En busca de marido

Comedia americana de estas que parecen que vienen envueltas en cajitas doradas, exquisiteces para coger con la punta de los dedos, para saborear mientras se diluye en el recuerdo según aparece el The End.
Una sencilla (que no simple, términos que mucha gente confunde) historia de amor que aparece cuando una mujer se empeña en casarse con un médico (pediatra) ya que le parece que cumple con todos los requisitos para ser su marido. Después de un congreso en el que él es el confereciante ante un público exclusivamente de mujeres, entre las cuales ella le plantará cara, decide aclarar las cosas con su pretendiente y amablemente durante una cena explica su negativa: él es un soltero empedernido y lo mejor es que se case con un antiguo novio.
¡Qué gran actor es Cary Grant! Es esta película hay que verle imitando los andares de las mujeres cuando vienen a verle a la consulta con sus niños. Un actor cómico cien por cien; infalible en cualquier género. Otra película de una de las mayores estrellas habidas y por haber que es un placer verle actuar.
Sonrisas para una película sin más pretensiones.

Creo que al definir el término "Comedia romántica" habría que hacer una distinción temporal, o sea, comedia romántica de antes de (poner el año que cada uno considere oportuno) y de después de. Porque efectivamente esta sería una comedia romántica en sentido estricto, pero amigo, que diferencia con los pastelitos empalagosos e indigeribles que se venden hoy en día con esa etiqueta.
Vamos por partes, tenemos a un solterón empedernido, guapetón y buen mozo, profesional de éxito que no quiere líos de faldas o si los quiere son ocasionales y sin compromiso, vaya, Cary Grant haciendo de Cary Grant. Por otra parte tenemos a una solterona en ciernes que no se resigna a serlo y cuando fija su objetivo (el buen mozo en cuestión) no se desvía ni un milímetro de la trayectoria que se traza para alcanzarlo. Y empieza el festín, que remata con la impagable secuencia final en la que desfilan los cebos tendidos como último recurso para dar caza a la presa con la apoteosis final de un cura contratado para la ocasión (dando así por sentado que se ha alcanzado el objetivo) previa presencia de un amante inventado, desenmascarado gracias a la única faceta de la presa que el cazador olvidó investigar.
Si esto no es un guión modélico que venga John Ford y lo vea.
Pues bien, si con estos ingredientes alguien ha visto una "comedia romántica de después de" que le llegue a la suela de los zapatos a esta modesta "comedia romántica de antes de" que hable ahora o calle para siempre.

Una película pasable, para reírte un buen rato. ¿Pero quién no se ríe con las comicidades de Gary?
Hay que ver las mujeres. ¡Qué listas somos! Que arte tenemos para el engaño. Pero qué le vamos hacer Dios no hizo así
Anabel es de armas tomar, se encapricha con el pediatra, usa todas las artimañas posibles y por haber para seducirlo.
¡Y él como es bobo cae! Y un pimiento, él le sigue el juego, los dos juegan al gato y al ratón; ahora había que saber quién es el gato y quién el ratón.
Hay que verla para saber de que estoy hablando. ¡Véanla y disfrútenla! Está bien para pasar el rato aunque no sea un gran peliculón.

Realmente no concibo el humor en semejante guión. Ni porqué le cambiamos el título aquí alas películas, ésta se llamaba "Todas las chicas deberían estar casadas". Don Hartman coescribe, produce y dirige una película de posguerra donde las mujeres independientes y trabajadoras andaban como locas buscando marido, o eso nos han contado los manuales de cine. La cuestión está en que para mí es una historia escrita por hombres hablando de mujeres. Desde la primera escena vemos como la protagonista Anabel Sims (Bettsy Drake) que es una dependienta recita a su amiga su sueño de ser una buena esposa, tener hijos y tener una casa bonita. Y aparece Gary Grant (Madison) un prestigioso pediatra. A partir de ahí todo será una persecución del personaje masculino por parte de ella. No voy a narrar las peripecias porque en eso se basa la película. Lo único curioso es que Bettsy Drake fue la tercera esposa en la vida real de Gary Grant y que ambos se conocieron un año antes de esta película, la pareja duró bastante a pesar de las infidelidades de él. Es una nota a saber. Pero hablando en sí de la película la lectura de la caza del marido a toda costa y la persecución de acoso y derribo da cierta angustia en vez de parecer simpática o graciosa.Tampoco los equívocos están bien conseguidos aunque Franchot Tone da un buen nivel en el papel de jefe millonario.