Ese impulso maravilloso

El argumento parte de una situación disparatada que se va enredando en un elegante ejercicio de imaginería del absurdo.
La película posee solidez formal, una exquisita ambientación y sabe manejar con habilidad los resortes de la sorpresa de manera que en conjunto forma una obra dinámica y resuelta, aunque a veces algo descabellada.
Pero siempre demuestra un excelente sentido del humor.
La actuación de T. Power y de G. Tierrey brilla con luz propia y hay que destacar la labor de dirección a cargo de R.B. Sinclair por su sencillez y eficacia en la combinación de todos los elementos.

Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: INTERESANTE.
La química de Power y Tierney es innegable. Yo lo demostraron con la magnífica "Al filo de la navaja", y "El hijo de la furia". Aquí vuelven a la carga en una deliciosa comedia, hecha a la medida de sus míticos protagonistas; y es que, hay que decirlo, llenan la pantalla. Y si el vehículo para su magno lucimiento es tan lucido como ellos, pues la fiesta está servida. Una buena comedia para el recuerdo.

¿Qué se puede decir de dos actores que aguantan primeros planos en una comedia sencilla?
TODO. Agradable, sin aspavientos grandilocuentes. Power y Tierney encantadores y bellos. Cumple un cometido fantástico, que disfrute el espectador y sonría ante la travesura romántica de Robert B. Sinclair.

Encantadora comedia de situación, amores, líos, mentiras y algo de 'moralina'.
Una pareja magnífica la que forman Tyrone Power y Gene Tierney, guapos, en la cumbre del estrellato, con personalidad, muy capacitados como actores y sumamente atrayentes para la crítica y el público. Dos superestrellas en el cenit de su carrera que giran alrededor de un guión elaborado y bajo la dirección firme de un director del que no había visto nada hasta ahora.
Power se muestra como un gran actor, que siempre lo fue, y Tierney no le va a la zaga. Me llama la atención el vestuario de ella, realmente primoroso.
Además de la lectura lineal que puede leerse gráficamente: una historia de amor con los enredos típicos de este tipo de cintas, la película tiene otra lectura: una crítica mordaz al papel de la prensa y sus funciones, especialmente la rosa. No importa ni la objetividad ni la realidad, sino el poder que gobierna los hijos de los intereses, seguramente económicos en última instancia.
80 minutos de metraje es más que suficiente si se tienen las cosas claras. La cinta, además, se ve muy bien, y se escucha mejor, una excelente copia.