Otros tiempos

Techiné mueve pieza y ahora nos lleva a Tánger. No es nueva la relación del realizador con esta ciudad, allí está "Lejano" como ejemplo donde ya contaba con Lubna Azabal, gran actriz a la que vimos en "Exils". Es pues, un cambio en relación a su anterior "Les égarés". Y más bien parece que es un lujazo que él se da para trabajar con el insigne duo Depardieu-Deneuve que nos se veía en pantalla desde que en 1988 trabajaran juntos para Dupeyron. Ahora bien, el film tiene aciertos, su estilo rápido y con la cámara en casi constante movimiento, ciertas historias como las de Depardieu y su búsqueda del primer amor, los momentos (pocos) en los que Techiné aprovecha para mostrar el problema de la inmigración, del papel de la mujer en Tánger... Pero en general el conjunto está bastante desangelado, como si quisiera contar demasiado y no llegara a todo o como si pretendiera asomarse por un momento a unos personajes a los que no llegamos a entender del todo ni (y eso es peor) a conocer como querríamos. El caso de los personajes de Deneuve y su marido, el de Malik Zidi o el de las dos hermanas gemelas son claros ejemplos. "Otros tiempos" (titulo deleznable del original "Les temps qui changent") parece un film apresurado, apreciable en sus logros pero con una cierta carencia de vida.

Da gusto encontrar una película en que todos los personajes estén bien construidos. Es gratificante que André Téchiné siga componiendo personajes con dualidades, que los siga cuidando y enriqueciendo ya sea un secundario o un actor principal. Y es placentero ver una película donde todos los actores sin excepción, alcanzan un loable trabajo interpretativo. Téchiné firma un guión que aunque puede considerarse algo pastoso en determinados momentos, se inmiscuye en las sensaciones y deseos del género humano con acierto y gran efectividad.

Catherine Deneuve, que puede tener los años que quiera, que la cámara sigue amándola como todos lo hemos hecho viéndola en “Belle de tour”.

Un lujo encontrarnos guiones así y un fastidio que tarde tanto en venir a la cartelera española (si es que llega a ser estrenada) un película de un director francés que ha hecho grandes joyas cinematográficas.

Flojo acercamiento a una realidad como es la de las relaciones entre Francia y sus antiguas colonias. La mezcla de esa realidad (ilustrada con fugaces retazos como los inmigrantres de las colonias alrededor de Tánger) con el tono amoroso entre los dos protagonistas no nos da casi ninguna satisfacción, muy al contrario, no entendemos interpretaciones tan mediocres como las de Depardieu y Deneuve. Parece como si Techiné trabajara forzado frente a otras películas donde sus actores han expresado mejor las historias que el cineasta francés insiste en contarnos porque son parte de nuestras vidas. Les roseaux sauvages o Loin parten de premisas similares a las de aquélla y crecen narrativamente mucho mejor.

Soy un amante del cine francés y este me ha dado en el paso de los años películas inolvidables, incluyendo los dos actores extraordinarios que hacen esta cinta.. Catherine Denueve y Gerard Depardieu. Ambos han dado la piel en cada cinta que los vio ofrecer sublimes interpretaciones.... pero en esta cinta al igual que la película no da la altura en ningún momento, si se respira un cierto halo de tensión es porque la trama es demasiado densa en un Marruecos muy denso,amén de la historia adjunta del cuasi compromiso del hijo homosexual que esconde detrás de una relación heterosexual su naturaleza, es demasiado explícita en tramos donde a veces las palabras dirían mucho más, es mas me atrevería a decir que es un cine de baja pretensión, ese mal sabor que te deja la cinta después de casi dos horas de verla no es más que una película mal rodada que se haria bien en comentar despues de verla y por ende no verla más.

Desde luego, lo que cambia no es el tiempo sino las personas.
El pobre Antoine (extraordinaria caracterización de Gérard Depardieu) es un personaje muy improbable: hace treinta años que sigue queriendo a su primer amor, Cécile (Catherine Deneuve). Mientras tanto ella, que está en la cima de su belleza madura, se ha casado, etc.
En las primeras escenas los movimientos nerviosos de la cámara hacen difícil la visión de la película. La historia principal es buena y la locura de Antoine lo convierte en muy dramático personaje shakespeariano. Lo que no pega son las historias secundarias, resultando una floja obra de un director prestigioso.