Cruce de caminos

Es difícil ver esta película sin el punto de vista de un guitarrista. La película es, para los que dedican su tiempo libre a oir Blues o a Steve Vai, una obra de Culto, ya que el duelo final es apoteósico (aunque luego uno se entera de que toda la música la graba Steve Vai/Jack Butler). Quizás sí le falta la acción que todos queremos ver en una película de los 80, pero el hecho es que la vida de los bluesman está muy bien plasmada a lo largo de esta. El bueno de Ralph Macchio tampoco es que se luzca, sigue haciendo de Daniel San un poco más perdido, si cabe, y no hay más que pedir. Sencillamente disfrutar de la música.

Cruce de caminos es de esas películas de sábado por la tarde que sin esperar nada de ella, deja un buen sabor de boca, por que la historia es de esas que no se olvidan tan fácilmente.
Una película que trata de vivir el blues en un transfondo fantástico, con buenas dosis de guitarra, para la época fué una película acertada, a muchos de los que éramos adolescentes nos dejó una pequeña huella.
Su viaje por la tierra del blues es interesante y las aventuras que corren pues no va más allá de lo que es una mera película simple, pero es en el duelo final donde la película gana más interés, y como en una especie de Karate Kid con guitarras, se crea tensión, que junto con el handicap de que participe Steve Vai la película termina de forma brillante.
Creo que se deberían haber esforzado un poco más en el momento de que la cámara enfoca en primer plano a las manos del protagonista, porque se nota claramente que son las de Steve, quizás para esas tomas deberían haber puesto las manos de otro gran guitarrista (Blackmore, Van Halen, Satriani, etc), hubiese quedado la película redonda.

Drama musical y generacional que actualmete goza de una recuperada salud merecedora a su calidad de film de culto, antaño condenado al ostracismo (así como su protagonista, el chico de "Karate Kid", que prometía ser el Sal Mineo de los ochenta) pero que los años han ido envejeciendo este largometraje como el buen vino.

Eugene "Chispas" Martone (Ralph Macchio) estudia en una Escuela de Música y su especialidad es la guitarra. Pero su sueño es encontrarse con el mítico bluesman Willy "Cuatro Ojos" Brown (Joe Seneca) que reside en un asilo de ancianos. Eugene consigue un trabajo de fregasuelos en el lugar y convence a la vieja leyenda reciclada en un cascarrabias antipático y egocéntrico, a componer un tema inédito que nunca salió a la luz. Willy le implora al chico que le ayude a escapar de las cuatro paredes del geriátrico para emprender un viaje hacia el Delta del Missisipi, en el cruce de caminos señalado, donde fue el primer punto de encuentro del viejo músico de harmónica con la esencia del Blues, y que según él cree que tuvo un pacto con el Demonio (Joe Morton)para iniciar su fulgurante carrera musical. En el viaje les acompañará Frances (Jamie Gertz) una joven que ha huido del hogar familiar para ganarse la vida como bailarina.

Cambio de registro en la filmografía de Walter Hill, (que en el terreno musical se le conocía por haber realizado "Calles d Fuego" (1984)) autor de thrillers y films de acción de la talla de "The Warriors" (1979), "Límite 48 horas" (1982) o "Johnny el Guapo" (1989). Inolvidable banda sonora de Ry Cooder que todavía arrastraba el éxito de su colaboración en "Paris Texas" de Wim Wenders. Especial atención al duelo de guitarras final entre el principal protagonista y el músico de rock duro Steve Vai. Todo un obsequio para los oídos.

Esta película es algo diferente de lo que se rodaba a mediados de los 80. Tiene una Banda Sonora muy buena si te gusta el blues y la música clásica. Como aliciente diré únicamente que aparece el gran guitarrista Steve Vai, en una escena final impresionante. Te la recomiendo.

He usado este título en la crítica porque realmente es lo que da la película en la zona final. La película es entretenída y la musica está bien en casi su totalidad, pero al llegar el duelo final, la película da un subidón magnífico que te deja con ganas de verlo otra vez.

Puede no gustarte el blues ni el soul y ver la película un tanto amargado, pero si llegas al final te compensará con creces en uno de los mejores finales que has visto nunca.