Stand by Me Doraemon

A las seis en punto de una tarde cualquiera, de un año lejano (pero no tanto) en el calendario, por fin llegas a casa. Para ello, has tenido que comerte antes una jornada en la que el cole (como concepto, como via crucis, como ente maligno...) se te ha vuelto a atragantar en el esófago, en el estómago y en todos los intestinos. Ni un moratón ni una sola cicatriz que atestigüen la soberana paliza con la que el sistema educativo al completo se ha ensañado con tu dignidad. Derrotado y apaleado, rezas, una vez más, para que al menos tus padres no encuentren, oculto en lo más hondo de tu cartera, el enésimo suspenso que te acredita, también por enésima vez, como el fracaso más estrepitoso que haya concebido la raza humana en toda su historia. Dirías aquello de ''Mañana será otro día''... si no fuera porque sabes, perfectamente, que el día siguiente no hará sino confirmar una nueva derrota.

Por suerte, incluso en medio de este mar de nubarrones negros, sigue habiendo un rayo de luz al que aferrarte; al que mirar para que su calor brinde un confort que parecía olvidado por siempre jamás. El refugio está en la caja tonta, en aquella casa común levantada antes de la irrupción definitiva de la era digital. Eran las seis en punto de una tarde cualquiera, de un año lejano en el calendario... pero no tanto en la memoria. En aquel preciso instante, se encendió la pantalla, e inmediatamente empezó a sonar la canción de siempre. Por aquel entonces, te habías auto-convencido de que ya eras una persona adulta, de modo que te ahorraste el numerito del karaoke. No obstante, seguiste tarareando, para tus adentros, aquellas notas que tanta felicidad te transmitían. Imposible resistirse. Estaba a punto de empezar otra sesión de capítulos de Doraemon, el Gato Cósmico, lo cual no podía definirse de mejor manera que aduciendo al más dulce de los déjà vus.

Porque pocos días tuvieron que pasar, después de aquel primer encuentro, para que te dieras cuenta de que aquella relación de amor se había fundamentado en la repetición más descarada. Y cuando te das cuenta, estás en el año 2014, y el dominio que tienes de internet te permite contrastar los datos. La que sería (y sigue siendo) la obra más conocida de Fujiko Fujio empezó su andadura a finales de los 70... y más de cuatro décadas después, se han sucedido ya tres distintas series televisivas (sumando entre todas unos 2500 episodios, y subiendo...), además de una treintena de largometrajes. Correcto, hablamos de más entregas que otras franquicias tan exitosas como las del agente 007. A sus espaldas, Nobita y su pandilla ya han manoseado unos 4500 inventos distintos... y aun así, es como si, a la práctica, sólo hubieran jugado con cuatro malcontados.

El gorrocóptero, la puerta mágica, la máquina del tiempo y, quizás, la capa de la invisibilidad. Y pare de contar. Porque cuatro esquemas malcontados (esquemáticos donde los haya) son los que han regido, desde sus principios, las aventuras de los Suneos, Gigantes, Shizukas (y algunos más) que pululaban por las calles de aquella ciudad japonesa indeterminada. Aquel ser azul y sin orejas iba sacándose nuevos aparatitos del bolsillo mágico, sin embargo daba la sensación (porque de hecho, así era), de que lo único que cambiaba era el diseño del gadget; que la función era muy similar a la del otro artilugio de aquel otro capítulo; que el resultado de su uso indiscriminado nos remitiría al de otros muchos episodios anteriores... Y así hasta asentarnos en una feliz rutina que tenía de todo... menos, irónicamente, esa tan peligrosa inducción al agotamiento. No pregunten, misterios del -tierno- cerebro infantil.

La propuesta de 'Stand by Me Doraemon' responde a este mismo espíritu. Por primera vez en esta inagotable saga, se deja de lado el pincel tradicional y se apuesta por lo que ahora mismo manda, es decir, por la animación renderizada por ordenador. Indudablemente, la jugada obedece al espíritu de siempre: a renovar la carcasa (porque de esto se trata en estos tiempos) de un mecanismo que, por lo visto, aguanta como si nada el paso del tiempo. El filme dirigido por Takashi Yamazaki y Ryûichi Yagi es un autobrindis dedicado a los fans del universo de Fujio pero que al mismo tiempo tampoco pone mala cara (todo lo contrario) a todo aquel que se acerque por primera vez a él. Es, para entendernos, un capítulo alargado, construido a base de otros capítulos, centenares de veces vistos antes. Una vez juntadas las piezas, más allá de comprobar lo bien que el Gato Cósmico se ha adaptado a las nuevas tecnologías (¿o habrá sido al revés?), queda, como era de prever, lo de siempre.

