Regreso al planeta de los simios

En la historia del cine resulta complicado encontrar una secuela donde existe tanta diferencia de calidad con respecto a la primera como en "Regreso al planeta de los simios". Todo la sutileza de la primera entrega con su carga filosófica, metafísica y simbólica se pierde para dar paso a una película que parece más bien una parodia. En gran parte debido a un guión espantoso que en ocasiones ocasiona verguenza ajena. Los hombres que viven en el metro parecen los teletubbies y un actor tan horrendo como James Franciscus seleccionado únicamente por sus pectorales le queda grande el proyecto. Charton Heston que aunque no aparezca mucho hace uno de los peores papeles de toda su carrera.
Lo mejor la fotografía de Krasner, el maquillaje y la belleza de Linda Harrison (porque como actriz un cero a la izquierda). Una lamentable secuela de una obra maestra como era "El planeta de los simios". Uno no entiende como se pudo continuar haciendo más entregas viendo la calidad ínfima de esta segunda. Uno de los grandes culpables es Ted Post, un director segundón de apreciables westerns que aquí no sabe que está rodando otra cosa y que cuando puede parece que filma otra de vaqueros.

Después del éxito que supuso "El planeta de los simios", se decidió rodar una continuación con la que engrosar las arcas de la productora. Pese a la cercanía con la anterior productor, hubo importantes cambios: Ted Post sustituyó a Franklin J. Schaffner en la dirección, Leonard Rosenman a Jerry Goldsmith en la banda sonora y Milton Krasner al fallecido Leon Shamroy en fotografía. El guión de Paul Dehn (que se encargaría de las dos siguientes películas también) sufrió un largo ir y venir de versiones, debido primero a la negativa de Charlton Heston a intervenir en la película, luego a su entrada en el reparto (como favor personal al productor) y luego a su exigencia de cerrar cualquier posibilidad de que su personaje fuese retomado en un futuro.
Respecto a la cinta, el argumento comienza prácticamente donde se quedó en "El planeta de los simios". La estructura de ambos filmes es evidente (una nave perdida en el espacio se estrella en el planeta y acaba quedando sólo uno, etc.) y el tremendo parecido entre el nuevo protagonista, Brent (James Franciscus), y Taylor no hace sino reforzar dicha similitud. A mitad del metraje, la acción se traslada a la Zona Prohibida, con el descubrimiento de lo que allí se esconde, momento en que la acción toma un camino propio, con unos buenos escenarios (el metro de Nueva York o la urbe enterrada están bien conseguidos) y una perturbadora parábola antibelicista llevada al extremo pero sin llegar a caer en el ridículo.
En resumen, una continuación digna que inevitablemente es inferior a la primera, pero que será mucho mejor que las tres siguientes, cada vez con menos presupuesto y más orientadas a recaudar (sobre todo la última). Es cierto que tiene algunas faltas de coherencia respecto al argumento madre (spoiler), pero aún así puede verse esta entretenida aventura con agrado.

Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/2020/07/02/incoherencias-y-fallos-de-guion-en-la-saga-de-el-planeta-de-los-simios/

No sé cómo he llegado aquí pero sí sé que ha intervenido la mala suerte, porque si sabido es por todos que segundas partes nunca fueron buenas, en lo que se refiere a la saga de "El planeta de los simios" esta afirmación adquiere todo su sentido. No es ninguna excepción esta segunda parte de la conocida película protagonizada por Charlton Heston, se trata de una realización muy prescindible que sólo disfrutarán los que dispongan de mayor condescendencia. Aprovechar el tirón de una primigenia obra exitosa es cosa que siempre se ha hecho. En este caso el contraste entre las dos es tremendo, todo lo que tiene de interesante la primera lo tiene de estúpido la segunda. Ya sabemos que Heston vuelve a la Tierra casi dos mil años después y que tras un holocausto nuclear los simios poseen una inteligencia superior. Todo lo que había de sorpresa ya no existe aquí.

