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El buen ladrón

Drama Bob es, además de jugador, un ladrón americano que ha acabado en la Riviera francesa arruinado y enganchado a la heroína. En el fondo es un sentimental, como lo demuestra su desinteresado esfuerzo por apartar a una joven rusa de las malas compañías. Pero cuando Bob toca fondo, tras perderlo todo en las carreras, le proponen un último y espectacular golpe: se trata de robar la cámara acorazada del Casino de Montecarlo, que contiene una ... [+]
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
10 de julio de 2007
23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Lo que voy a hacer con vuestras caras sí va a ser cubista"

Francis Croisset dijo que la lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren. Ahora también tenemos el cine. El viaje que representa esta película comienza en el lavabo de un antro digno de la pluma de Bukowski, con un hombre llenando su sistema circulatorio de heroína mientras una joven prostituta le mira con reprobación, y termina con ese mismo hombre y la chica, elegantemente vestidos, ganando dinero en las mesas de juego de un casino de la Riviera francesa.

Es el viaje de Bob, un ladrón arruinado exiliado en Francia, adicto a la heroína, a los caballos, al arte, a jugar al ratón y al gato con la policía y, sobre todo, a la mala suerte. Pero ninguna mala racha es eterna, y cuando le llega la información sobre el golpe de su vida, no se puede resistir y reúne a su viejo equipo para jugarse el todo por el todo definitivamente, a una sola carta.

A partir de aquí comienza un juego que nos recuerda a lo mejor del género (no en vano la película es una adaptación de una obra de Melville) y que consta de los mejores ingredientes de este tipo de situaciones: un robo original, un mafioso temible, una femme (no muy) fatale en apuros, un ladrón que ha perdido la suerte, un policía tras todos ellos y kilos de redención. De eso trata esta película, del perdón, que merecen hasta los ladrones, aunque sólo sean los buenos.

El conjunto se ve muy mejorado gracias a una espléndida actuación de Nick Nolte, para el que parece que el papel ha sido escrito, y la presencia de secundarios de lujo como Tchéky Karyo o un espléndido (aunque con un papel corto) Ralph Fiennes y una debutante Nutsa Kukhiani.

El viaje de un hombre de vuelta hacia la buena suerte, de unos hombres hacia el éxito y de un buen ladrón hacia el paraíso.
BGIL77
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21 de enero de 2007
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad no me esperaba gran cosa de éste remake. Aunque Neil Jordan suele tener buena mano en general con los filmes que acomete (En Compañía de Lobos, Juego de Lagrimas, Michael Collins,..) también nos ha dado auténticas decepciones (Nunca fuimos Ángeles, sin ir más lejos) de ahí mi sorpresa ante una película tan redonda.
El Buen Ladrón nos remite al género negro y más concretamente al sub-apartado de los robos perfectos, Jordan nos hace partícipes de una más que notable representante del género jugando con los tópicos a su antojo, con inteligencia, estilo y un ritmo sosegado pero sin pausas que nos va desgranando la historia pedacito a pedacito casi sin que nos demos cuenta.
Las cartas están encima de la mesa desde el principio, todo encaja, aquí no se sacan conejos de la chistera... todos y cada uno de los planos y de los personajes tienen su importancia y su papel en la historia, eso demuestra una cosa que yo admiro TRABAJO, trabajo en el guión.
Claro que como aún no he visto la obra original me reservare el derecho a otorgar demasiados parabienes a Jordan pues es muy probable que en Bob le Flambeur ya estuvieran todos los aciertos que contiene esta... la sombra de Melville es alargada.
¿Qué nos demuestra esto? Pues que es bastante triste que para ver una película coherente y con un guión redondo se tengan que expoliar las ideas de películas de hace 5 décadas.
En resumen, pese a mis prejuicios en contra de los remakes he de reconocer que "El Buen Ladrón" es una película notable que merece verse y de lo mejor que nos ha dado el cine negro en lo que llevamos de siglo XXI (aunque se lo debamos al sigo XX).
lovekraft
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12 de abril de 2007
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando un guión está bien hecho y estructurado ya tienes el ochenta por ciento de la película, si esto le añades unos buenos actores, un buen director, una trama que mantiene el interés, buena fotografia sabes que pasarás un buen rato y disfutarás con la película. Eso es lo que le sucede al buen ladrón no hay casi nada de 10 pero todo está de notable y eso siempre es de agradecer. Gracias Neil.
Jazz45
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13 de marzo de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen cine de acción el que nos trae aquí el irlandés Neil Jordan, pero no de acción de tiros y palizas sino de robos y atracos, de planes medidamente estudiados para dar el golpe maestro, el que permitirá a quienes lo lleven a cabo dedicarse el resto de sus días a disfrutar de la buena vida sin dar palo al agua. Cierto es que al principio no esperaba mucho de esta película, pero hay que darle su tiempo porque poco a poco, a medida que los ladrones van planeando su golpe la película se hace más y más interesante. El grupo de actores que acompañan a Jordan en este trabajo están francamente bien, empezando por el incombustible Nick Nolte quien confesaría haberse inyectado heroína para poder sentir lo que siente su personaje, adicto a esta sustancia y poder dar mayor veracidad a su interpretación. Nolte nunca defrauda. Junto a él, la escritora y actriz del antiguo estado ruso de Georgia, una Nutsa Kukhiani que está perfecta como la prostituta drogadicta que pasará a ser protegida por Nolte. El resto de actores tampoco defraudan, el francés de orígen marroquí Said Taghmaoui, el internacional Ralph Fiennes quién, sin estar acreditado, participaría como consultor de bellas artes, el director de cine dos veces premiado con la palma de Oro, Ëmir Kusturica y el siempre impecable Tchéky Karyo. Todos ellos convierten una película que podría haber pasado sin pena ni gloria en una más que correcta e intrigante cinta de robos ambientada en la siempre lujosa Montecarlo. Por cierto, muy buen tema de Leonard Cohen en su banda sonora, "A thousand kisses deep".
TESS
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10 de enero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que Neil Jordan tiene una maldición particular. De procedencia irlandesa, el director ha conseguido bastante éxito con algunas de sus películas, y como buen irlandés ha realizado un buen periplo por las Américas pero siempre se ha quedado a las mieles del éxito artístico (exceptuando algunos casos como la película Juego de lágrimas 1992). El buen ladrón (2003) sería un buen resumen de su carrera.