Cualquier virguería con las líneas temporales es un mero espejismo; un lujoso relleno o, si se prefiere, otra excusa para incidir (de forma tal vez algo más espectacular) en los gags, trifulcas y rencillas de toda la vida. Nada nuevo bajo el sol de Japón... handicap que nunca ha recibido dicha consideración bajo los mágicos influjos de Doraemon. ''Stand by Me'', reza el título, lo cual podría traducirse, literalmente con un ''Quédate a mi lado'', especie de súplica que a buen seguro emitirá el chaval que llevamos dentro, tanto antes como después del visionado, porque por mucho que sus compañeros de fantasías le hayan enseñado, en infinidad de ocasiones, las bondades inherentes en las responsabilidades de la inatacable cultura del esfuerzo, sigue pareciendo decantarse por la versión más mínima de éste último. Y se entiende. Al fin y al cabo, ¿cómo resistirse a otro bis cuando cada uno de ellos cumple tan bien con las dosis de diversión y ternura que se le podían exigir? Con este encanto y gracia en la factura (que una vez más, quizás sean mínimos pero, desde luego, más que suficientes), ¿y qué si son 2500 episodios ''nuevos''? ¿O 30 películas más? ¿O si son en 2, 3 o 4D?

Es una adaptación a la animación de síntesis muy acertado, sin perder la esencia de la serie original, cosa no fácil, que pocas adaptaciones consiguen. Un tanto larga para mi gusto y sobre todo para los peques, pero divertida y en algunos momentos muy emotiva, hasta el punto de sacarle una lágrima a algún pequeño espectador.
Lo único que no me entra en la cabeza, y a mi entender se carga la película entera, es ¿A quién se le ha ocurrido la brillante idea de que el doblaje al castellano de los protagonistas en su parte adulta lo lleven acabo Alaska y Vaquerizo? Alaska es una artista como la copa de un pino y Vaquerizo es muy gracioso cuando sale por la tele bebiendo cerveza y diciendo tonterías, pero creo que jamás he visto un doblaje tan lamentable, tan forzado y tan poco acertado. Una auténtica lástima.

Stand by Me Doraemon... crecí con la serie y he visto alguna que otra película, reconozco pasarlo muy bien con este personaje, habían muchas ganas de visionar está nueva película, nadie puede quitar la buena pinta que tiene, especialmente para los que crecimos con la serie o algunos que siguen viéndola.
Me he encontrado una notable película... ha conseguido mantenerme muy entretenido y se me ha pasado volando, la animación es excelente, el diseño de los personajes es muy bueno, se hace divertida y emociona al espectador, los más sensibles terminaran con unas buenas lagrimas, repleta de aventuras y muchos inventos, esos 90 minutos aproximadamente de duración se me han hecho totalmente entretenidos.
El doblaje no me ha terminado de gustar... Mario Vaquerizo no me cae mal ni tampoco lo odio, pero he de reconocer que es el peor doblaje que he podido oír en una película, Alaska tampoco lo hace bien, pero Mario lo hace fatal y consigue dar vergüenza ajena... el resto del doblaje es bastante bueno, aún que lo prefiera en catalán.
La historia está muy bien... en esos 90 minutos aproximadamente de duración no se hace aburrida en ningún momento, los críos disfrutaran la historia con sus personajes favoritos y los adultos no se aburrirán, volver a la infancia durante un rato, la amistad, las aventuras, el humor y las lagrimas protagonizan la historia,
La animación es excelente... el diseño de los personajes es muy bueno, me ha gustado poder disfrutar a estos buenos personajes en 3D, la banda sonora cumple y los personajes siguen cayendo igual de bien que anteriormente, un buen ritmo.
En definitiva: lo peor de está nueva película es el doblaje de Nobita adulto y Shizuka adulta, por lo demás... está muy bien, se hace divertida, emociona, no aburre... ofrece buenas aventuras y una muy buena animación, los que crecimos con la serie pasaremos un buen rato, Doraemon vuelve a lo grande.

