Demasiado amor

Con el transcurrir de los años y aquello sin importancia en la juventud, la soledad, comienza a pesar; inimaginable cuando llegas a casa y solo te esperan 4 muros, una cama y el televisor que te acompaña emitiendo voces de quienes ni siquiera te conocen. La soledad se acerca para reiterarte que no cambias y te reitera lastimosamente el fracaso en el ámbito social, al cual se accede con reservas por miedo a interactuar con la mentira, hipocresía y la banalidad. La soledad desconoce estereotipos y afecta a mucha gente que mal interpreta estar acompañado con tener la fortuna de no sentirse solo.

Ernesto Rimoch ha retratado a Beatriz, una mujer solitaria, que busca su cambio de actitud ante la vida, conduciéndola a una actividad en la que conocerá a otros solitarios, que buscan algo más que el encuentro sexual. Los encantos de Beatriz van más allá de la apariencia física y cautivan a cada uno de sus amigos; en ella encuentran compañía, comprensión, momentos gratos, risas, contemplación, locuras y demasiado amor.

Aprende a…
… reírse de si misma y de la estupidez de la gente que solo quiere sacar algún beneficio de ella;
… también a vivir sola y olvidar la angustia;
… a disfrutar de la contemplación del paisaje;
… a afrontar los golpes de la vida;
… a ver que la soledad puede superarse;

Un trabajo muy digno, del cual se puede aprender sin ser un video de superación personal, con actuaciones convincentes y un libreto muy bien estructurado

Para poder amar… hay que tener amor propio.