Aparte de una leyenda bíblica que aparece explicada en la película, El buen ladrón es un remake muy personal de Bob El Jugador, una película realizada el 1956 por el francés Pierre Melville. Y es cierto que la película de Jordan tiene una gran singularidad que la diferencia de las decenas de películas que tratan un tema parecido, como es el asalto y atraco de un casino (o en sus múltiples variantes) por parte de unos atracadores que son presentados al espectador como unos seres simpáticos. Por otra parte el guión se encarga de llenar la película de referencias y guiños culturales (ya es cuanto menos curioso que el plan de atraco sea asaltar una galería de cuadros donde encontramos Picassos, Monets, Cézannes) e incluso paralelismos con personajes reales como Johny Hallyday, el Elvis Presley francés.

Adentrándose en lo que podría ser la propia autobiografía del actor, el guión desarrolla el plan de Nick Nolte que paradójicamente interpreta al personaje ladrón ya anciano que está consumido por el consumo de drogas (Nick Nolte ha admitido tener múltiples coqueteos con las drogas), y que junto con otros secuaces se propone un atraco prototípico. No es aquí ciertamente donde la película consigue su mayor brillantez, y de hecho sigue paso por paso los tópicos de otras películas del género, incluido el giro final de guión. La dicotomía de la película se basa en la dupla Nick Nolte y su némesis policial, interpretada por Tchéky Kary y es aquí así como en las relaciones que se establece entre los diferentes personajes de la película, donde la obra consigue alcanzar sus cotas más altas. La sexualidad entre un veterano como el personaje de Nolte y la sensualidad de la heroinómana interpretada por Nutsa Kukhiani así como la comicidad que aporta algún que otro personaje resaltan entre la mediocridad general de la cinta.

Y es que la película parece sin duda rodada con muchas prisas, o como si las tijeras del montaje nos hubieran dejado un producto que aún no estuviera del todo completo. Se observa en diferentes momentos de la película. Por ejemplo, personajes como el de Nutsa Kukhiani que en un primer momento coge una importancia casi vital para el relato, pero a mitad de la película desaparece sin más. En otras ocasiones hay escenas que necesitan un ritmo más pausado pero que el director se apresura en finalizar para dar paso rápidamente a otras, en un bucle que incluso puede desorientar al espectador menos alerta en sus primeros momentos. No ha cocinado bien el tempo Jordan en su película.

Aunque sí es cierto que la dirección es interesante, como casi siempre ocurre con el director irlandés. En esta ocasión la Bohemia y el mundo de la noche más alocada quedan retratados de una manera muy interesante, en la que el director incluso parece inspirarse en los interiores de películas como El precio del poder (1981) con aquel estilo tan característico lleno de luz y de color que rozaba en muchos momentos el histrionismo visual (por no decir la horterada). Sin duda estos son los mejores ambientes que aparecen en la película, y no la luz de escenarios exteriores, donde Jordan cae más en el cliché y lo anodino (como la persecución en coche entre Nolte y Kary, aburrida y mil veces vista).

Realentizando y amplificando la velocidad de cierto fotogramas, así como algún movimiento de cámara muy dinámica (como la secuencia en la iglesia) la puesta en escena de Jordan es atrevida pero no rompedora (ni mucho menos). De igual manera pasa con la película. Se ve pero no se siente en ningún momento.

http://neokunst.wordpress.com/2014/01/10/el-buen-ladron/
Kyrios
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