Todos veíamos al gato Cósmico de pequeños, y si no todos la gran mayoría y yo era de esa mayoría. Muchos hemos crecido con Doraemon junto con otras series, divertida y muy entretenida pero que uno deja de ver por lo de siempre: el paso de los años, el tiempo, ... aunque hay gente que no claro. En mi caso también dejé de verla porque me cansé, los episodios cumplían siempre el mismo patrón y de más niño da igual pero vas creciendo y lo miras con ojos más críticos, siempre era igual cada episodio y jamás llegaba al final ... incluso existían leyendas sobre diferentes finales, cada cual más desagradable que el anterior a mi parecer, el morbo por el morbo como con tantos finales inventados no oficiales de otras series.

Hace años que no veo Doraemon, solo alguna vez me lo he cruzado haciendo zaping en la televisión y veo episodios nuevos, con nuevo dibujo y demás, pero como con el mismo rol y misma estructura de episodios ... pero cuando vi que se anunciaba una película pensé ¿porqué no?
En los trailers y frases de la película se recalcaba mucho el "Adios a Doraemon" que al parecer muestran por fin el final de sus aventuras y eso ya me dio la razón de oro para verla.

El hecho de que sea de animación no me ha echado para atrás ni mucho menos, me parece una buena apuesta y además la animación esta ahora más que los dibujos, al menos en el cine y les ha quedado bien, la atmósfera de la serie se respira los lugares son exactamente iguales ... se ha respetado absolutamente todo pero siendo de animación, y el resultado es genial porque te ofrecen algo nuevo visualmente pero sin dejar de ser lo que siempre ha sido.
La película bien se presenta como el primer episodio de la serie y en todo lo que ocurre entre medias podría ser un gran gran resumen de todos y cada uno de los episodios emitidos y por emitir, así que la película encierra en sí un gran resumen de todo y con un final. La película tiene momentos conmovedores y que pueden hacer que inevitablemente sonrías, te emociones o sueltes alguna lágrima o todo a la vez ... llegando a un final que a mi parecer no podría ser mejor, llega un punto viendo la serie en que olvidas, con tanto capítulo, que pinta Doraemon en la vida de Novita, la película te hace recordarlo y le da un buen final a la historia.

Las voces, menos mal, son las originales de la serie y eso es fantástico, no imagino a los personajes desde pequeño oyéndolos con las mismas voces con otras, aquí también hallo uno de los puntos flacos de la película ... Alaska y Mario Vaquerizo ... como ya ha pasado tantísimas veces en la industria del cine, videojuegos, series ... han metido a dos personas de mayor fama temporal sin preparación ni disciplina para doblar ni impostar voz, sin capacidad interpretativa y con unas voces que nada encajan a doblar a dos personajes y eso le quita puntos, aunque es cosa del doblaje, en otros países esas voces no están evidentemente, pero es lo que yo he oído y es lo que me ha fastidiado.

A parte de eso ... la película es genial, no busca nada más allá que entretener y ofrecernos una historia que no pierde el norte, que va a lo que va y que no pierde la esencia de la serie, dándole un final a la historia y con una animación que no me ha dejado indiferente, a los niños les encantará y no tan niños como yo también, tierna y bonita, con valores como la superación que nunca están de más.

Reconozco que la serie de dibujos animados de Doraemon no estaba entre mis preferidas cuando era un niño, o ya un medio adolescente, pero sí que solía verla y me gustaba.
Aquí Doraemon y Nobita son más reales que nunca ya que pasan de ser dibujos animados en 2D al 3D creado por ordenador.
Pero la similitud es idéntica, los personajes, la casa, las calles, los inventos...hasta el doblaje es el mismo.
El fallo que veo es el doblaje de Nobita y Shizuka cuando son mayores que no me ha gustado, acabo de leer que los dobladores fueron Alaska y Vaquerizo, pues que se dediquen a otra cosa.
La película es entretenida en su hora y media de duración. Aunque tenga sus partes cómicas, no es un film para partirse de risa (tampoco es que con la serie de dibujos te troncharas de risa).
También tiene sus partes sensibles que a más de uno le puede sacar alguna lagrimilla. En ocasiones me dio la impresión de que estaba viendo un drama.
En fin, gustará a los niños y a aquellos que no somos tan niños pero que hace unos años veíamos a ese niño panoli y a ese gato cósmico mientras tomábamos un ColaCao fresquito.