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Drama. Comedia
Ian (Edward Hogg) es un profesor de orientación especial que llega a una prestigiosa clínica oftalmológica de Lisboa para dirigir una terapia. Uno de sus pacientes afectados por la ceguera es Eva (Alexandra Maria Lara), una joven que trata de esconder su minusvalía. Ian pone en práctica métodos que suscitan polémicas dentro del equipo de la clínica pero consigue ganarse la confianza de los pacientes. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que más destaca de esta película es la diversidad. Película polaca, ambientada en Portugal, rodada en inglés, con tema exclusivo de la ceguera.
Lo primero que hay que aplaudir de esta película es que alguien se atreva a hacer una película protagonizada por ciegos, y en su mayoría niños.
Un joven profesor-terapeuta ciego, llega a un colegio de ciegos en Portugal, tratando de implantar sus métodos, muy bien valorados por los alumnos, pero puestos en duda por la dirección del centro.
Por un lado, cuenta su día a día en el centro, su relación y métodos de trabajo con sus alumnos, y por otro, el trato especial con una joven ciega, encerrada en su habitación, a la que poco a poco va embaucando con su valentía para desenvolverse por la ciudad sin bastón.
La película tiene el encanto también de mostrarnos un Portugal muy personal. Tranvías, suelos en mosaico, la calidez de sus gentes.
Técnicamente, es un Máster de discapacidad y de ceguera. Muestra aparatos técnicos de clase, muestra como se desenvuelven las personas ciegas ante actividades cotidianas. Sus dudas, miedos, problemas…
Cinematográficamente, complicada de seguir para alguien no relacionado mínimamente con la discapacidad. La paciencia que requiere, esta llevada muy bien a la pantalla, con tacto, sensibilidad, y tiempo. Claro, esto puede ocasionar sensación de película algo lenta y pesada.
Lo primero que hay que aplaudir de esta película es que alguien se atreva a hacer una película protagonizada por ciegos, y en su mayoría niños.
Un joven profesor-terapeuta ciego, llega a un colegio de ciegos en Portugal, tratando de implantar sus métodos, muy bien valorados por los alumnos, pero puestos en duda por la dirección del centro.
Por un lado, cuenta su día a día en el centro, su relación y métodos de trabajo con sus alumnos, y por otro, el trato especial con una joven ciega, encerrada en su habitación, a la que poco a poco va embaucando con su valentía para desenvolverse por la ciudad sin bastón.
La película tiene el encanto también de mostrarnos un Portugal muy personal. Tranvías, suelos en mosaico, la calidez de sus gentes.
Técnicamente, es un Máster de discapacidad y de ceguera. Muestra aparatos técnicos de clase, muestra como se desenvuelven las personas ciegas ante actividades cotidianas. Sus dudas, miedos, problemas…
Cinematográficamente, complicada de seguir para alguien no relacionado mínimamente con la discapacidad. La paciencia que requiere, esta llevada muy bien a la pantalla, con tacto, sensibilidad, y tiempo. Claro, esto puede ocasionar sensación de película algo lenta y pesada.
4 de enero de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El lenguaje cinematográfico es el esperanto de la cultura.
Es cierto que los países, segun épocas, nos proporcionan hermosas obras de arte cinematográfico.
Pero todas las épocas estan trufadas de obras personales que van mas allá de la nacionalidad de sus creadores.
Encantadora sorpresa la de este director polaco que nos ilumina con una obra que transciende la vida de los seres humanos sin discapacidades evidentes.
Jakimowski se acerca a lo insoportable, consigue llevar el film a una tensión que pocas veces he sentido.
Los amantes de la emoción y el thriller, tienen en esta maravillosa obra un referente, que sin artifícios Hollywoodienses les dejará huella.
¡Cómo envidio a los que aún no la han visto, son merecedores de este regalo!
Gracias director.
Es cierto que los países, segun épocas, nos proporcionan hermosas obras de arte cinematográfico.
Pero todas las épocas estan trufadas de obras personales que van mas allá de la nacionalidad de sus creadores.
Encantadora sorpresa la de este director polaco que nos ilumina con una obra que transciende la vida de los seres humanos sin discapacidades evidentes.
Jakimowski se acerca a lo insoportable, consigue llevar el film a una tensión que pocas veces he sentido.
Los amantes de la emoción y el thriller, tienen en esta maravillosa obra un referente, que sin artifícios Hollywoodienses les dejará huella.
¡Cómo envidio a los que aún no la han visto, son merecedores de este regalo!
Gracias director.
Migración. Un viaje patas arriba
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