Tras la pista del Zorro

Autorretrato encubierto. Misiones de sátira personal. Encrucijadas que recompensan, y compensan. Camuflando identidades con astucia.

De Sica recrea de forma alegórica los esfuerzos que realizó por mantener su cine de autor. Para poder dar luz verde a productos a los que nadie apoyaba, De Sica se involucró en trabajos por interés, el cual le reportó el suficiente colchón para la autofinanciación. Las aventuras de su protagonista en esta obra no están tan alejadas de las suyas propias. Las caricaturas contienen el patetismo y ternura típicos de su cine. El último gag, brillantísimo.

Cine por conquista. Para conquistar con cine.

La película parece aburrida y sin argumento debido al propósito del director De Sica. Sin embargo, llama la atención a quien sabe de actuación la del famoso Victor Mature. Hacer de retonto en una película especialmente si el personaje ya fue una estrella del celuloide es harto-difícil. Y en esto Mature se luce con soltura. Constamente y sin dejar su cinematográfica sonrisa hace las tonterías que el director-no director (Sellers) le indica a falta de un guión. Mature hace el tonto magistralmente y es el motivo de ver la película, nada más. También Sellers se luce como de costumbre con sus ingeniosas salidas.

Un sentido del humor deliberadamente primario y algo tosco impacta desde el comienzo precisamente por su aparente simplicidad.
La película genera un ambiente de complicidad muy propicio a la distensión, una especie de relajación dispuesta a aceptar la comicidad por sí misma sin otro aditamento para su disfrute.
El juego de los despropósitos se renueva en cada secuencia y el guionista siempre encuentra el camino para el más difícil todavía.
Comedia sencilla y divertida que carece de complejos y se afirma a sí misma en su desenfado y desparpajo.
Excelente actuación de P. Sellers y del resto del elenco en cuya nómina hay que destacar a V. Mature.
Reseñar también el protagonismo de B. Bacharach en la banda sonora.

Extraña colaboracion entre De Sica, actor-director italiano aparecido con el movimiento neorrealista, y Peter Seller,s actor cuya pantomima y humor llenó cines a lo largo de los sesenta y setenta sobre todo. A priori dos personajes que no tienen nada en común coinciden en este film, más ajustado al perfil de Seller que al de De Sica, todo sea dicho.
Sellers es un astuto ladrón que ha de ingeniárselas para robar un camión de lingotes de oro provenientes del Cairo, para ello usa toda su imaginación, y se convierte en un director de cine que embauca a un actor, cuya época gloriosa ya queda atrás (Mature), para perpetrar el robo emulando el guión de su ficticio film.

137/34(26/03/09) Astracanada de film, realizado a mayor gloria del maestro de los disfraces británico Peter Sellers. Parece increíble que este dirigido por el gran Vittorio de Sica, maestro del neorrealismo italiano, en lo único que se atisba su sello es en el retrato del pueblo donde van a rodar, por lo demás un esperpento con actores conocidos, que supongo se lo pasaron de lujo en las vacaciones en Italia, porque lo que es trabajar trabajaron poco, y lo poco que lo hicieron fue un truño. El argumento gira en torno a un Peter Sellers, que interpreta a un sucedáneo de Mortadelo, autodenominado el Zorro, granuja que a través de situaciones que desbordan el absurdo pretende hacerse con un cargamento de oro. La cinta es un despropósito que no tiene ni pies ni cabeza, que conforme avanza piensas que no pueden superar el disparate, pero lo consiguen en un carrera sin fin por alcanzar la cima del despropósito. Lo mejor de la cinta es la canción de Burt Bacharach, “After the fox” que suena al principio y al final de la película, con eso lo digo todo. Recomendable a los incondicionales de Peter Sellers. Fuerza y honor!!!