Rompiendo las reglas 3

Tercera parte de esta saga basada en las Artes Marciales Mixtas, y la segunda que es protagonizada y dirigida por el actor Michael Jai White, ambas proyectadas para el mercado domestico.

En esta tercera parte Case Walker se encuentra peleando en ligas menores, cuando se cruza en su camino un amigo luchador que le ofrece que le entrene para un combate próximo en Tailandia, combate que es llevado por una federación irregular, la cual permite los productos dopantes en sus combates.

La película aunque tiene un presupuesto reducido, un guión flojo y está rodeada de todos los clichés posibles, es bastante disfrutable, especialmente para los fans de este negro tocheras como es mi caso. Una de sus mayores virtudes son las coreografías y entrenamientos, que no están mal pero llegan a la altura de Invicto 2, y otro punto fuerte es el reparto, donde nos encontramos a Josh Barnett, luchador profesional de MMA de categoría de peso pesado, que hace del amigo de Case, y de malote nos encontramos a alguien que no pasa desapercibido, Nathan Jones el gigante de Troya o Thai Dragon. También aparece la actual mujer de Michael Jai White, Gilliam White y sobretodo, atención a los divertidos cameos de Tony Jaa y Jeeja Yanin (recomiendo Chocolate a quien no la haya visto).

Por lo tanto nos encontramos ante una película dirigida a los seguidores del género, del actor protagonista y que no sean muy exigentes en este nivel. Entretenida sin más.

Como siempre el protagonista, a pesar de ser pacifico, se encuentra en situaciones en la que debe utilizar sus habilidades marciales... Por supuesto termina comiendose a la chica de turno.
¿Que más? Nada. Un guión previsible, pero para este tipo de peliculas no es tan importante ya que lo que vamos a ver son distribuciones de hostias. Lo que merma la pelicula es precisamente que muchas hostias no hay y además cumplen pero justito. Con Gillian White uno tiene espectativas un poco más altas pero ahí hizo el minimo.
Para ver y olvidarse.

Como en las sagas anteriores, la película va de luchadores de artes marciales mixtas y no ahí mas.

El que fuera protagonista de la película anterior (Michael Jai White) empieza siendo un luchador con el que no puede nadie y que pronto comprende que tiene que hacer un cambio en su vida, casualmente se encuentra con un amigo que se marcha para Tailandia a competir con un gran luchador.

Hasta ahí todo normal, con unas cuantas peleas de por medio se llega a la parte donde el amigo de Michael Jai White no puede luchar y este se ve obligado a pelear en contra de su voluntad. El rival es un tío de 2 metros y pico que cuando lo vi dije Marduk (tekken), interpretado por Nathan Jones.

Tony Jaa hace un cameo interpretándose a el mismo en un papel de forofo de la lucha.

La película no tiene mas muchas peleas y muchas técnicas de artes marciales para los fans del genero y con un final que deja la puerta abierta para hacer una 4 entrega.

Pros: Tiene buenas peleas, buen guión y te entretiene. Contra: Las actuaciones son flojas. La recomiendo. Cumple su cometido.

Volvemos a ver en la dirección y de protagonista a Michael Jai y otra vez sigue siendo el «más mejor» en todo lo que se le ponga delante. Esta vez no hay ningún nexo de unión con la primera y solo un vago recuerdo de la segunda a través de un vídeo de Internet de un altercado que ocurre en esa entrega.

Ahora nos vamos a Tailandia, más concretamente a Bangkok, donde nuestro súper héroe acude para ayudar a un compañero luchador a enfrentarse a una vaca burra brasileña de cuatro metros de alto por ocho de ancho. Durante su estancia pues intentará integrarse en el gimnasio de entrenamiento donde no todos le recibirán con los brazos abiertos.

Es como si se tratase de un enfrentamiento entre dos variantes de lucha, la vieja contra la nueva escuela. En esta ocasión de los dramas personales mejor olvídate porque vas a ver una película de lucha al estilo de Van Damme o sucedáneos, de esos donde lo único que importa son las peleas y no la lucha interior del protagonista, de esto no hay ni un ápice, no lo digo porque haya algo es que no lo hay.

De las tres es la que más larga se me hizo, también creo que es la que menos está orientada para adolescentes, siendo de entre las tres la que me parece más adulta. Los protagonistas no son adolescentes interpretados por cuarentones, son simple y llanamente cuarentones, de buen ver, eso sí.