Los amos de Dogtown

"Los amos de Dogtown". Dirección nobel, primer problema. Guion de un skater, segundo problema. Reparto poco conocido, tercer problema. Entre estos 3 "peros" y su poca promoción hace que pase desapercibida tras su estreno en 2005. Qué gran error.

1.-Direccion nobel, pero totalmente acertada. Catherine Hardwicke, elogiada tras el éxito de "Thirteen", decidió volver a juntar al equipo técnico de su anterior trabajo y opera prima a posteriori: Mark Mothersbaugh con la música (muy acertado), Elliot Davis en la fotografía (excelente) y Nikki Reed como "actriz - ayudante - consejera". Esto hace que la película ya te enganche desde un punto de vista que no sea solo la (acertada) historia de un grupo de surfistas con ganas de comerse el mundo.

2.- Guion de un skater, de Stacey Peralta concretamente, uno de los chicos que aparecen en el film. No es ni el mejor, ni de los mejores (de lejos) guiones que se hayan escrito, pero supera con creces las expectativas de una película de adolescentes de barrio. Aquí, Hardwicke confía totalmente en Peralta (como en Reed anteriormente) para "mostrarle" la playa de Venice de los 70, y quien mejor que uno de los chicos para hacerlo.

3.- Si bien el malogrado Ledger y De Mornay son los actores más conocidos, el peso de la historia cae en los hombros de los jóvenes Emile Hirsch (al que no soporto desde su papel de Johnny Truelove en "Alpha dog") como Jay Adams, Victor Rasuk como Tony Alva y Michael Angarano como el propio Peralta, y creo que sus actuaciones (así como las relaciones entre ellos y el propio Ledger) están muy logradas.

Quizás el error sea simplificar sus virtudes. Jesús Palacios, critico de fotogramas, dice de ella: "Para amantes de la cultura pop y la carne joven. Lo mejor: no tiene mensaje. Lo peor: es demasiado fiel a su género."

Primero creo que es, esencial y principalmente, una película sobre amistad y relaciones entre unos personajes, skaters o no.

Segundo, si tiene un mensaje que Peralta deja bastante claro, el cambio de hacer las cosas por divertirse a hacerlas por afán de gloria, el deterioro de uno mismo por las drogas y como el tiempo y el camino que cada personaje decide recorrer cierra puertas a un tiempo pasado que fue mejor.

Y tercero, aquí no hay géneros... ¿Cual? ¿Skate? ¿Drama? es una historia real sin maquillar... Y es que la vida es así de dura señor Palacios.

Film más que interesante para todos aquellos interesados en esta expresión urbana del surf y para los que hemos flirteado con todo el mundillo que rodea el "underground". Tiene todo ello un cierto encanto de rebeldía, de encontrar una forma de diversión alternativa. En definitiva, se nos presenta la narración de como conseguir el sueño de todo adolescente (de los años 70 y 80): el de conseguir vivir de los que es su hobby, aquello que le llena de satisfacción.

Retrato de un estilo de vida y de la transición del surf al skate, además de unas pinceladaas de la relación entre los que se suponen fundadores del skate.

El guión basado en hechos reales, no es ninguna maravilla, pero tiene unas imágenes muy bonitas de la California setentera surfera como sacadas de un folleto de moda de Quiksilver.
La primera parte esta repleta de ellas, ¿a quien no le gustaría vivir un verano eterno en la ciudad del surf a bordo de su tabla de skate, con esas piscinas donde poder hacer trucos con la tabla mientras las chicas guapas del barrio te miran?, en mi casa no lo hubiera podido hacer por que mi piscina es cuadrada y te puedes meter una os...
La ultima parte de la película se pone un poco aburrida coincidiendo con el ascenso a la fama de los protagonistas.
En conclusión una película dulce y entretenida que enseña a los no expertos en el tema el origen de esta interesante forma de vida, que bien podría ser de Disney si no fuera por que de vez en cuando se fuman un trusquis.

Una película que comienza de una manera caótica pero que va cogiendo forma conforme desaparece el caos de la grabación y se añade a la historia. Este desorden inicial permite introducir saltos temporales sin que moleste al espectador.

Los actores, que en su mayoría hemos visto pasar sin pena ni gloria por numerosos papeles secundarios, hacen un trabajo bastante aceptable a pesar de su corta edad.

Todo lo anterior, junto a algunos planos bastante impactantes de la costa californiana, permite transformar una cinta llena de tópicos en una peícula muy recomendable que va mejorando con cada minuto que pasa.

Acertada película sobre la cultura Skate y el Surf.
En ocasiones parece un documental y hay escenas impactantes.
La velocidad a la que transcurren las imágenes es directamente proporcional a la velocidad que alcanzan las tablas de Skate.
Dirige la misma mujer que hizo Thirteen y repite Nikki Reed, la coprotagonista de esa película.
Recomendable para todos los amantes de las culturas urbanas.