una pareja de detectives de la policía que se complementaban; mientras uno era introvertido, pragmático y gesto serio, el otro, de etnia diferente para un país nórdico, era extrovertido, de acción y hablador, me recordaban, salvando las diferencias, a Hercule Poirot y su ayudante, el capitán Phillips. Y eso funciono, además de tratar casos cuyos orígenes se remontaban a un pasado lejano que dificultaba su resolución y en la que los demás habían preferido dar carpetazo.

En esta película nos encontramos que han modificado los personajes hasta hacerlos irreconocibles. Carl habrá dado las gracias a los demás unas 3 veces juntando las cuatro anteriores entregas, sin embargo, en esta quinta entrega no para de darlas, de sonreír y hasta ha mutado de ser zurdo a diestro. Assad se ha convertido en un personaje poco hablador y con apenas protagonismo, es más, si le eliminan de la ecuación ni se hubiera notado.

En las cuatro entregas anteriores el color estaba presente en cada escena y plano y eran los personajes, sobre todo Carl con su lentitud y silencios, quienes nos trasladaban un tono sombrío a la par que efectivo que ya pudimos contemplarr en la trilogía Millenium. En esta, el director nos enseña planos que rozan el blanco y negro para dar esa sensación que los actores no logran transmitir.

Es evidente que ni el director ni los actores se han visto las anteriores entregas, les ha llegado el guion y hala, a destrozar lo que hasta ahora funcionaba rozando la perfección. Si esta llega haber sido la primera (Misericordia), dudo en demasía que Profanación hubiese visto la luz.

Film dinamarqués que intenta continuar con la exitosa saga pero cambia tantas cosas que termina siendo un producto totalmente diferente. Aquí el primer problema es que no están los dos actores principales, quienes habían logrado uno desde su parquedad, sus dificultades en relacionarse con los demás y el otro con sus diálogos medidos una impronta propia imposible aquí de igualar. Otra diferencia esta en la ambientación casi siempre oscura como a tono con los protagonistas cosa que no ocurre en este film. Aquí si bien se nota el esfuerzo de los dos nuevos protagonistas, con los nombres de los anteriores, poco pueden hacer cuando inevitablemente comienzan las comparaciones. La trama, como siempre en eso debo darle un punto a favor, es en principio enredada y poco a poco se van acomodando las piezas, en donde la aparición de un niño con un pasaporte de una persona desaparecida desde hace un año arrastra en una espiral de violencia a todos hasta un sector del propio gobierno. En síntesis, si uno se olvida de las anteriores, puede verse sin problemas.

El film le cuesta arrancar, además no puedes quitarte de la cabeza las otras pelis del departamento Q, y tienes que verla como un film aparte.
La relación entre los protagonistas es fría y no tiene nada que ver con lo que hemos visto antes.
A medida que la película avanza se coloca en su sitio y sacas algo positivo de ella.
Le pondré un pasable(5) me entretuvo la segunda parte del film.
Besitos y saludos.

Ya son varias películas las que he visto de países de esta zona, de este tipo de género me refiero, y no creo que sea casualidad que todas tengan un marcado estilo tan similar, que no me apasiona precisamente pero que suele resultar efectivo. Uno de los rasgos en común que tienen es mucha seriedad y sin ápice de humor, lo cual no está mal si de investigar se trata, eso en lo positivo, en lo negativo y en esta película en concreto es que te sueltan de vez en cuando escenas que las pone el guionista o director porque a él le sale de ahí, sin más, y que se nota que no es muy posible que eso pase, pero le viene mejor a la trama que así sea, y de esas esta peli tiene unas cuantas y se notan bastante, eso hace que la puntuación no sea muy buena.

En cuanto a la trama en general para mi gusto está bien, bastante elaborada y por ello un poco larga de duración, pero creo que es necesario para darle su desarrollo, lo que pasa es otro rasgo que he observado en estas películas y es que no les van los ritmos acelerados, sino justo lo contrario, con su tensión pero sin ninguna prisa, y eso tampoco juega a favor.

Bueno, no es de las que volveré a ver pero ha cumplido su objetivo.

La producción es anodina, vulgar y sin nada que destacar; con un color gris verdoso que impregna a toda la película.
La dirección tampoco se parte la cabeza, es muy lenta y nos lleva al aburrimiento. La narración es un tanto caótica e insustancial aunque mejora algo al final. ¡Qué hartura de primeros planos del protagonista comiendo chicle!
La historia está más que requetevista y encima no se han preocupado de desarrollarla con un mínimo de inteligencia. Cuando parece que no se va a ningún sitio, de repente ¡pun! y se resuelve el caso de golpe y porrazo, así por las buenas, mediante la intervención divina.
Los protagonistas están simplemente correctos en sus típicos y tópicos papeles. Realmente parece un telefilm.