En esta segunda parte James Franciscus vuelve a la Tierra de donde salió con otra nave espacial para buscar a la tripulación de la primera película: la excusa más absurda que podían haber concebido. Parece su hermano pequeño, por la similitud física, y además se encuentra a la súperbelleza de la primera parte y se hacen buenos amigos y todo. Las bobadas siguen y siguen cuando adivinamos que los simios se organizan militarmente para una invasión de la "zona prohibida" en la que no saben qué van a encontrarse. Hasta un grupo de pacifistas son linchados!!! El guión toca techo en lo absurdo cuando en el antiguo metro de la ciudad de Nueva York encontramos a unos humanos mutantes con poderes telequinésicos que se ponen máscaras porque son feísimos y se visten como los teletubies.

¿Hay algo peor que un guión lamentable? Sólo por eso esta película es de vergüenza ajena. A su favor, los merecidísimos disfraces de los simios, cada primer plano de ellos es sobrecogedor, las cosas como son, verlos en marcha, a caballo o haciendo discursos, sí vale la pena. Pero la película, de las más ridículas que he visto últimamente.

No se lo pensaron dos veces cuando decidieron poner en marcha la secuela de “El planeta de los Simios” después de su inesperado éxito. Por supuesto ni que decir que esta continuación no le llega a la suela de los zapatos a su predecesora, sin embargo no está exenta de interés por su buena continuidad. Lo mejor es que apostaron por dar un giro argumental y alejarse con cierta prudencia de lo sucedido en la primera parte, trasladando la mayor parte de los sucesos a la mencionada “Zona prohibida” que quedó al margen en el film anterior. Lo peor es que como sucediera en el resto de las continuaciones el presupuesto se redujo drásticamente algo que se nota, aunque no demasiado en esta segunda. Tras haber perdido el factor sorpresa de lo que representaban los simios, ahora nos descubren una nueva civilización que resultó de lo que el final anterior nos revelaba, quedando un film que en algunos aspectos nos recuerda a “El último hombre...vivo”. Bastante entretenida se merece un vistazo, sobretodo nostálgico.

Regreso al planeta de los simios es la secuela de la mítica película que protagonizó dos años antes Charlton Heston. Con una trama similar y la aparición de situaciones y seres paranormales, la historia da un giro bastante peculiar y, a mi entender, un tanto fuera de sitio. Pese a ello, sigue estando bastante bien.

Ted Post había dirigido solamente un largometraje antes de esta película. Anteriormente, su trabajo se había desarrollado en series (después dirigiría varios capítulos de Colombo, también). El director de Brooklyn realiza un trabajo bastante bueno, aunque tan similar en planos a El planeta de los simios que, por momentos, ambas películas parecen fundirse. El desarrollo es lo que hace notar que Post es director de series, ya que los cambios de una escena a otra no están hilados con demasiada lógica, con lo que el desarrollo se tambalea por momentos. Aun así, se puede ver con relativa fluidez. El guión ofrece un cambio total, intentando perpetuar el golpe que supuso la primera por sus inteligentes giros, aunque más que conseguirlo, podríamos decir que lo que hace es brindar una película protagonizada por los mismos personajes, ambientada en el mismo lugar, con un desarrollo en principio similar, pero con un propósito totalmente diferente.

James Franciscus es el protagonista en esta ocasión. El actor parece basarse totalmente en el trabajo de Charlton Heston en la primera, pues los personajes de Franciscus en la primea y Heston en la segunda comparten camino, a grandes rasgos. La bellísima Linda Harrison repite, sin destacar, en el papel de 'Nova'. Teniendo en cuenta que su papel no permite lenguaje oral, debería centrarse en expresarse de otras maneras, y la chica no lo consigue. Kim Hunter, de nuevo como 'Zira', vuelve a dar clases de movimiento corporal, siendo su interpretación una extensión de la que hace en la primera película. Charlton Heston, menos importante en pantalla que en la primera (pero igual o más en la trama) sigue muy correcto, protagonizando un clímax fantástico en el que su interpretación es uno de los puntos fuertes.

Resumiendo, que es gerundio: Regreso al planeta de los simios es una película aceptable. Aunque menos que la primera, entretiene y angustia. El problema de la película es que, sus mejores bazas, son las que utiliza de la primera película y, cuando innova, despista al espectador en lo que es un giro, cuanto menos, inesperado. Aunque yo diría absurdo.