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Asedio en Río Rojo

Western Un capitán de la caballería trata de impedir por todos los medios la entrega de un cargamento de armas a los indios. (FILMAFFINITY)
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
30 de noviembre de 2014
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rudolph Maté fue un operador de gran prestigio que trabajó con grandes maestros, entre ellos: Wyler, Vidor, Dreyer y Lubitsch, pasándose más tarde a la dirección. Durante los años 50 realizó interesantes films en casi todos los géneros, ciencia ficción, aventuras y western, entre los que destaca este western secesionista, casi desconocido en España. Un film rodado en gran parte, en exteriores de Monument Valley, el territorio genuino de John Ford en el desierto de Arizona.

La acción transcurre en 1864, en tiempos de la reelección de Lincoln, cuando la Unión ha enviado por tren al frente su más reciente arma secreta: la ametralladora Gatlin, capaz de disparar automáticamente 250 disparos por minuto. James Farraday (Van Johnson) y su compañero Benjy Thomson (Milburn Stone) son dos soldados confederados que disfrazados de vendedores ambulantes organizan un asalto para apoderarse del arma definitiva. En su huida ayudarán a una enfermera de la Unión, Nora Curtis (Joanne Dru) que tiene problemas con su carromato al cruzar un río.

Maté fue un cineasta discreto pero eficaz en todo sus trabajos, aquí realiza un correcto film, recurriendo a todas las constantes del western, combinando con acierto la acción , la intriga y algunos toques de humor, dibujando hábilmente a los personajes, tanto los héroes como los villanos, a pesar de no contar con estrellas de primer nivel. Resaltando la fisicidad del paisaje, la brutalidad de la guerra y un ambiguo discurso moral, pues todos los personajes tienen sus razones por las que luchar. Qué duda cabe que Maté no tiene la épica de J. Ford, ni la sobriedad de H. Hawks, ni el clasicismo de Wyler, ni la humanidad de A. Mann, ni la naturalidad de G. Stevens o la violencia de S. Peckimpah, pero no es menos cierto que el cineasta dominaba perfectamente el oficio.
Antonio Morales
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31 de marzo de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agradable western del polaco Rudolph Maté con un buen trío protagonista formado por Van Johnson, Joanne Dru y el gran actor secundario Richard Boone. El personaje de Boone es un antecedente clarísimo del Liberty Valance de Lee Marvin (con látigo incluido). Como anecdota podría jurar que las escenas de la batalla entre la caballería y la tribu india estan sacadas de la película de William A. Wellman Las aventuras de Buffalo Bill. (defenders of the faith).
cambaral
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11 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Básica, confusa, menor, irregular, limitada, floja, atractiva, interesante, polvorienta y ajustada producción en formato de western clásico en el que hay espacio para los conflictos bélicos, alianzas y traiciones en tiempos de la guerra de secesión.
La película no cuenta con un desarrollo nítido y por momentos resulta confusa, haciendo que se complique la trama principal más de la cuenta, pero una vez aclarados algunos puntos y movimientos de personajes, todo va hacía un enfrentamiento plagado de multitudes, polvo, arena, indios y soldados que intentan proteger sus vidas y la de sus familiares en el Río Rojo.
Es cine en el que hay espacio para las sospechas, la confusión, las mentiras, la amistad, la camaradería y los amores secretos, alcanzando un desenlace tan sencillo como fugaz.
Asedio en Río Rojo, queda como un Western clásico menor que cuenta con una trama de engaños, traiciones y espionaje, desarrollado en tiempos de la Guerra de Secesión.
Jon
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22 de enero de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra vez en el cinematográfico río Rojo, otra vez en la frontera. En esta ocasión separando la Unión de la Confederación, pues los indios están aquí solo como artistas invitados.
Como puede verse en el argumento que desarrollamos en esencia en la zona spoiler. La trama se desarrolla en medio de preciosos parajes fordianos, una buena ambientación, acción continua, excelente ritmo, espionaje, humor y diálogos chispeantes alusivos a las ideas políticas de cada uno, como ocurre cuando, al compartir amistosamente una única manta para dormir y ocuparla por entero uno de ellos, exclama el otro: "¡La actitud yanqui, que se apropia de todo el territorio!"
Sin ser artistas de primera fila, los intérpretes rayan todos a gran altura y su personalidad queda trazada con bastante coherencia.
Las notas humorísticas aparecen preferentemente alrededor del carromato que de pueblo en pueblo va vendiendo el "Fortalecedor mágico del Dr. Sunderland" (75 centavos la botella), mientras transportan oculta la ametralladora. Como era costumbre en este oficio, al llegar a un lugar nuevo llaman la atención de los vecinos por medio de canciones, en este caso una dedicada a las propiedades de la tapioca, producto que sin duda entraba en la composición del brebaje junto a una buena dosis de alcohol. Veremos también a la enfermera Nora limpiar con agua caliente una herida para aplicar luego yodo, o amenazar con una enorme jeringa para hacer una lavativa a un enfermo imaginario.
Sin ser un peliculón, consideramos que este río Rojo bien merece una oportunidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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30 de abril de 2023
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Entretenida, sin más. Algo trillada en su guión, en una película muchas veces hecha, pero entretenida. Con un actor muy del género: Van Johnson, que como esta ha filmado decenas...
Maté fue el director de fotografía de las mejores películas de Dreyer y trabajó también con King Vidor, hasta que cogió autonomía suficiente para rodar por sí mismo, algunas películas buenas y otras, como esta, algo menores, buenas pero mejorables...
Sobre todo porque ya incluso en 1954 era un género muy machacado, muy trillado, sumamente explotado, en la que las imaginación era algo desusado. Tuvo que llegar los 70 para que el género experimentase modificaciones importantes, innovaciones en las tramas, en los personajes y en los desarrollos.
Hay una anécdota que quiere contar. Leí en la crítica de Filmaffinity que parte de la batalla con los indios se había cogido de otra película, Buffalo Bill, de Wellman. No le di mayor importancia, pero Rodrigo, mi hijo, que pudo verla porque estamos en carnavales y no tiene colegio, me dijo: Papi, me recuerda la batalla a la de los indios de Buffalo Bill. Obviamente no sabía el director, pero me quedé muy sorprendido, tener esa capacidad siendo un niño es cuanto menos noticiable.
A veces esa acumulación de películas al que le someto no sé si sirve para algo, para algo más que entretenerse quiero decir.
ÁAD
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